Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 88: El sufrimiento interior transformado
Muchas personas llevan cargas muy pesadas dentro de sus almas. En la superficie, pueden irradiar alegría y paz. Pero dentro de sus almas, también pueden tener un gran dolor. Estas dos experiencias de nuestro interior y exterior no están en contradicción cuando seguimos a Cristo. Muchas veces Jesús nos permite sentir un cierto sufrimiento interior mientras, al mismo tiempo, da el buen fruto de la paz exterior y la alegría a través de ese sufrimiento (Ver Diario #378).
¿Es esta tu experiencia? ¿Crees que puedes expresarte con gran alegría y paz en presencia de los demás aunque tu corazón esté lleno de angustia y dolor? Si es así, tenga la seguridad de que la alegría y el sufrimiento no se excluyen mutuamente. Sabed que Jesús permite a veces el sufrimiento interior para purificaros y fortaleceros. Continúe entregando ese sufrimiento y alégrese de la oportunidad que tiene de vivir una vida de alegría en medio de tantas dificultades.
Señor, te doy gracias por las cruces interiores que llevo. Sé que me darás la gracia que necesito para continuar por el camino de la aceptación y la alegría. Que el gozo de Tu presencia en mi vida brille siempre mientras llevo todas y cada una de las cruces que me han sido dadas. Jesús, en Ti confío.
365 Días con Santa Faustina
Reflexión 88: El sufrimiento interior transformado
Muchas personas llevan cargas muy pesadas dentro de sus almas. En la superficie, pueden irradiar alegría y paz. Pero dentro de sus almas, también pueden tener un gran dolor. Estas dos experiencias de nuestro interior y exterior no están en contradicción cuando seguimos a Cristo. Muchas veces Jesús nos permite sentir un cierto sufrimiento interior mientras, al mismo tiempo, da el buen fruto de la paz exterior y la alegría a través de ese sufrimiento (Ver Diario #378).
¿Es esta tu experiencia? ¿Crees que puedes expresarte con gran alegría y paz en presencia de los demás aunque tu corazón esté lleno de angustia y dolor? Si es así, tenga la seguridad de que la alegría y el sufrimiento no se excluyen mutuamente. Sabed que Jesús permite a veces el sufrimiento interior para purificaros y fortaleceros. Continúe entregando ese sufrimiento y alégrese de la oportunidad que tiene de vivir una vida de alegría en medio de tantas dificultades.
Señor, te doy gracias por las cruces interiores que llevo. Sé que me darás la gracia que necesito para continuar por el camino de la aceptación y la alegría. Que el gozo de Tu presencia en mi vida brille siempre mientras llevo todas y cada una de las cruces que me han sido dadas. Jesús, en Ti confío.
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