PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús: -¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: «Déjame que te saque la mota del ojo», teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano (Mt 7,3-5).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en la Regla: --Atiendan los hermanos a que sobre todas las cosas deben desear tener el Espíritu del Señor y su santa operación, orar siempre a él con puro corazón y tener humildad, paciencia en la persecución y en la enfermedad, y amar a los que nos persiguen y reprenden y acusan, porque dice el Señor: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen y os calumnian (2 R 10,8-10).
Orar con la Iglesia:
Dirijamos nuestra súplica al Señor Jesús, que manifiesta su poder sobre todo en la misericordia y el perdón, y pidámosle que acoja nuestro corazón contrito y humillado.
-Por la Iglesia: para que sea signo e instrumento de reconciliación y lugar de acogida abierta a todos los hombres.
-Por los sacerdotes, ministros de la Iglesia: para que realicen con entrega generosa el ministerio sacramental del perdón y de la misericordia.
-Por los que sufren las consecuencias del pecado: el egoísmo, el odio, la opresión, el desprecio, la marginación: para que vean atendidas sus demandas de justicia y de paz.
-Por los que nos reunimos en torno al altar y celebramos la Eucaristía: para que luego seamos testigos de la palabra del Señor y de su amor.
Oración: Ten misericordia de nosotros, Señor Jesús, perdona nuestros pecados y asístenos con tu gracia para que no volvamos a pecar. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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