martes, 30 de noviembre de 2021

¿Cuántos panes tienen?"

 

 ¿Cuántos panes tienen?"

Miércoles 1 de dicciembre

¡Paz y Bien!

Evangelio

Mateo 15, 29-37

En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino". Los discípulos le peguntaron: "¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?" Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?" Ellos contestaron: "Siete, y unos cuantos pescados".

Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.

Palabra del Señor

Reflexión

Con qué facilidad se nos cierra el camino a los hombres: ¿Dónde conseguiremos pan para toda esta multitud? Con mucha frecuencia se nos pierde de vista que Jesús es Dios.

Si él mandaba dar de comer es porque él mismo proveería la manera de hacerlo. En nuestro día de trabajo, de estudio, de actividad, debemos tener siempre presente que Dios nos acompaña, que nunca está lejos; que lo que para nosotros parece imposible, para Dios no lo es. Dios utiliza nuestros pocos y pobres recursos para satisfacer las necesidades humanas y espirituales de todos los que lo van siguiendo.

Pongamos a disposición del Maestro nuestros recursos humanos y espirituales y dejemos que lo imposible se haga realidad delante de nuestros propios ojos.

¡Feliz Miércoles!

Fr. Arturo Ríos Lara, ofm

Liturgia de la Palabra


Liturgia de la Palabra:

01/12/2021
Miércoles de la primera semana de Adviento.
PRIMERA LECTURA
El Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos los rostros.
Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a
En aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos refinados.
Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el lienzo extendido sobre todas las naciones.
Aniquilará la muerte para siempre.
Dios, el Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros, y alejará del país el oprobio de su pueblo - lo ha dicho el Señor -.
Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios.
Esperábamos en él y nos ha salvado.
Este es el Señor en quien esperamos.
Celebremos y gocemos con su salvación, porque reposará sobre este monte la mano del Señor.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6
R. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya.
Mirad que llega el Señor, para salvar a su pueblo;
bienaventurados los que están preparados para salir a su encuentro. R.

EVANGELIO
Jesús cura a muchos y multiplica los panes.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 15, 29-37
En aquel tiempo, Jesús se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra del Señ

 

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS. - 1 DE DICIEMBRE MIÉRCOLES I DE ADVIENTO .




Del propio del Tiempo. Salterio I

 

OFICIO DE LECTURA

 

Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:

 

V. Señor abre mis labios

R. Y mi boca proclamará tu alabanza

 

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

 

Ant. Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.

 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

 

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos.

 

Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:

tiene en su mano las simas de la tierra,

son suyas las cumbres de los montes;

suyo es el mar, porque él lo hizo,

la tierra firme que modelaron sus manos.

 

Venid, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía.

 

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

 

Durante cuarenta años

aquella generación me repugnó, y dije:

Es un pueblo de corazón extraviado,

que no reconoce mi camino;

por eso he jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.

 

Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora:

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

 

 

Himno: VERBO QUE DEL CIELO BAJAS

 

Verbo que del cielo bajas,

Luz del Padre que, naciendo,

socorres al mundo mísero

con el correr de los tiempos:

 

Ilumina el corazón,

quema de amor nuestro pecho,

y borren tus enseñanzas

tantos deslices y yerros,

 

para que, cuando regreses

como juez de nuestros hechos,

castigues el mal oculto

y corones a los buenos.

 

Que la maldad no nos lance

por nuestras culpas al fuego,

mas felices moradores

nos veamos en tu reino.

 

A Dios Padre y a su Hijo

gloria y honor tributemos,

y al Espíritu Paráclito,

por los siglos sempiternos. Amén.

 

SALMODIA

MISAL DIARIO PALABRA DE DIOS. LECTURAS DEL MIÉRCOLES I DE ADVIENTO 1 DE DICIEMBRE (MORADO)

 Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.




         


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hab 2, 3; 1 Cor 4, 5

Ven, Señor, y no tardes; ilumina lo que esconden las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor Dios nuestro, que con tu divino poder dispongas nuestros corazones, a fin de que, al venir tu Hijo Jesucristo, nos encuentre preparados a tomar parte en el banquete de la vida eterna y merezcamos recibir de él mismo el alimento celestial. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA.

El Señor preparará un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.

Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10

En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha dicho el Señor.

Reflexión 334: Sirviendo a las almas

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 334: Sirviendo a las almas

Una de las mayores bendiciones que hemos recibido es la capacidad de servir a los demás. Les servimos de muchas formas, especialmente de acuerdo con nuestra vocación particular. Pero el mayor servicio que podríamos prestarle a una persona es ser ministro de la Misericordia de Dios, guiándolo a las glorias del Cielo. Imagina cómo será el cielo sabiendo que has inspirado a innumerables almas a crecer en su amor por Dios. Vea esto como una de sus mayores bendiciones y privilegios en la vida (vea el Diario n. ° 1622).

¿Cuán ansioso está por ofrecer la verdad, el amor y la compasión de nuestro Dios a los demás? ¿Ves el gran honor que es y la gran dignidad que otorga? Nunca dudes de lo importante que es hacer de esto una de las mayores prioridades en la vida. Amar a Dios con todo tu ser es lo primero, pero servir a los demás y ayudarlos en el camino hacia la salvación está detrás de esto. Comprométete hoy a este glorioso acto de Misericordia y estarás agradecido por la eternidad que lo hiciste.

Señor, dame el deseo y la voluntad de servir a los demás con todo mi corazón. Ayúdame a amarlos y a traer Tu Misericordia y compasión a sus vidas. Que muchas almas sean ganadas para ti, querido Señor, por la gracia que las envías a través de mi vida. Jesús, en Ti confío. 



Preparación para el Adviento Martes, 30 de noviembre de 2021 Fiesta de San Andrés, Apóstol

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Preparación para el Adviento
Martes, 30 de noviembre de 2021

Fiesta de San Andrés, Apóstol

Lecturas para hoy

Mientras Jesús caminaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, que se llama Pedro, y su hermano Andrés, que echaban una red al mar; eran pescadores. Él les dijo: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres". Enseguida dejaron sus redes y lo siguieron. Mateo 4: 18-20

Qué fiesta tan maravillosa celebramos hoy al comenzar nuestra temporada de Adviento. Hoy honramos a San Andrés Apóstol, quien nos da un ejemplo perfecto de cómo comenzar nuestra celebración de Adviento.

Este pasaje anterior nos revela mucho para reflexionar. Andrew, junto con su hermano Peter, era pescador. Ambos pescadores estaban trabajando duro cuando, de repente, este extraño, Jesús, pasó junto a ellos y los llamó. Inmediatamente dejaron su medio de vida y siguieron a Jesús.

No te pierdas lo que pasó aquí. Específicamente, sucedieron dos cosas: 1) Jesús pasó junto a estos dos pescadores y dijo: "Venid en pos de mí". 2) En respuesta, estos dos hombres inmediatamente "dejaron sus redes y lo siguieron".

Esta historia de la llamada de San Andrés es muy apropiada para el comienzo del Adviento, porque el Adviento debe ser un momento en el que escuchamos a Jesús llamarnos de nuevo. Debe ser un nuevo comienzo y una nueva conversión para nosotros. Al comenzar el Adviento, debemos escuchar a Jesús llamándonos: "¡Venid en pos de mí!" Deberíamos escucharle invitarnos con una invitación a entregarnos completamente a Su plan y propósito divinos. Escúchalo a él. ¿Lo escuchas llamar?

Nuestra respuesta, al comienzo del Adviento, debe ser la misma que la de San Andrés. Debemos, sin dudarlo, dejar todo para seguirlo. ¿Qué significa eso exactamente? Significa que debemos dejar ir todo lo que nos impide responder a Cristo. Significa que debemos estar listos y dispuestos a hacer todo lo que Jesús nos pida. Y debemos estar listos para hacerlo en el momento en que Él lo pida.

Reflexione hoy sobre el hecho de que el Adviento es un momento para comenzar de nuevo. Es el momento de dejarse llamar a Cristo. Escúchalo llamándote y respóndele con todo tu corazón.

Señor, te amo sobre todas las cosas. Ayúdame a escuchar Tu voz suave pero firme llamándome a seguirte. Dame el valor que necesito para responder a Tu amable invitación con total abandono. Que este Adviento sea un tiempo de nuevos comienzos y una determinación más profunda de seguirte. Jesús, en Ti confío.




Misa de hoy ⛪ Martes 30 de Noviembre de 2021, Padre Fabio Giraldo - Tele...

San Andrés 30 de Noviembre

 




San Andrés 30 de Noviembre

(+ s. I)


La liturgia griega distingue a San Andrés con el titulo de "protocletos", "el primer llamado"; pero, en rigor, este titulo ha de compartirlo con el apóstol Juan; ellos fueron los primeros que, en una tarde inolvidable, escucharon las palabras, nuevas para el mundo, de Jesús. Este recuerdo, siempre fresco en la memoria de Juan, ha quedado esculpida en su Evangelio.

Juan Bautista, austero y centelleante, habia encendido los ánimos y alentado la esperanza del pueblo judío, que ansiaba al Redentor. Jesús en Nazaret cuelga las herramientas de carpintero—su Madre lo mira expectante—y, envuelto en los peregrinos, se hace bautizar por Juan en el Jordán. Iba a empezar su vida pública. Una de aquellas tardes, el Bautista se encuentra dialogando con sus discípulos, a corta distancia pasa Jesús. El Bautista exclama, con voz y mirada de profeta: "He ahí el Cordero de Dios". Juan y Andrés se miraron con ojos encendidos; atónitos, siguen a Jesús de cerca. Atrás queda el Bautista. El mundo da aquí el primer paso hacia Jesús. Jesús acepta y agradece su gesto al decirles: "¿Qué buscáis?" Quieren saber dónde vive para dialogar en la intimidad y en el secreto del hogar. Hay por medio un misterio que no se puede decir en la calle. "Rabbí, que quiere decir Maestro, ¿dónde habitas?" "Venid y ved", les dijo Jesus. Le acompañaron a su morada. Una de tantas cabañas para guardianes de campos que aún hoy se conservan. Allí pasaron con Jesús desde las cuatro de la tarde hasta el anochecer.

Nos conmueve pensar en el diálogo de aquella tarde entre Jesús y los dos discípulos del Bautista. Aquellas palabras de Jesús, que inicia su vida piiblica de una forma tan sencilla, debieron de ser como las primeras flores intactas de una rica primavera o como el agua primera de una fuente. El mundo no habia hollado esas palabras ni los hombres habian adulterado su contenido. Palabras recién estrenadas para un mundo que debía encontrar en ellas su salvación. Alborea alegre la era de la gracia. Las palabras de Jesús iban horadando los corazones de aquellos pescadores sencillos, ya preparados por la predicación de Juan. Aquel gozo espiritual, aquel descubrimiento insospechado llenó de un entusiasmo sin doblez el corazón de Andrés. Al llegar a casa con la impresión de la entrevista, dijo a su hermano Pedro: "Hemos hallado el Mesías". Y Pedro contagiado por la fe de su hermano, corre a Jesús, y en Él encontró la hora inicial de una singular grandeza. Empieza a granar el mensaje de Jesús en los pobres. No fue ésta sin embargo, la llamada definitiva. Andrés volvió a mojar sus pies en el lago de Genesaret, a echar las redes y a sufrir los encantos y desencantos anejos al duro oficio de pescador.

Las barcas se alinean junto a la costa; los pescadores, descalzos, preparan sus redes o hacen el recuento de la pesca recogida; cae el sol lenta, majestuosamente; hay alegria y esperanza. Pasa Jesús y junto aquellos pescadores en faena lanza la red de su llamada: "Venid y os haré pcscadores de hombres". Allí quedó todo: el mar y la barca, peces y redes, y se fueron en pos de Jesús. Eran Andrés y Pedro. Después Santiago y Juan.

Durante los tres años de la vida pública, la vida de San Andres se hunde en el anonimato. Rápidos destellos fulgurantes nos descubren apenas la contextura espiritual del apóstol. Una vida andariega, azarosa, junto al Maestro, oyendo y empapándose del embrujo desconcertante de sus enseñanzas y de su vida. Privaciones, sufrimientos y la amargura final de una decepción cruel a la muerte de Jesús.

El Sarado Corazón y la Divina Misericordia

 



EL SAGRADO CORAZÓN Y LA DIVINA MISERICORDIA

Madre Adela Galindo, SCTJM

Fundadora


Según los Papas de los últimos 150 años, no hay devoción más importante para la vida de la Iglesia que la que profesemos al Corazón de Jesús. Por ejemplo, el Papa Pío IX dijo: “La Iglesia y la Sociedad, no tienen mas esperanza que en el Corazón de Jesús; El es quien los curará de todos sus males”. Predicad y difundid por todas partes la devoción al Sagrado Corazón, ella será la salvación del mundo. Apresuraos para esta misión, organizaros y constituiros.”

En 1899 el Papa León XIII, consagró el mundo al Sagrado Corazón en el umbral del nuevo siglo, llamando a este acto, el más grande de su pontificado. Definió al Sagrado Corazón con “el símbolo y la imagen sensible del amor infinito de Jesucristo”. El no quiso que nada escapara a la influencia del Sagrado Corazón, pues consideraba que era el remedio a todos los problemas de la era moderna.

En 1928, el Papa Pio XI escribe una encíclica sobre la necesidad de expiación al Sagrado Corazón: el “espíritu de expiación y reparación” necesarios en estos tiempos. El deber de consolar a Cristo y de unirse a su pasión para expiar con Él por los pecados propios y los del mundo entero. Pide que se haga reparación, para con ello, atraer la misericordia y las gracias necesarias para la salvación del mundo. “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom 5,20). Considera que este abundar de gracia, solo proviene de la reparación.

El Papa Pío XII: escribe la gran encíclica: Haurietis Aquas, tomar de la fuente de agua
ante los males que azotan al individuo, naciones, familias y el orbe entero, ¿Dónde se hallará un remedio eficaz?
* Concluye que la devoción al Sagrado Corazón es la que satisface las necesidades actuales de la Iglesia y del género humano. ¿Qué puede haber mas eficaz que el amor de Cristo, que su Corazón revela y manifiesta?
* Considera la devoción al Sagrado Corazón como bandera y manantial de unidad, de salvación, misericordia y paz.

Pablo VI: después del Concilio Vaticano II pidió a la Iglesia renovar la devoción al Sagrado Corazón, tanto en la vida personal como pública ya que de su plenitud todos hemos recibido, y debemos de Él aprender a vivir perfectamente según su Corazón para responder a las exigencias de nuestros tiempos.

El Siervo de Dios Juan Pablo II, el gran apóstol del Corazón Misericordioso de Jesús ha dicho repetidamente: “En diferentes ocasiones he expresado mi convicción de que la devoción al Sagrado Corazón corresponde mas que nunca, a las expectaciones y necesidades de nuestro tiempo. He hecho hincapié en revelar que los elementos esenciales de esta devoción pertenecen de una forma perenne a la espiritualidad de la Iglesia a través de su historia”. (SS. Juan Pablo II, 1987)

“Cristo ofrece su divino y humano Corazón, fuente de reconciliación y principio de nueva vida en el Espíritu Santo, a todas los hombres y mujeres de hoy que están sumergidos en un mundo secularizado en el cual corren el peligro de perder el centro de la gravedad de sus vidas” (S.S. Juan Pablo II, Junio 28 de 1998)