domingo, 28 de noviembre de 2021

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Comienza el Adviento!
28 de noviembre de 2021
Primer domingo de Adviento (Año C)
Lecturas para hoy

“Estén atentos en todo momento y recen”. Lucas 21: 36a

El Adviento comienza con un llamado a la vigilancia como se refleja en el pasaje anterior. Hay numerosos pasajes de las Escrituras que nos llaman a esta vigilancia y anticipación de la venida del Señor. Estar alerta significa, también, que estamos preparados. No nos pillan con la guardia baja. ¡Imagínese si llega la mañana de Navidad y se despierta repentinamente y se da cuenta de que se olvidó de prepararse! Imagínese si no tuviera regalos, no comprara comida y no hiciera planes. Por supuesto que no permitiría que eso suceda, pero a veces permitimos que suceda espiritualmente hablando. A menudo no estamos preparados para celebrar el nacimiento de Cristo en nuestro corazón.

La primera semana de Adviento también ofrece el enfoque de la Segunda Venida de Cristo. Jesús volverá de nuevo, con todo esplendor y gloria, para juzgar a vivos y muertos. Profesamos ese hecho todos los domingos en nuestro Credo. Entonces, aunque el Adviento es un tiempo para la preparación de la celebración de la primera venida de Jesús en la carne, también es un tiempo para reconocer que Su primera venida finalmente se cumple en Su venida gloriosa final.

Al comenzar el Adviento, reflexione sobre lo listo que está para la venida de Jesús. ¿Te estás preparando para ello con el mismo fervor que preparas para la Navidad a través de las compras, la cocina, la decoración, etc.? ¿Estás esperando el día en que Él regrese? ¿Te estás preparando para la celebración espiritual de su nacimiento? ¿Estás despierto y atento a las numerosas formas en que Dios te habla a diario?

Si descubre que no está tan preparado para Su regreso en gloria como le gustaría, haga de este Adviento un momento en el que prepare su corazón. Comprométase a la oración, los ejercicios espirituales, la reflexión y la atención a Su voz dulce y gloriosa.

Señor, cuando comience el Adviento, ayúdame a poner mis ojos en Ti. Ayúdame a abrir mis oídos a tu voz. Y ayúdame a abrir mi corazón a tu gloriosa presencia. Que pueda estar atento a ti en todo lo que desees para venir a mí. Jesús, en Ti confío.





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