martes, 31 de mayo de 2022

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN Miercoles . 1 de junio del 2022.


PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

Pensamiento bíblico:

Escribía san Pablo a los Corintios: -Nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado (1 Cor 2,2).

Pensamiento franciscano:

Decía san Francisco: -Aunque fueras más hermoso y rico que todos, y aunque hicieras maravillas y ahuyentaras a los demonios, todas estas cosas te son contrarias, y nada te pertenece, y no puedes en absoluto gloriarte en ellas. Por el contrario, en esto podemos gloriarnos: en nuestras flaquezas y en llevar a cuestas a diario la santa cruz de nuestro Señor Jesucristo (Adm 5,7-8).

Orar con la Iglesia:

Oremos a Dios nuestro Padre, que nos envía al Espíritu Santo:

-Por la santa Iglesia, para que, llena de los dones del Espíritu Santo, sea consagrada en la unidad.

-Por el Papa, por nuestros obispos y por todos los sacerdotes, para que les conceda en abundancia el Espíritu de sabiduría y santidad.

-Por todos los que trabajan por la paz y la concordia entre los pueblos, para que logren reunir a los hombres en el amor.

-Por los que son víctimas de sí mismos o de los hombres, para que el Espíritu del Señor los lleve por las sendas del bien y de la verdad.

-Por la comunidad humana, para que la fuerza del Espíritu nos haga crecer a todos en la fe, esperanza y caridad.

Oración: Dios todopoderoso, limpia nuestro corazón para que podamos acoger y tener en él a tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


 

Cuida en tu nombre a los que me has dado

 

Cuida en tu nombre a los que me has dado

Miércoles 1 de junio

¡Paz y Bien!

Evangelio

Juan 17, 11-19

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.

Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean santificados en la verdad".

Palabra del Señor

Reflexión

Jesús nos ha enviado para ser luz de las naciones, para que por nuestras buenas obras la gente crea, para ser fermento de la masa. Jesús sabe lo difícil que puede llegar a ser esto y por eso ha pedido al Padre, no que nos saque del mundo, sino que nos proteja del mal.

No tengamos temor de vivir como auténticos cristianos en medio del mundo, esta es nuestra misión; si nos persiguen, Dios estará para fortalecernos, defendernos y rescatarnos. Su Espíritu nos acompaña hasta el final de los tiempos.

¡Feliz Miércoles!

Compartir en Cristo Miércoles semana séptima de Pascua (1 junio, S. Justino)


Miércoles semana séptima de Pascua (1 junio, S. Justino)

De Corazón a corazón: Hch 20,28-38 (“Os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios… hay más alegría en dar que en recibir”); Jn 17,11-19 (“Como tú me has enviado… yo también los he enviado… por ellos me santifico – me inmolo- a mí mismo”).

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Quien ama a Cristo, aprende de él la verdad gozosa de la propia donación, en bien de los hermanos por quienes Él ha dado la vida. La vida de los discípulos y apóstoles de Jesús es de donación plena e incondicional como fue la suya. No existe otra "misión" que la misma que él vivió, amasada de donación y gratuidad, guiada por el Espíritu de amor. Todo es posible si nos dejamos sorprender por el Amor. "Si no está el Espíritu Santo, todo es perdido" (S. Juan de Ávila, Sermón 28).

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Los días antes de Pentecostés son días de Cenáculo, en sintonía y oración con María: "En ella, «templo del Espíritu Santo», brilla todo el esplendor de la nueva criatura" (Juan Pablo II, Vita Consecrata 28).



 

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS. 1 DE JUNIO MIÉRCOLES VII DE PASCUA SAN JUSTINO MÁRTIR



Del Común de un mártir - Salterio III


SAN JUSTINO, mártir. (MEMORIA)

Justino, filósofo y mártir, nació a principios del siglo II en Flavia Neápolis (Nablus), la antigua Siquem, en Samaria, de familia pagana. Una vez convertido a la fe, escribió profusamente en defensa de la religión, aunque sólo se conservan de él dos «Apologías» y el «Diálogo con Trifón». Abrió una escuela en Roma, en la que sostuvo públicas disputas. Sufrió el martirio, junto con sus compañeros, en tiempos de Marco Aurelio, hacia el año 165.

 

OFICIO DE LECTURA

 

INVITATORIO

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.

 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de los mártires.


Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Himno: TESTIGOS DE AMOR

Testigos de amor
de Cristo Señor,
mártires santos.

Rosales en flor
de Cristo el olor,
mártires santos.

Palabras en luz
de Cristo Jesús,
mártires santos.

Corona inmortal
del Cristo total,
mártires santos. Amén.

 

SALMODIA

MISAL DIARIO PALABRA DE DIOS. LECTURAS DEL MIÉRCOLES VII DE PASCUA 1 DE JUNIO SAN JUSTINO MÁRTIR (ROJO)

 SAN JUSTINO MÁRTIR


ANTÍFONA DE ENTRADA     Cfr. Sal 118, 85. 46

Los soberbios me tendieron trampas, y no hicieron caso de tu ley. Hablaré de tus preceptos ante los
poderosos y no me avergonzaré.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que por la locura de la cruz enseñaste admirablemente al mártir san Justino la incomparable sabiduría de Jesucristo, concédenos, por su intercesión, que, rechazando los engaños del error, obtengamos la firmeza de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Ahora los dejo en manos de Dios, que puede hacerlos crecer y alcanzar la herencia prometida.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 20, 28-38

En aquellos días, Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso: "Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió con la sangre de su Hijo.

Liturgia de la Palabra:


Liturgia de la Palabra:

01/06/2022
Miércoles de la séptima semana de Pascua. San Justino, mártir.
PRIMERA LECTURA
Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 20, 28-38
En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso:
«Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo. Yo sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso de entre vosotros mismos surgirán algunos que hablarán cosas perversas para arrastrar a los discípulos en pos de sí. Por eso, estad alerta: acordaos de que, durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular.
Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia con todos los santificados. De ninguno he codiciado dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han bastado para cubrir mis necesidades y de los que están conmigo. Siempre os he enseñado que es trabajando como se debe socorrer a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más dicha en dar que en recibir”».
Cuando terminó de hablar, se puso de rodillas y oró con todos ellos. Entonces todos comenzaron a llorar y, echándose al cuello de Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho era que no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta la nave.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 67, 29-30. 33-35a. 35b y 36c
R. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo. R.
Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor, tocad para Dios,
que avanza por los cielos, los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
«Reconoced el poder de Dios». R.
Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito! R.

Aleluya Cf. Jn 17, 17b. a
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es verdad;
santifícanos en la verdad. R.

EVANGELIO
Que sean uno, como nosotros.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 17, 11b-19
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo:
«Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».
Palabra del Señor.

 

Reflexión 151: Parentesco espiritual

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 151: Parentesco espiritual

Para estar realmente cerca de alguien más y comprenderlo en un nivel profundo, ¿es necesario hablar continuamente y compartir cada detalle de tu mente y corazón? No si ambas almas están íntimamente unidas con Dios. En ese caso, hay que decir muy poco para que cada uno reconozca una unidad compartida y comprenda al otro. Cuando Dios está vivo en cada persona, es su presencia la que los une y les permite conocer al otro. Esto produce la bendición de un parentesco espiritual que nunca podría lograrse de otra manera, ni siquiera después de años de hablar y compartir constantemente. La unidad que proviene de un conocimiento compartido de Dios es muy superior y mucho más efectiva para establecer una hermosa amistad que cualquier otro medio (Ver Diario #768).

Piensa en tus amistades. ¿Cuál es la base de esas relaciones? Con suerte, sus amistades se basan en su vida de fe y amor a Dios. Reflexione sobre la facilidad con la que puede hablar sobre su fe con sus amigos. Si bien es bueno ofrecer amistad y amor a todas las personas, también es saludable buscar a personas con las que puedas compartir una afinidad espiritual. Permite que el Espíritu Santo te atraiga a otros con quienes puedas compartir esta profundidad de amor y amistad espiritual y el Señor te bendecirá con abundancia de Su Misericordia a través de ellos.

Señor, te agradezco por el regalo de aquellas personas en mi vida que tienen una gran fe en ti. Ayúdame a confiar en esas amistades y, en ellas, a descubrir Tu Corazón misericordioso. Ayúdame también a ser instrumento de Misericordia para todos los que Tú has puesto en mi vida. Señor, eres mi amigo más cercano y te agradezco por este precioso regalo de tu amistad y tu amor por mí. Jesús, en Ti confío.





¡Bendita tú entre las mujeres! martes, 31 de mayo de 2022 Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

¡Bendita tú entre las mujeres!
martes, 31 de mayo de 2022

Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María

Lecturas para hoy

Isabel, llena del Espíritu Santo, clamó a gran voz y dijo: “Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y cómo me sucede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Lucas 1:41b–43

Qué honor sería que nuestra Santísima Madre, la madre de Jesús, viniera a visitarnos. Isabel estaba muy consciente de este honor y, como resultado, gritó de manera inspirada al reconocer ese hecho.

Aunque este fue un regalo único dado a Isabel, que la madre de su Señor viniera a ella, debemos entender que todos somos igualmente bendecidos por la oportunidad de invitar diariamente la presencia de la Madre de Dios a nuestras vidas.

La Madre María es la Reina de todos los Santos, pero también es la Reina de todos los pecadores y la Reina de los que luchan por la santidad. Ella es la Madre de Todos los Vivos y la Madre de la Iglesia. En la providencia de Dios, continúa desempeñando su papel único de visitar a los necesitados diariamente. Lo hace de una manera mucho más profunda y transformadora que en el caso de Elizabeth. Las visitas de la Madre María a nosotros, sus hijos, se realizan ahora en el orden de la gracia.

¿Qué significa cuando decimos que nuestra Santísima Madre nos visita en el orden de la gracia? Significa que nuestra relación con ella se basa en la voluntad divina y el plan de Dios. Significa que somos capaces de tener una relación con ella por la cual nos comunica innumerables misericordias de su Hijo. Significa que ella se convierte en la más poderosa mediadora de gracia para nosotros que el mundo jamás haya conocido. Significa que el efecto que ella tiene en nuestras vidas es profundo, profundo, transformador e íntimamente personal.

La parte difícil de una relación con nuestra Santísima Madre es que debe tener lugar a un nivel espiritual e interior más que a un nivel físico y exterior. Sin embargo, aunque así sea, no debemos pensar que esto significa que somos menos capaces de conocerla y amarla. De hecho, la relación que ahora podemos tener con nuestra Santísima Madre por gracia es mucho más profunda y profunda que la relación que Isabel pudo tener con ella a causa de la Visitación.

Reflexionad hoy sobre vuestra relación con la Madre de Dios. Ella visitó a Isabel hace mucho tiempo y ahora desea visitar tu alma para llevarte la gracia y la misericordia de su Hijo. Busca establecer esta hermosa relación con ella en el orden de la gracia. Invítala a entrar, escúchala, ábrete a la gracia que te trae y regocíjate con Isabel de que la madre de tu Señor vendría a ti.

Queridísima Madre María, te amo y te consagro mi vida, confiando en tu cuidado y mediación materna. Ayúdame, querida Madre, a estar abierto a todo lo que deseas traerme de tu Hijo, Jesús. Me siento honrado y humilde de que te preocupes por mí y desees traerme la misericordia del Corazón de tu Hijo Jesús. Madre María, ruega por nosotros. Jesús, en Ti confío.



Doctrina sobre el Espíritu Santo - parte 9

Misa de hoy ⛪ Martes 31 de Mayo de 2022, Padre Wilson Lopera - Tele VID

Maria visita a Santa Isabel 31 de mayo

 



Maria visita a Santa Isabel 31 de mayo

 

"He aquí la esclava del Señor..." Imaginad a María. En el pequeño cuarto de su casa nazarena, donde aún queda el aire removido por las alas del ángel. Fuera, en la calle, seguirían los ruidos mínimos y familiares. El zurear de las palomas en el alero, el grito de los pájaros, el chorro de una fuente, el sol sobre la hierba —misterioso ruido de alegría vital que sólo escuchan los ángeles—... La estancia, ya vacía. Pero el corazón de la Doncella lleno de cosas que empiezan. Ella, en la penumbra, bajo la sombra del Espíritu Santo que la cubre como unas alas. Ella, aún con los ojos cerrados, apretados fuertemente para que no se le escape el misterio. Ella, aún con las manos sobre el regazo, junto a la artesa, la tinaja o la masa que enleudar.

 —Y mira —ha dicho el ángel—, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en edad avanzada, y éste es ya el sexto mes para ella, que es considerada como estéril. Porque para Dios no hay imposibles.

 ¡Qué lluvia de prodigios, Señor!, suspirará María desde dentro. Isabel, anciana, esperando un hijo. Cuando María abra los ojos y vuelva así la luz a la sala, y entre el sol por la ventana hasta su cuerpo reclinado; cuando María vuelva de su lejanía, allá donde ha dicho “sí” sencillamente, la vida estará esperando para reanudarse. María tendrá un primer suspiro, una primera ternura para Aquello que está en Ella. ¿Imagináis este despertar especial de esa ternura, cómo llenaría el corazón de la Doncella? Luego, al volver a la casa, al trabajo, a la pieza de hilo o al abrevar de los corderos, María pensaría en Isabel.

 Por aquellos días —dice el santo cronista Lucas— partió María y se dirigió aceleradamente a la montaña, a una ciudad de Judá..."

 Por aquellos días... ¡Lástima de parquedad del evangelista! ¡Lástima de no poder asomarnos a lo que pasaba en el corazón de la Señora "por aquellos días"! ¡Lástima de quedarnos a obscuras sin la luz de aquel tiempo! Por aquellos días la Doncella sentiría un renovarse del espíritu y de la sangre. Lo hemos visto en nuestro hogar de seglares, de padres de familia. Pasada la alegría algo inconsciente de las primeras fechas del matrimonio, llega un día lleno de temblores y de júbilos. Es, ya, la certeza de ese hijo del amor que viene a santificar el amor. Y empieza para nosotros, hombres vulgares, una etapa nueva, incomprensible hasta entonces: sabernos padres, saber en camino al fruto de la ternura santificada, nos va a dar una nueva dimensión, la de la gravedad, la de la hondura, la de una madurez que sólo nos trae la plenitud de la vida. Pues si esto es en nosotros, hombres de hoy, hombres del mundo, ¿qué ocurriría en el corazón de la Señora, de aquella que fue elegida para ser corredentora, de aquella en cuya casa se hospedaría el Señor? Esta nueva gracia sobre María, ¡qué hermosa luz daría a su rostro! Sus ojos serían más suaves y como más ausentes, su paso más ingrávido, sus manos más palomas, su amor tan ancho y tan alto, que las dimensiones del universo no podrían contenerlo. No es ya la madurez comenzada de la eternidad. Es que ese hijo es Dios mismo, es el Mesías prometido. Casi pienso que el corazón le dolería a la Doncella, incapaz de contener tanto amor. Y ya entonces tendría que empezar a amarnos a nosotros, incluso a los hombres que aún no existíamos, porque Ella no podría guardar dentro toda aquella necesidad de darse.

 Sí. Por aquellos días. María tendría pronto preparada su ropa, el hatillo y el velo que cubriría su rostro del sol de la montaña. Quizá marcharía con un grupo de peregrinos, de los que iban para la Pascua en Jerusalén. Una tierna teoría antigua nos quiere pintar a María marchando por los caminos de Judea con una escolta de ángeles. Como si los ángeles fuesen cuidando de su paso, quitándole las piedrecillas hirientes, los guijos puntiagudos, el calor y la sed, los cardos y la arena ardiente. Es una tierna teoría antigua. ¿Para qué iba a necesitar María del oficio de los ángeles, si Ella llevaba en su corazón, dentro de sí misma, a Aquel que era ya la alegría del mundo a través de la alegría de la Señora? ¿Para que más compañía y más amparo que los del mismo Dios? ¿Y acaso María iba a renunciar a la sed y al calor, a la fatiga y a las piedras? ¿Acaso podemos comprenderla a Ella hurtándose de los dolores de este mundo, Ella que va a ser la Señora del Dolor más intenso? Imaginemos mejor a María caminando hacia la casa de Isabel, a ratos en soledad —aparente— del camino, a ratos marchando con Samuel, el carpintero, o Jacob, el herrero, o Felipe, el labrador de Nazaret.

 "También Isabel", ha dicho el ángel. ¿También? La Doncella pensaría, sin duda, todas aquellas palabras, y no dejaría de ver que el "también" suponía alguna relación entre lo ocurrido en Isabel y lo ocurrido en Ella misma. Y tal vez por eso María va "aceleradamente". ¡Qué pocas veces se rompe la sobriedad narrativa de los evangelistas para darnos esta matización de la circunstancia! Aceleradamente, con prisa, María hace el camino hasta la casa de su prima. Por un lado, para expresar a Isabel su alegría de pariente. Pero, sobre todo, para dar cauce a esta alegría inmensa que la llena. ¿Cómo era posible tener esto guardado en el corazón sin compartirlo con nadie? Esto es amor: compartir, dar sobre todo, sin pedir nada o muy poco a cambio. Ama más quien más da. Son así las matemáticas de Dios, que hacen más rico a aquel que se empobrece dando que al que se ha enriquecido recibiendo. Habría, sin duda, cierto temor de María a comunicar, sin más ni más, la razón de su júbilo a Isabel. Pero algo le haría esperar —aquel "también"— que la comunicación sería fácil. Isabel, en mes sexto de su buena esperanza, quizá supiese comprender sólo con ver el brillo sobrenatural de los ojos de María. En tanto, María sigue su camino, dejando atrás la llanura de Esdrelón, amasando en su espíritu todas aquellas cosas extraordinarias. Cuatro o cinco días de viaje. Dormir, quizá, mirando a las estrellas, sobre la paja de una era, al lado de un camino, resguardada de la brisa fresca por unas rocas, escuchando el gran silencio de la noche que Ella llenaría con el eco misterioso de sus dos corazones, el propio y el de su Hijo, que María ya estaría escuchando en sus ansias. Días y noches para acunar su alegría, para asomarse a sí misma como a un pozo que escondiera toda la frescura del mundo. Un pozo donde el mundo podrá calmar pronto toda su sed.

 Y, al fin, en casa de Isabel. Quizá alguna vecina la viese llegar por la ladera. "¿No es aquélla María, tu pariente?" Quizá Isabel sentiría una súbita necesidad de salir bajo el emparrado y colocar su mano como visera sobre sus ojos y sonreír luego con el júbilo del reconocimiento.

«Milagro Juanito»: Marichu y Juan, destrozados por la fecundación in vitro y rescatados por la Napro .

 


 «Milagro Juanito»: Marichu y Juan, destrozados por la fecundación in vitro y rescatados por la Napro

Marichu y Juan, con su hijo Juanito. Tras un doloroso paso por la fecundación in vitro lograron ser padres gracias a la Naprotecnología / Foto: Javier Lozano

Juan y Marichu, un joven matrimonio madrileño de 30 y 29 años, han podido ver cumplido su sueño de ser padres, algo que durante un tiempo llegó a ser una pesadilla ante la imposibilidad lograr un embarazo y el posterior fracaso, y de manera múltiple, de la Fecundación In Vitro. Pero tras convertirse en instagramer contando sus experiencias, sus seguidoras le hablaron de la Naprotecnología. Sin nada que perder y tras mucho sufrimiento acumulado llegaron a esta novedosa técnica, que además es completamente ética.

“Este es nuestro milagrito: Juanito”, afirma ahora la orgullosa pareja mostrando a su pequeño bebé. Y así lo ven, como un auténtico milagro. Tras haberles desahuciado incluso para las técnicas de reproducción asistida han logrado al final dar la vida de manera natural.

Su testimonio lo han relatado en el acto organizado por la clínica Fertilitas para presentar una nueva promoción de ginecólogos de Madrid y de otras ciudades españolas especializados en Naprotecnología en EEUU en este 2022. Seis nuevos médicos más que podrán atender la numerosa demanda que hay de esta técnica por parte de cientos de matrimonios que no pueden tener hijos de manera natural.

El evento ha sido acogido en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, cuyo presidente, el doctor Manuel Martínez-Sellés, ha querido dar un importante respaldo a la Napro tanto con su presencia como con sus palabras.



De izquierda a derecha: el doctor Martínez-Sellés, presidente del Colegio de Médicos de Madrid; Marichu y Juan con su bebé; los nuevos ginecólogos especializados en Naprotecnología; y los responsables de Fertilitas.

Así, al escuchar el testimonio de Juan y Marichu y el duro camino que han llevado hasta la paternidad ha hecho una importante reflexión: "creo que ya tenemos un 10% de los niños que nacen en España que lo hacen por fecundación in vitro. Esto es un motivo para la reflexión. ¿Realmente creemos que si se hubiera hecho un estudio adecuado a los padres como los que nos han mostrado no se hubiera encontrado alguna causa tratable y probablemente con muchos de estos nacimientos que se están produciendo por fecundación in vitro se podría haber buscado el origen real de la infertilidad?”.

Y así lo confirmó la propia Marichu. Estas técnicas artificiales a las que acudió junto a su marido tienen un objetivo único: “hacer un bebé rápido”. No importa la salud de la madre, ni los embriones ni evidentemente las causas que provocan la infertilidad. Es justamente todo lo contrario a lo que encontró en la Napro, donde lo primero que se hizo fue buscar las causas de este impedimento para ser padres, luego cuidar al matrimonio y como consecuencia llegó el embarazo y finalmente su Juanito.

“Nuestra historia empieza cuando nos casamos y decidimos tener hijos, pero no lo conseguíamos”, empezó relatando esta madrileña de 29 años y también influencer en las redes sociales.

Al ver que el esperado embarazo no llegaba comenzó a hacerse pruebas rutinarias, chequeos, consultas con especialistas… A Marichu le dijeron que todo estaba bien mientras que a su marido Juan el seminograma que le habían pedido le daba un resultado bastante bajo.

¿Qué pasó entonces? Directamente les encaminaron a la reproducción asistida. Sin más. Ella misma reconoce que “de primeras la noticia la acogimos con ilusión, pero por nuestra ignorancia”. Afirma que creían que los lemas que venden con la FIV eran reales: “si quieres ser mamá, cumple tu sueño y sal con tu bebé en brazos”.

Pero el primer golpe de realidad les vino cuando llegaron a la Seguridad Social, donde estos tratamientos sí están incluidos, pero para el que había una lista de espera de años.

De este modo, se abría ante sus ojos el mundo de las clínicas privadas, con un coste prohibitivo, pero al igual que ha ocurrido con otras muchas parejas antes que ellos: “en la desesperación fuimos allí”.



Martínez-Sellés, con Marichu y Juan

Martínez-Sellés, con los padres de Juanito, y la ginecóloga de Napro que llevó el tratamiento de Marichu y Juan.

Tras pasar por varias clínicas lo intentaron con la fecundación in vitro. Hicieron un primer intento y extrajeron cuatro embriones, pero todas las transferencias fueron negativas. “Aquí nos dimos cuenta de la realidad, la FIV no te garantiza un bebé y tienes que pasar por pinchazos, punciones, desgaste emocional…”.

Ante este primer gran fracaso le hicieron unas pruebas que no quisieron realizarle antes de someterse a este primer ciclo, algo que enfadó mucho a la pareja. Y llegó un diagnóstico: “éramos incompatibles genéticamente”, motivo por el que supuestamente rechazaba estos embriones.

Entonces se produjo la propuesta de una segunda tanda de fecundación in vitro. Aceptaron y acabaron consiguiendo otros tres embriones, pero tampoco hubo embarazo.

Pruebas, sufrimientos, dolor y siete embriones después Marichu y Juan vieron lo tenían ya claro: “no podíamos más”.

De hecho, Marichu sufrió en sus carnes las consecuencias de estos tratamientos: “mi salud se había resentido mucho, me había hinchado, tenía los ovarios llenos de líquido, y luego estaba además la carga emocional de esos embriones, que ya eran vida”.

Decidieron que ese ya no podía seguir siendo su camino. Fue en realidad un hito, pues ahí vivieron lo que ellos denominan “un primer duelo”, que era pensar que quizás no podrían tener hijos. Y decidieron “coger esa cruz”.

Muy marcada por todo aquello que había pasado, esta joven decidió abrir una cuenta de Instagram para así contar sus vivencias y hacer un poco de comunidad, pues afirma que éste es todavía un tema “tabú”. Pero para su sorpresa empezó a tener numerosas respuestas de mujeres que le hablaban de la Naprotecnología.

“Pensé que era una tontería porque nunca había oído hablar de ella, y creía que se aprovechaban del duelo. Pero ante la insistencia decidimos investigar y nos dimos cuenta de que es un abordaje científico”, afirma Marichu.

Al final, el matrimonio se animó y acudió a Fertilitas, clínica madrileña centrada en la napro y nacida en 2018. Todo era distinto a lo que habían vivido anteriormente: “desde el primer momento fue paz, desde la primera gráfica nos iban dando respuestas… A medida que íbamos aprendiendo eran todo respuestas y encontramos paz. Y ya no era conseguir un bebe a toda cosa. Se centraban en nosotros, en lo que pasaba, lo que sentíamos”.

Tras un abordaje integral a Marichu la descubrieron un hipotiroidismo que no salía en las estadísticas, una trompa obstruida y un fallo ovulatorio producido un desajuste hormonal.

“Por fin respuestas y por qué no conseguíamos un embarazo natural”, afirma esta madre. Ya tenía las causas, los motivos que impedían su maternidad, cuando con la FIV todo esto directamente fue saltado.

Ya con todos estos problemas detectados, el seguimiento de los médicos de la napro en Fertilitas y un tratamiento adecuado Marichu sólo necesitó dos ciclos menstruales para quedarse embarazada. Nueve meses “nuestro milagrito nació: Juanito”.


Fuente : Religion en Libertad

María proclama la Grandeza del Señor por las obras que ha hecho en Ella

 




 María proclama la Grandeza del Señor por las obras que ha hecho en Ella


Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador. Con estas palabras, María reconoce en primer lugar los dones singulares que le han sido concedidos, pero alude también a los beneficios comunes con que Dios no deja nunca de favorecer al género humano.

Proclama la grandeza del Señor el alma de aquel que consagra todos sus afectos interiores a la alabanza y al servicio de Dios y, con la observancia de los preceptos divinos, demuestra que nunca echa en olvido las proezas de la majestad de Dios.

Se alegra en Dios su salvador el espíritu de aquel cuyo deleite consiste únicamente en el recuerdo de su creador, de quien espera la salvación eterna.

Estas palabras, aunque son aplicables a todos los santos, hallan su lugar más adecuado en los labios de la Madre de Dios, ya que ella, por un privilegio único, ardía en amor espiritual hacia aquel que llevaba corporalmente en su seno.

Ella con razón pudo alegrarse, más que cualquier otro santo, en Jesús, su salvador, ya que sabía que aquel mismo al que reconocía como eterno autor de la salvación había de nacer de su carne, engendrado en el tiempo, y había de ser, en una misma y úrica persona, su verdadero hijo y Señor.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. No se atribuye nada a sus méritos, sino que toda su grandeza la refiere a la libre donación de aquel que es por esencia poderoso y grande, y que tiene por norma levantar a sus fieles de su pequeñez y debilidad para hacerlos grandes y fuertes.

Muy acertadamente añade: Su nombre es santo, para que los que entonces la oían y todos aquellos a los que habían de llegar sus palabras comprendieran que la fe y el recurso a este nombre había de procurarles, también a ellos, una participación en la santidad eterna y en la verdadera salvación, conforme al oráculo profético que afirma: Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará, ya que este nombre se identifica con aquel del que antes ha dicho: Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.

Por esto se introdujo en la Iglesia la hermosa y saludable costumbre de cantar diariamente este cántico de María en la salmodia de la alabanza vespertina, ya que así el recuerdo frecuente de la encarnación del Señor enardece la devoción de los fieles y la meditación repetida de los ejemplos de la Madre de Dios los corrobora en la solidez de la virtud. Y ello precisamente en la hora de Vísperas, para que nuestra mente, fatigada y tensa por el trabajo y las múltiples preocupaciones del día, al llegar el tiempo del reposo, vuelva a encontrar el recogimiento y la paz del espíritu.