jueves, 30 de junio de 2022

PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN Viernes 1 de julio del 2022.


PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

Pensamiento bíblico:

«Junto a la cruz de Jesús estaba su madre... Los judíos, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado..., pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua» (Jn 19,25.31-34).

Pensamiento franciscano:

«Consideremos todos los clérigos el gran pecado e ignorancia que tienen algunos acerca del santísimo cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, y de sus sacratísimos nombres, y de sus palabras escritas que consagran el cuerpo. Sabemos que no puede existir el cuerpo, si antes no es consagrado por la palabra. Nada, en efecto, tenemos ni vemos corporalmente en este siglo del Altísimo mismo, sino el cuerpo y la sangre, los nombres y las palabras, por las cuales hemos sido hechos y redimidos de la muerte a la vida» (CtaCle 1-3).

Orar con la Iglesia:

Oremos al Señor Jesús que nos ha revelado el amor gratuito y universal del Padre y que, de su corazón abierto por la lanza, ha hecho brotar la fuente de toda gracia.

-Cristo, que en la Última Cena instituiste el sacrificio de la nueva alianza en tu sangre, renueva hoy y siempre tu alianza con los hombres.

-Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser traspasado por la lanza del soldado, sana nuestras heridas y perdona nuestras infidelidades.

-De tu corazón traspasado por la lanza salió sangre y agua, dando así nacimiento a tu esposa, la Iglesia; haz que sea santa e inmaculada.

-Cristo, tú que entraste en el santuario del cielo con tu sangre, haz que la Iglesia sea verdadera morada del Altísimo para todos los bautizados.

Oración: Señor Jesucristo, que nos has redimido con tu sangre, convierte del todo nuestros corazones a ti y haz que consigamos ahora tu perdón y la gloria en la eternidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


 

Compartir en Cristo Viernes semana 13ª Tiempo Ordinario (1 julio 2022)


Viernes semana 13ª Tiempo Ordinario (1 julio 2022)

De Corazón a corazón: Am 8,4-6.9-12 (“Escuchad los que pisoteáis al indigente”); Mt 9,9-13 (“No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”)

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La predilección de Jesús por los pobres y los enfermos no es exclusivista; todos tenemos un puesto reservado en su Corazón. No sabemos quién es más enfermo o más pecador. El ser humano sólo queda destruido cuando margina o rechaza al hermano necesitado. Jesús asume la historia de cada uno y la hace suya. Para él no hay “estropajos”, sino pedazos de sus entrañas. Jesús llamó al publicano Mateo y al perseguidor Saulo, para transformarlos en sus íntimos amigos, por encima de las críticas del momento (también ahora). Para Jesús, la tolerancia cero es sólo respecto al pecado, no respecto al pecador.

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Jesús describe al padre del hijo pródigo, conmoviéndose con “ternura de madre” (Lc 15,20); es la “misericordia” que puso en el Corazón de María, para que, si somos buenos hijos, la captemos mejor.


 

"Sígueme"

 

"Sígueme"

Viernes 1 de julio

¡Paz y Bien!

Evangelio

Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.

Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Palabra del Señor

Reflexión

Si el Evangelio no ha penetrado los medios más difíciles de nuestra sociedad, pudiera ser porque en muchos hermanos aún permanece la conciencia farisaica de no juntarse con los pecadores, con aquellos a los que, por sus múltiples pecados, son considerados indignos de Dios.

Este pasaje, y en general todo el evangelio, nos muestra que precisamente éstos son el objeto de la evangelización. Ciertamente que no es fácil esta tarea, pues exige de parte del evangelizador una conciencia pura y una espiritualidad centrada en Dios, de tal manera que pueda ser luz en las tinieblas. De otra manera, las tinieblas pueden opacar, e incluso, apagar su luz.Por otro lado, Jesús, nos invita a recibir con gran amor y misericordia a aquellos que, a pesar de sus limitaciones en la conversión, están buscando llevar una mejor relación con Dios.

Recordemos que la conversión es un proceso y un camino; hay algunos hermanos que van más adelante y otros más atrás. Recuerda que si tú eres de los que van adelante, no eres mejor que el que va atrás, y que con la medida (misericordia) que midas, con esa misma serás medido. Abre tu corazón a los pobres, a los pecadores, de la misma manera que a los que están buscando amar más a Dios, pero que se debaten aún en el pecado.

¡Feliz Viernes!

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS. 1 DE JULIO VIERNES XIII DEL T. ORDINARIO



De la Feria. Salterio I

 

OFICIO DE LECTURA

 

INVITATORIO

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.


Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.


Himno: DELANTE DE TUS OJOS

Delante de tus ojos
ya no enrojecemos
a causa del antiguo
pecado de tu pueblo.
Arrancarás de cuajo
el corazón soberbio
y harás un pueblo humilde
de corazón sincero.

En medio de los pueblos
nos guardas como un resto,
para cantar tus obras
y adelantar tu reino.
Seremos raza nueva
para los cielos nuevos;
sacerdotal estirpe,
según tu Primogénito.

Caerán los opresores
y exultarán los siervos;
los hijos del oprobio
serán tus herederos.
Señalarás entonces
el día del regreso
para los que comían
su pan en el destierro.

¡Exulten mis entrañas!
¡Alégrese mi pueblo!
Porque el Señor, que es justo,
revoca sus decretos:
la salvación se anuncia
donde acechó el infierno,
porque el Señor habita
en medio de su pueblo. Amén.

SALMODIA

MISAL DIARIO PALABRA DE DIOS. LECTURAS DEL VIERNES XIII DEL T. ORDINARIO 1 DE JULIO (VERDE)

 Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.






ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 7. 9

Oye, Señor, mi voz y mis clamores. Ven en mi ayuda, no me rechaces, ni me abandones, Dios, salvador mío.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, fortaleza de los que en ti esperan, acude bondadoso, a nuestro llamado y puesto que sin ti nada puede nuestra humana debilidad, danos siempre la ayuda de tu gracia, para que, en cumplimiento de tu voluntad, te agrademos siempre con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo …

LITURGIA DE LA PALABRA

Les haré sentir hambre, pero no de pan, sino de oír la palabra de Dios.

Del libro del profeta Amós: 8, 4-6. 9-12

Escuchen esto, los que buscan al pobre sólo para arruinarlo y andan diciendo: "¿Cuándo pasará el descanso del primer día del mes para vender nuestro trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros graneros?" Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las balanzas, obligan a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran y hasta venden el salvado como trigo.

Liturgia de la Palabra:

Liturgia de la Palabra:

01/07/2022
Viernes de la decimotercera semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA
Enviaré hambre al país, no de pan, sino de escuchar las palabras del Señor.
Lectura de la profecía de Amós 8, 4-6. 9-12
Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país, diciendo:
«¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal - reduciendo el peso y aumentando el precio, modificando las balanzas con engaño - para comprar al indigente por plata y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del trigo?»
Aquel día - oráculo del Señor Dios - haré que el sol se oculte a mediodía, y oscureceré la tierra en pleno día.
Trasformaré vuestras fiestas en duelo, y todas vuestras canciones en elegía. Pondré arpillera sobre toda espalda y dejaré rapada toda cabeza.
Será como el duelo por un hijo único, y al final como un día de amargura.
Vienen días - oráculo del Señor Dios - en que enviaré hambre al país: no hambre de pan, ni sed de agua, sino de escuchar la palabra del Señor.
Andarán errantes de mar a mar y de septentrión a oriente deambularán buscando la palabra del Señor, pero no la encontrarán.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 118, 2. 10. 20. 30. 40. 131
R. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
Mi alma se consume, deseando
continuamente tus mandamientos. R.
Escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R.
Mira cómo ansío tus mandatos:
dame vida con tu justicia. R.
Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R.

Aleluya Mt 11, 28
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados
- dice el Señor -,
y yo os aliviaré. R.

EVANGELIO
No tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificio.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él se levantó y lo siguió.
Y estando en la casa, sentado en la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo:
«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».
Palabra del Señor.

 

Reflexión 181: Santa Indiferencia

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 181: Santa Indiferencia

¿Importa cuál es la Voluntad de Dios para ti? Eso puede sonar como una pregunta extraña al principio. Pero piénsalo. ¿Importa lo que Dios quiera de ti? ¿Qué pasaría si te llamara a un trabajo constante? ¿O qué pasaría si te llamara a un reposo reparador? ¿O qué pasaría si te llenara de deleite? ¿O quitar todo deleite de tu alma? ¿O llamarte para ser ensalzado y honrado a la vista de muchos? ¿O arrastrarte al desierto de la soledad y el escondite?

La verdad es que no importa cuál sea el llamado de Dios en nuestras vidas, sólo importa que Él llame. Debemos esforzarnos por una santa indiferencia en nuestras vidas. Una indiferencia “santa” no es indiferencia a Dios ya su Voluntad; más bien, una santa indiferencia es un desapego a todas las preferencias respecto a lo que el Señor nos pide. Debemos estar listos para todo pero debemos estar dispuestos a recibir nada. La meta es estar listo para Dios y Su Voluntad, cualquiera que sea (Ver Diario #952).

Reflexiona sobre si estás o no listo y dispuesto a aceptar lo que Dios quiera de ti. Lo que Él quiere no es tan importante como el hecho de que Él quiere. Esta puede ser una sutileza difícil de comprender al principio. Pero es importante entender. La simple verdad es que debemos estar listos para cualquier cosa que Dios nos pida sin apegarnos a nuestras preferencias personales. Si puedes lograr este nivel de desapego, la Misericordia de Dios comenzará a fluir en abundancia en tu vida y, a través de ti, en la vida de muchos otros.

Señor, te entrego todas mis preferencias egoístas en la vida. Te doy completa libertad para hacer lo que quieras en mi vida. No importa lo que me pidas, lo acepto, y no importa lo que me quites, te lo doy. Dame, amado Señor, la gracia de una santa indiferencia para que sea libre de amarte a Ti ya tu santa Voluntad más que a la vida misma. Jesús, en Ti confío



 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Coraje para buscar el perdón
30 de junio de 2022
Jueves de la decimotercera semana del tiempo ordinario
Lecturas para hoy

Primeros Mártires de la Iglesia de Roma—Memorial Opcional

Cuando Jesús vio la fe de ellos, dijo al paralítico: “Ánimo, niño, tus pecados te son perdonados”. Mateo 9:2b

Esta historia concluye con Jesús curando al paralítico y diciéndole que “levántate, toma tu camilla y vete a casa”. El hombre hace precisamente eso y la multitud se asombra.

Hay dos milagros que suceden aquí. Uno es físico y uno es espiritual. La espiritual es que los pecados de este hombre son perdonados. El físico es la curación de su parálisis.

¿Cuáles de estos milagros son más importantes? ¿Cuál crees que el hombre deseaba más?

Es difícil responder a la segunda pregunta ya que no conocemos los pensamientos del hombre, pero la primera pregunta es fácil. La curación espiritual, el perdón de sus pecados, es con mucho el más importante de estos dos milagros. Es el más significativo porque tiene consecuencias eternas para su alma.

Para la mayoría de nosotros, es fácil orar a Dios por cosas como una sanidad física o similares. Puede que nos resulte bastante fácil pedir favores y bendiciones de Dios. Pero, ¿qué tan fácil es para nosotros pedir perdón? Esto puede ser más difícil para muchos porque requiere un acto inicial de humildad de nuestra parte. Requiere que primero reconozcamos que somos pecadores en necesidad de perdón.

Reconocer nuestra necesidad de perdón requiere coraje, pero este coraje es una gran virtud y revela una gran fortaleza de carácter de nuestra parte. Acudir a Jesús para buscar Su misericordia y perdón en nuestras vidas es la oración más importante que podemos orar y el fundamento de todas las demás oraciones.

Reflexiona hoy sobre cuán valiente eres al pedir perdón a Dios y cuán humildemente estás dispuesto a reconocer tu pecado. Hacer un acto de humildad como este es una de las cosas más importantes que puedes hacer.

Mi Señor perdonador, dame coraje. Dame valor, especialmente, para humillarme ante Ti y reconocer todo mi pecado. En este humilde reconocimiento, ayúdame a buscar también Tu perdón diario en mi vida. Jesús, en Ti confío



Misa de hoy ⛪ Jueves 30 de Junio de 2022, Padre Luis Vivó - Tele VID

June 30 2022, Angelus and Rosary

Agnès B., un mito de la moda con 300 tiendas: «A veces, ver a Cristo en la Cruz me hace llorar»

 


 Agnès B., un mito de la moda con 300 tiendas: «A veces, ver a Cristo en la Cruz me hace llorar»

Agnès B. saluda a la finalización de uno de sus desfiles.

Agnès B. abrió su primer establecimiento en París, en 1975, "en un lugar muy hippy... Soy hija del 68, me manifesté mucho en la calle". Hoy tiene trescientas tiendas y puntos de venta en todo el mundo, la mitad de ellos en Japón, donde sus diseños han entrado muy bien.

Es un mito de la moda francesa y mantiene un intenso ritmo de trabajo que no se circunscribe al ámbito de las últimas tendencias en el vestido. En 1983 adquirió una galería de arte y desde entonces su colección privada suma ya más de cinco mil piezas entre pinturas, esculturas, fotografías y arte callejero.

Agnès B. saluda tras la presentación de una de sus colecciones.


Nació en Versalles en 1941 y se crió junto al Palacio, en cuyo jardín jugaba a diario: "Entonces no era Disneylandia, como lo es ahora, sino un lugar poético y mágico. Esa belleza te condiciona, porque luego te pasas toda la vida buscándola", recordaba en una entrevista hace pocos años.

En octubre de 2019, Agnès publicó una obra sobre su propia espiritualidad, Je crois en l'âme [Creo en el alma], donde confiesa su "fe católica inquebrantable", su formación en "el amor de Cristo" y su deseo de poner en práctica el mandato de "amaos los unos a los otros". Como explicó a L'1visible, lo que por encima de todo siente es gratitud: "¡No puedo sino dar gracias al Cielo! Creo que todo el mundo puede ser perdonado y amado por Dios. Creo que hay mucha misericordia en la persona de Dios".


La televisión católica francesa KTO entrevistó a Agnès B. en su programa Lumière interieur [Luz interior].

Agnès Troublé creció en una familia católica con muchos hermanos, hija de un abogado y nieta de un general, "una familia burguesa clásica de Versalles, con mucha cultura y gusto por la vida y por la música". Siempre ha sido cristiana: "Desde que era pequeña pienso continuamente en Jesús, en la Santísima Virgen y en el Cielo. Cada mañana pido al Cielo que me ayuda, siempre le pido algo". Y recuerda momentos espiritualmente "fuertes": "Mi primera comunión, o unos ejercicios espirituales que dirigió un sacerdote al que apreciaba mucho... Esos momentos privilegiados me confortaron en la fe. Desde mi infancia jamás he dudado de mi fe en Dios".

Pero sí hay una herida en su pasado que afecta a su vida espiritual. Se casó a los 17 años con Christian Bourgois (1933-2007), un editor que difundió en Francia, entre otros, a Gabriel García Márquez o J.R.R. Tolkien, y  que en 1989 publicó Los versos satánicos de Salman Rushdie, desafiando la fatwa decretada contra él por grupos yihadistas. La B de Agnès B. procede precisamente el apellido de su marido. Tuvieron dos niños, gemelos, cuando ella tenía 19 años, pero luego se separaron: "Me separé de él a los 20 años. Me divorcié dos años más tarde y desde entonces no puedo comulgar. Lo cual me entristece, en ocasiones hasta llorar".

"A veces, ver a Cristo en la Cruz me hace llorar. Pienso en su sufrimiento, en el momento en el que pide a su Padre que le ahorre esa prueba... ¡Es tan humano y cercano a nosotros!", exclama: "Piensa en las bodas de Caná. Se palpa toda Su humanidad cuando los invitados se preguntan por qué se ha servido el vino bueno después del malo".

Agnès se siente también muy cercana también a la Virgen María: "Hubo un día en el que tuve la impresión de abrazarla entre mis brazos. Uno de mis hijos estaba muy enfermo y le pedí por él con todo mi corazón. Estaba conduciendo, y en ese momento tuve la impresión de sentir su presencia entre mis brazos. Es un momento que recordaré siempre, y pienso en él en los momentos difíciles, como la pérdida de mi hermana pequeña el año pasado".

"No me imagino cómo se puede vivir sin fe", concluye su entrevista en L'1visible: "¡Es la fe la que ayuda a hacer las cosas grandes que no podríamos hacer solos. A mí me educaron en un principio: 'Ayúdate y el cielo te ayudará'. Así que... ¡actúa!"

Publicado en ReL el 1 de diciembre de 2019 y actualizado.

Con María, en busca del Sagrado Corazón de Jesús

 


Con María, en busca del Sagrado Corazón de Jesús

Amar el Corazón de Cristo es tratar de imitarle, en todo, en cada momento, tratar de comprender, cuánto te ama. 

Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net


María Santísima, el proximo viernes celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, quisiera prepararme bien para ella... pero... ¿Cómo prepararme para aquello que aún no comprendo bien?. Sí, asistiré a misa, dejaré mis peticiones y agradecimientos en el Corazón de tu Hijo. ¿Puedes ayudarme a comprender lo que realmente significa amar el Corazón de Jesús?. 

Puedo sentir que me miras desde tu imagen, puedo y quiero leer en tus ojos la respuesta.... 

- ¿Por qué no se lo preguntas a Jesús mismo?... vamos, atrévete... Él está muy ansioso por hacerte comprender. 

- Señora mía... es que... no me atrevo, soy tan pecadora, tengo tanto de que arrepentirme. 

- Vengan a mí todos los que estén cansados, que yo los aliviaré. 

Y las palabras de tu Hijo resuenan en mi corazón. 

- ¿Has comprendido, hija mía? Jesús te espera desde siempre, no debes rendir examen para acercarte a Él, solo ámale, camina hacia Él con toda tu carga y deposítala a sus pies. Él hará el resto. 

Siento que somos tres conversando, que Jesús me vuele a repetir... 

- "... Aprende de mí, que soy paciente y humilde de corazón..." (Mt. 11,29). 

- ¿Ves hija, cómo te va mostrando el camino? Amar el Corazón de Cristo es tratar de imitarle, en todo, en cada momento, tratar de comprender, dentro de lo que puedas, cuánto, cuánto, cuánto te ama. 

- Señora...imitarle... sí, pero es que, no sé como se hace eso en mi día a día... 

- Pues... paso a paso, en cada decisión que tomes piensa: "¿Le será agradable a Jesús?". Cuando hables con las personas piensa: "¿Si fuese Jesús quien está escondido tras ese rostro?". Sobre todo cuando te enojes con alguien o cuando tu orgullo herido reclame a gritos una reparación, piensa: "¿Jesús verá con buenos ojos mi reacción?" Si ya hablaste por tu vanidad herida, medita: "¿Me alcanzarán estos argumentos ante Cristo?". Hija querida, no hacen falta, para imitar a Cristo, grandes y titánicas obras. No pretendas abrir tú sola las aguas del mar... no, pequeña, sólo trata de actuar en cada momento como Él espera que lo hagas. No por presión, no como un amo severo que se la pasa controlándote para , al menor descuido, volcar su ira sobre ti. Nada más lejos de eso. Míralo como un compañero de viaje que te indica la ruta más segura. Como un maestro que te enseña el camino. Como un padre que no quiere que te lastimes. Cada palabra, cada consejo, nacido del profundo amor de su Sagrado Corazón, es para que tú no te pierdas. 

- Voy entendiendo...poco a poco, voy entendiendo. 

- ¿Recuerdas cuando un leproso se le acercó?, suplicándole de rodillas: "Si quieres puedes curarme... a Él se le conmovió el Corazón" (Mc. 1,41). Así pasa contigo. Pero analiza bien este hecho, el leproso "se le acercó" o sea, caminó hacia Jesús, recorrió la distancia que lo separaba de Él, con todo lo que significaba esa decisión. Luego le dijo "si quieres... puedes..." o sea, reconoció que Cristo podía hacer lo que Él le pedía, mas nada le exigía, sólo aceptaba su voluntad. Es entonces cuando a Jesús "se le conmovió el Corazón". ¿Comprendes, hija?. Conmover el corazón de Cristo no es difícil sólo debes: acercarte a Él, pedirle, confiar y por último, aceptar su voluntad. 

- Señora mía, me hablas con tu corazón, le hablas al mío. ¿Quién soy yo para que te dignes explicarme tanto?. 

- Eres mi hija ¿Lo has olvidado? Una y mil veces te hablaría hasta que encontraras el camino y la paz. 

- "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, si cree en mí. Pues como dice la Escritura: brotarán de su Corazón ríos de agua viva" (Jn. 7,37-39). 

- ¿Escucha tu alma las promesas de mi Hijo?. 

Claro que mi alma las escucha. Poco a poco voy comprendiendo que no existe mejor lugar para el alma, que el Corazón de Cristo. Es un sitio lleno de amor, de paz, de profunda serenidad, tiene la calma de todos los atardeceres, el perfume de todas las flores, el canto de todos los pájaros, y el amor más grande, más profundo, más exquisito que hubiera existido jamás. 

- Los apóstoles ya habían descubierto el inmenso tesoro del Corazón del Mesías. San Agustín lo notó, por eso dijo: "San Juan, en la Cena, se reclinó en el pecho del Señor para significar así que bebía de su Corazón los más profundos secretos..." Para que entiendas más aún, te contaré lo que es para mí ese Corazón amado... cuyos primeros latidos imaginaba al colocar mi mano temblorosa sobre mi vientre, en aquellos días de Nazaret..., después, en Belén, cuando José puso su pequeño cuerpecito entre mis brazos, sentí ese suave y acompasado latido. A medida que iba creciendo, fui aprendiendo el lenguaje de ese corazón, en cada palabra, en cada gesto, en cada mirada, ERA Y ES un corazón rebosante de amor y misericordia... El día que lo comprendas desde el fondo de tu alma, ya nunca estarás sola. 



Me besas la frente y te vas. Lentamente, te mezclas entre la gente... tus palabras quedan en mi alma... esperando...esperando...esperando... sigo orando para que yo sepa ver, poco a poco, cuán bello es el sitio que me tienes reservado en tu SAGRADO CORAZÓN. 


¡Oh Corazón de Jesús! 
Pongo toda mi confianza en Ti.
De mi debilidad todo lo temo,
pero todo lo espero de tu bondad.
A tu Corazón confío... (petición).
¡Jesús mío!, yo cuento contigo, 
me fío de Ti, descanso en Ti.
¡Estoy seguro en tu Corazón!





NOTA DE LA AUTORA "Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a mi imaginación, sin intervención sobrenatural alguna."