martes, 31 de mayo de 2022

Compartir en Cristo Miércoles semana séptima de Pascua (1 junio, S. Justino)


Miércoles semana séptima de Pascua (1 junio, S. Justino)

De Corazón a corazón: Hch 20,28-38 (“Os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios… hay más alegría en dar que en recibir”); Jn 17,11-19 (“Como tú me has enviado… yo también los he enviado… por ellos me santifico – me inmolo- a mí mismo”).

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Quien ama a Cristo, aprende de él la verdad gozosa de la propia donación, en bien de los hermanos por quienes Él ha dado la vida. La vida de los discípulos y apóstoles de Jesús es de donación plena e incondicional como fue la suya. No existe otra "misión" que la misma que él vivió, amasada de donación y gratuidad, guiada por el Espíritu de amor. Todo es posible si nos dejamos sorprender por el Amor. "Si no está el Espíritu Santo, todo es perdido" (S. Juan de Ávila, Sermón 28).

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Los días antes de Pentecostés son días de Cenáculo, en sintonía y oración con María: "En ella, «templo del Espíritu Santo», brilla todo el esplendor de la nueva criatura" (Juan Pablo II, Vita Consecrata 28).



 

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