martes, 8 de febrero de 2022

Reflexión 39: Pérdida del consuelo espiritual.

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 Días con Santa Faustina

Reflexión 39: Pérdida del consuelo espiritual

Es fácil caer en la trampa de pensar que, debido a que seguimos a Jesús, debemos ser consolados y consolados continuamente en todo lo que hacemos. ¿Es eso cierto? Si y no. En un sentido, nuestro consuelo será continuo si cumplimos siempre la Voluntad de Dios y sabemos que la estamos cumpliendo. Sin embargo, hay momentos en que Dios quita todo consuelo espiritual de nuestra alma por amor. Podemos sentir que Dios está distante y experimentar confusión o incluso tristeza y desesperación. Pero estos momentos son momentos de la mayor Misericordia imaginable. Cuando Dios parece lejano, siempre debemos examinar nuestra conciencia para asegurarnos de que no sea resultado del pecado. Una vez que nuestra conciencia está limpia, debemos regocijarnos por la pérdida sensorial de la presencia de Dios y la pérdida de los consuelos espirituales. ¿Por qué? Porque este es un acto de la Misericordia de Dios que nos invita a la obediencia ya la caridad a pesar de cómo nos sintamos. Se nos da la oportunidad de amar y servir aunque no percibamos un consuelo inmediato. Esto hace que nuestro amor se fortalezca y nos una más firmemente a la pura Misericordia de Dios (cf.Diario #68).

Reflexione sobre la tentación de alejarse de Dios en el momento en que se sienta deprimido o angustiado. Vea estos momentos como regalos y oportunidades para amar cuando no tenga ganas de amar. Estas son oportunidades para ser transformados por la Misericordia en la forma más pura de Misericordia.

Señor, elijo amarte a ti y a todos los que pones en mi vida, independientemente de cómo me sienta. Si el amor a los demás me trae un gran consuelo, te agradezco. Si el amor a los demás es difícil, seco y doloroso, te agradezco. Señor, purifica mi amor en una forma más auténtica de Tu Divina Misericordia. Jesús, en Ti confío.



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