sábado, 29 de enero de 2022

calmando el mar 29 de enero de 2022 Sábado de la tercera semana del tiempo ordinario

 





Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

calmando el mar
29 de enero de 2022
Sábado de la tercera semana del tiempo ordinario
Lecturas para hoy

Jesús estaba en la popa, dormido sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que perezcamos?”. Se despertó, reprendió al viento y le dijo al mar: “¡Silencio! ¡Estate quieto!" Cesó el viento y hubo gran calma. Marcos 4:38-39

¡Y había una gran calma! Aunque esta es una referencia al aquietamiento del mar, también es un mensaje hablado sobre la agitación que enfrentamos a veces en la vida. Jesús quiere traer una gran calma a nuestras vidas.

Es muy fácil desanimarse en la vida. Es muy fácil concentrarse en el caos que nos rodea. Ya sea una palabra dura y mordaz de otro, un problema familiar, disturbios civiles, preocupaciones financieras, etc., hay muchas razones para que cada uno de nosotros caiga en la trampa del miedo, la frustración, la depresión y la ansiedad.

Pero fue por eso que Jesús permitió que este evento sucediera con sus discípulos. Se subió a la barca con Sus discípulos y les permitió experimentar una fuerte tormenta mientras Él dormía, para que pudiera traer de esta experiencia un mensaje claro y convincente para todos nosotros.

En esta historia, los discípulos se concentraron en una cosa: ¡Estaban pereciendo! El mar los sacudía y temían un desastre inminente. Pero a pesar de todo, Jesús estaba allí profundamente dormido, esperando que lo despertaran. Y cuando lo despertaron, tomó el control de la tormenta y trajo la calma perfecta.

Lo mismo es cierto en nuestras vidas. El estrés y las dificultades de la vida diaria nos alteran con tanta facilidad. Muy a menudo nos dejamos abrumar por los problemas que enfrentamos. La clave es volver nuestra mirada a Jesús. Míralo allí, ante ti, durmiendo y esperando que lo despiertes. Él siempre está ahí, siempre esperando, siempre listo.

Despertar a nuestro Señor es tan simple como apartar la mirada del mar embravecido y confiar en Su divina presencia. Se trata de confianza. Confianza total e inquebrantable. ¿Usted confia en el?

Reflexiona hoy sobre aquello que te causa ansiedad, miedo o confusión a diario. ¿Qué es lo que parece estar sacudiéndolo aquí y allá causándole estrés y preocupación? Al ver esta carga, vea también a Jesús allí con usted, esperando que venga a Él con confianza para que Él pueda tomar el control de cada situación en la vida en la que se encuentre. Él te ama y ciertamente cuidará de ti.

Mi Señor dormido, me dirijo a Ti en medio de los desafíos de la vida y deseo despertarte para que vengas en mi ayuda. Sé que siempre estás cerca, esperándome para confiar en Ti en todas las cosas. Ayúdame a volver mis ojos hacia Ti y a tener fe en Tu perfecto amor por mí. Jesús, en Ti confío.

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