Publicado el sábado, 29 enero 2022| Comentarios desactivadosen Domingo cuarto Tiempo Ordinario, Año C (30 enero 2022)
De Corazón a corazón: Jer 1,4-5,17-19 ("Antes de formarte en el seno materno, te conocía… te tenía consagrado profeta"); 1Cor 12,31-13,13 ("Si no tengo caridad, nada soy… La caridad todo lo espera"); Lc 4,21-30 ("Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy… Decían: ¿No es éste el hijo de José?… Le arrojaron fuera del pueblo")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: El evangelio sigue aconteciendo en el “hoy” de nuestra realidad histórica, que es ahora historia salvífica como parte de la historia de Jesús. Él ha querido vivir nuestras circunstancias humanas y sencillas, también como “hijo de José” o “hijo de María”, que “escandalizan” a quienes quieren manipular o domesticar el mensaje evangélico. El proyecto de Dios Amor sobre cada persona, desde el seno de su madre, es de misión profética, que se traduce en servicio humilde y en “himno de caridad”. Somos siempre aprendices que balbucean y ensayan un “sí” de donación total.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: De este rechazo de Jesús en Nazaret fue testigo su Madre y nuestra. Ella nos ayuda a afrontar el riesgo de compartir la misma suerte de su Hijo, y a no espantarnos por los fantasmas pasajeros… Ella es “Madre compasiva que recoge nuestras lágrimas y al mismo tiempo nos consuela, señalándonos la victoria definitiva en Cristo” (Papa Francisco, 15 septiembre 2021, Eslovaquia).
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