lunes, 31 de enero de 2022

Oraciones de alabanza al santísimo sacramento del altar

 


Oraciones de alabanza al santísimo sacramento del altar
Estas oraciones se hacen, en la mayoría de los casos, para rendir culto a nuestro Señor Jesucristo, reconociendo el sacrificio que hizo por la humanidad en la cruz del Calvario.
Te adoro Señor con la Santísima Virgen María, con todos los ángeles y santos. Te alabamos Señor, te bendecimos, te amamos, te adoramos y te damos gracias en reparación por todos aquellos que no te alaban, no te bendicen, no te amo, no te adoro y no te doy las gracias.
Te adoramos Señor por tu ser inmutable, por tus infinitas perfecciones y por habernos creado de la nada.
Te adoramos Dios Eterno, sin principio ni fin. Te adoramos en tu Omnipotencia, Omnipresencia y Omnisciencia. Te adoramos, Señor Dios, Rey grande y poderoso. Puedes hacer todo, lo sabes todo, lo ves todo, vienes a todas tus criaturas con tu infinita misericordia.
Te adoramos, Señor Dios Altísimo. Desde la altura más alta se exploran los abismos sentados en querubines. Penetras en la parte más profunda del corazón del hombre. Estás rodeado de rayos, luz inaccesible, majestad y gloria. Eres magnífica, hermosa y poderosa en todos tus atributos: en tu Amor, Bondad, Belleza, Caridad, Divinidad, Gracia, Alegría, Inteligencia, Justicia, Poder y Sabiduría. Eres grandioso en tu Divina Misericordia, Compasión y Clemencia. Amabas tanto a los hombres que enviaste a tu Hijo unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, al mundo para que cualquiera que cree en Él no perezca, sino que tenga Vida Eterna.
Te adoramos, Señor Jesús. Descendiste de la alegría de tu Padre celestial y te humillaste participando en nuestra naturaleza humana. Te uniste a la sangre y la sustancia de la Santísima Virgen María y fuiste concebido en su vientre virginal por el poder del Espíritu Santo. Naciste para ser la Luz del mundo, nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida, nuestro Dios, nuestro Señor, nuestro Rey y nuestro Salvador. Nos amaste tanto que diste tu vida por nosotros a través de tu muerte en la cruz. Sufriste los mayores tormentos, insultos y humillaciones. Y por tus santas heridas nos has curado, por tu Preciosa Sangre nos has salvado. Por tu muerte nos has dado vida. Te damos gracias Señor Jesús. Te adoramos Oh Señor.
Padre Eterno, te ofrecemos el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Hijo más amado, Nuestro Señor Jesucristo, en reparación por nuestros pecados, los pecados del mundo entero y las almas del Purgatorio. Te adoramos Oh Señor. Amén


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