Publicado: 15 feb 2020 07:00 PM PST
SANTA JULIANA
Virgen y Mártir
† martirizada hacia el año 305
Patrona de los enfermos.
El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán.
(Lucas 21, 33)
- En Roma, san Onésimo , de quien escribe el Apóstol san Pablo a Filemón, ya quien después de san Timoteo consagró Obispo de Éfeso, y encomendó la predicación del Evangelio. Conducido preso a Roma, y apedreado por la fe de Cristo, fue primero sepultado allí mismo; Más tarde fue trasladado a su cuerpo al lugar donde había sido ordenado Obispo.
- En Egipto, san Julián , Mártir, con otros cinco mil.
- En Cesarea de Palestina, los santos Mártires Egipcios Elías, Jeremías, Isaías, Samuel y Daniel ; los cuales, habiendo servido espontáneamente a los Confesores de Cristo condenados a las minas de Cilicia, presos al volver de allí, fueron cruelmente atormentados por el Presidente Firmiliano, en el imperio de Galerio Maximiano, y, finalmente, pasados a cuchillo. Después de ellos, san Porfirio, criado del Mártir Panfilo, y san Seleuco de Capadocia, que muchas veces vencidos en combates repetidos, fueron de nuevo atormentados, y uno en el fuego y el otro por la espada recibida la corona del martirio.
- En Nicomedia, santa Juliana , Virgen y Mártir; la cual, imperando Maximiano, fue primero azotada cruelmente por su padre Africano, luego atormentada de varias maneras por el Prefecto Evilasio, con quien había rehusado casarse, y luego encerrada en una cárcel, donde visiblemente luchó con el demonio; últimamente, habiendo vencido el suplicio del fuego y el de una caldera hirviendo, degollada consumó el martirio. Su cuerpo fue más tarde trasladado a Cumas, en Campania.
- En Brescia, san Faustino , Obispo y Confesor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SANTA JULIANA
Virgen y Mártir
Santa Juliana, reconocido el orden admirable del universo, reconocido que era la obra de un Dios único y soberanamente poderoso, y abrazó la religión cristiana. Evilacio, prefecto de Nicomedia, pidió su mano, pero Juliana le respondió que no quería por esposo a un adorador de los falsos dioses. Evilacio, pasando entonces del amor al odio, la hizo azotar, cargar de cadenas y encerrar en una prisión. Mientras estaba en oración en su calabozo, el espíritu de las tinieblas se le mostró transformado en ángel de luz para persuadirla a renegar de su fe. Juliana deshizo el artificio haciendo la señal de la cruz, y para burlarse del demonio, lo cargó con sus propias cadenas. La condenaron a ser quemada viva, pero como las llamas no obraban con suficiente actividad, le cortaron la cabeza.
MEDITACIÓN
I. El mundo es un gran libro en el cual San Antonio aprendió a amar a Dios y Santa Juliana a conocerlo. En este libro hay creaturas que nos representan la bondad de Dios. El sol y la luna nos alumbran, la tierra nos da frutos y flores para nuestro alimento y nuestro recreo. Consideremos estas creaturas, y demos gracias a Dios que nos dio las dio como otras tantas prendas de su amor. ¡Ah! si la tierra nos ofrece a la vista muchas cosas admirables, ¿qué delicias no nos reservará el cielo? Si el destino es tan hermoso, ¿cuánto no será la patria? (San Agustín)
II Al lado de esas creaturas tan admirables, hay otras, en el mundo, que nos molestan y nos incomodan. Si en ocasiones pueden ser una prueba tu paciencia, agradece a Dios que te recuerda, por este medio, que estás en un lugar de destino y no en tu patria. Sufre con paciencia, diciéndote a ti mismo: Si tanto hay que sufrir en este mundo, ¡no sufrirán los tormentos de los condenados en el infierno!
III. Considera que en la tierra todo es pasajero, que en el cielo todo es eterno. Los hombres mueren, cambian las estaciones, sucédense los imperios, el mundo pasa, y tú también como él: tu vida y tus placeres huyen, lo que ves no es sino belleza fugitiva o, mejor dicho, un ligero rayo de la belleza permanente y eterna de Dios (Tertuliano).
La consideración de las obras de Dios.
Orad por la conversión de los infieles.
ORACIÓN
Que la bienaventurada Juliana, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por su valor en confesar vuestro Santo Nombre. Por JCNS
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, SJ, Tomo I; Índice de los Santos Patronos.
Visto en Tradición Católica
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