P. Si Adán y Eva no comieran del fruto, ¿aún moriría Jesús en la cruz?
R. No. La muerte de Jesús fue por nuestro pecado. Por lo tanto, si el pecado nunca hubiera entrado en el mundo, Jesús no habría tenido que morir. Esta pregunta, sin embargo, solo puede responderse de manera "teórica", ya que Adán, Eva y todos nosotros pecamos. Para una explicación más completa, puede leer el capítulo 4 de “Mi fe católica” aquí.
Aunque esta pregunta es difícil de responder de forma breve y simplificada, consideremos una analogía. Digamos que tus padres comieron veneno. El resultado de este veneno es la muerte. La única cura para este veneno es recibir una transfusión de sangre nueva y saludable de alguien que no esté afectado. Por analogía, se podría decir que Jesús entró al mundo sin ningún efecto de este “veneno” para poder ofrecer la “transfusión” divina a Adán y Eva y toda su descendencia afectados por el veneno del pecado. Así, la sangre de Jesús es lo que nos sana al recibir esta sangre derramada del Sacrificio de la Cruz. Recibimos Su sangre salvadora al aceptarlo en nuestras vidas, especialmente a través de los Sacramentos y la fe.
Pero esta pregunta trae otra pregunta más interesante. Si Adán y Eva (y todos los que descendemos de ellos) nunca pecaron, ¿Dios el Hijo se habría hecho humano? ¿Habría tomado carne humana a través de la Encarnación de la Virgen María?
Aunque la muerte de Jesús fue a causa de nuestro pecado, Su Encarnación (hacerse humano) no fue únicamente para que Él pudiera morir por nuestro pecado. El Catecismo de la Iglesia Católica explica que una de las principales razones de Su Encarnación fue “para salvarnos reconciliándonos con Dios”, pero también identifica otras tres razones: “para que así conozcamos el amor de Dios” “para sé nuestro modelo de santidad”; y “para hacernos 'participantes de la naturaleza divina'” (Ver CIC # 457-460 ).
Por lo tanto, algunos especulan que incluso si no hubiera pecado, Dios se habría hecho carne para cumplir estos otros efectos de la Encarnación. Tal vez eso sea un poco profundo y solo sea una especulación, ¡pero es hermoso reflexionar sobre ello de todos modos!
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