Jueves semana diecisiete Tiempo Ordinario (28 julio 2022)
De Corazón a corazón: Jer 18,1-10 (“Como barro en manos del alfarero”); Mt 13,47-53 (“Es semejante el Reino de los cielos a una red que se echa al mar”).
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Las cosas son sencillas cuando se miran con ojos limpios. Todos somos de barro y podemos convertirnos en un jarrito precioso o en un puñado de desperdicios. También un vaso de barro puede contener un tesoro, pero se puede caer y romperse en mil pedazos (cfr. 2Cor 4,7). Todos los días se resuelven según el amor y la donación con que hemos vivido. La verdadera historia de los pueblos (y de las personas) se construye amando; las crisis se originan en especulaciones tramposas. Dios Amor es especialista en “barro” y nos pide dejarnos moldear por él. Pero podemos acabar en un museo, en un objeto querido del hogar o en un montón de basura.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Dios no quiere hacer nada sin nuestra cooperación libre; espera pacientemente y hace posible nuestro “sí” (como esperó e hizo posible el de María). “Los labios de María pronunciaron la frase más bella que el ángel pudiera llevar a Dios: «Que se haga en mí lo que tú dices» (Lc 1, 38)” (Papa Francisco, 25 marzo 2022).
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