Stos. Marta, María y Lázaro (jueves, 29 julio 2022)
De corazón a corazón: 1Jn 4,7-16 (“Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor!”); Jn 11,19-27/Lc 10,38-42 (“Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa”)
Contemplación, vivencia, fraternidad y misión: La “Betania” donde ahora se hospeda Jesús es un corazón bueno y una comunidad “familiar”, que ha recibido la buena semilla de la Palabra. Quien ha encontrado a Jesús, está capacitado para anunciarle y servirle en todos: “El Señor está aquí y te llama” (Jn 11,28). Sólo lo encuentra el que lo recibe en el corazón y lo ama en los hermanos. “Marta y María, ambas estaban estrechamente unidas al Señor, ambas le servían… Marta le hospedó… era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma a su Salvador… María, la que recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor” (S. Agustín, Sermón 103, 1-2). Lázaro fue un signo del misterio pascual de la muerte y resurrección de Jesús.
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Ella supo decir que “sí” a la Palabra y meditarla en su corazón. Por esto estaba siempre disponible para servir (como en su visita a Isabel) y era capaz de observar lo que faltaba como en las bodas de Caná. Su misión es la nuestra: “Haced lo que él os diga” (Jn 2,5).
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