jueves, 21 de abril de 2022

¡Incrédulos por Joy! 21 de abril de 2022 Jueves de la Octava de Pascua

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

¡Incrédulos por Joy!
21 de abril de 2022
Jueves de la Octava de Pascua
Lecturas para hoy

Estando todavía incrédulos de alegría y asombrados, les preguntó: ¿Tenéis aquí algo de comer? Le dieron un trozo de pescado al horno; lo tomó y se lo comió delante de ellos. Lucas 24:41–43

“¡Incrédulos de alegría!” ¡Qué gran descripción de la reacción de los discípulos hacia Jesús! Ser “incrédulos” significa que los discípulos no estaban seguros de qué creer. Dudaban en creer en lo que estaban viendo. Allí estaba Jesús, a quien vieron crucificado, de pie ante ellos con las heridas en Sus manos y pies. Estaba hablando con ellos y pidió algo de comer. Estaban un poco conmocionados, incrédulos e inseguros.

Pero la descripción dice que estaban incrédulos “¡de gozo!” Es como si estuvieran esperando explotar de alegría, querían experimentar la alegría de lo que estaban viendo, pero algo los detenía. Todo parecía demasiado bueno. ¿Era cierto? ¿Será que Jesús realmente venció a la muerte y volvió a estar con ellos?

Esta reacción de los discípulos revela una experiencia que todos tenemos en ocasiones cuando Dios nos invita a entrar en su gloria y gracia. Muy a menudo, cuando Dios nos invita a acercarnos a Él, cuando nos invita a experimentar la alegría de Su Resurrección, reaccionamos con vacilación. Puede que nos resulte difícil permitirnos experimentar la realidad de la Resurrección en nuestras vidas.

Esto puede suceder por muchas razones. El desánimo es una de las causas de nuestra vacilación para abrazar plenamente la Resurrección. Los discípulos estaban profundamente desalentados por la muerte de Jesús. Y ahora que Él había resucitado y estaba de pie ante ellos, dudaban en dejar ir ese desánimo que dejaron que se apoderara de ellos.

Así también, podemos fácilmente dejar que el peso del mundo, nuestro pecado o los pecados de otros nos afecten. Podemos enojarnos o enfadarnos y encontrarnos pensando en los problemas aparentes que enfrentamos. Disfrutar de la Resurrección significa que apartamos la vista de esas cosas y miramos atentamente las realidades en las que Dios quiere que nos concentremos. No sirve de nada desanimarnos con los muchos problemas que se nos presentan. En cambio, nuestro Señor nos llama regularmente a mirar más allá de ellos hacia algo más grande. ¡Él nos está llamando a mirar hacia Su victoria! Mirar Su victoria es liberador y produce una fe increíble en nuestra vida. Y esa fe en el Resucitado tendrá como efecto una alegría maravillosa que Dios quiere que tengamos.

Reflexiona hoy sobre tu propia reacción ante la realidad de la Resurrección de nuestro Señor. Pasa algún tiempo hoy contemplando al Señor Resucitado. Mira Su victoria. Mira Su gloria. Mirad a Aquel que os llama a una fe profunda. Con tus ojos fijos en Él, todo lo demás que te tienta al desánimo simplemente se desvanece.

Mi Señor resucitado, quiero mirarte. Quiero ver tu esplendor y gloria. Quiero verte resucitado de entre los muertos y sentir gran alegría y deleite en esta realidad. Ayúdame, amado Señor, a experimentar la increíble alegría que proviene de conocerte a Ti, nuestro Señor Resucitado. Jesús, en Ti confío.


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