sábado, 30 de abril de 2022

Superando el miedo diario 30 de abril de 2022 Sábado de la Segunda Semana de Pascua

 



Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!

Superando el miedo diario
30 de abril de 2022
Sábado de la Segunda Semana de Pascua
Lecturas para hoy

San Pío V, Papa—Memoria opcional

Cuando habían remado unas tres o cuatro millas, vieron a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y comenzaron a tener miedo. Pero él les dijo: “Soy yo. No temáis”. Juan 6:19–20

Esta frase tan familiar fue pronunciada una vez más: “No tengas miedo”.

El escenario es significativo. Está oscuro y los Apóstoles están en el mar. Si alguna vez has estado en medio del mar cuando está oscuro, sabrás que esto es un poco aterrador. No puedes ver la tierra y te sientes como si estuvieras rodeado por nada. Los Apóstoles se habrían sentido un poco perdidos como si estuvieran en medio de la nada.

Pero, en medio de esta experiencia, Jesús vino caminando hacia ellos y les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Esto habría sido bastante consolador para ellos.

Hay que ver en esta experiencia de los Apóstoles la experiencia cotidiana que tantos tienen. Muchos pueden sentirse como si estuvieran rodeados de nada, solos y perdidos. Claro, esto puede no ser un sentimiento abrumador para algunos, pero con demasiada frecuencia es una experiencia que muchos tienen en un grado u otro.

Este pasaje del Evangelio nos revela que Jesús viene a nosotros sin importar dónde estemos o sea cual sea la situación en la que nos encontremos. Él no espera que vayamos a buscarlo, sino que entra en nuestras vidas allí donde estamos. .

Esta experiencia de estar en el mar en la oscuridad se presenta de muchas formas. Quizás tu vida esté llena de actividad, pero todavía te sientes solo. Quizás tu vida es una en la que no tienes muchos a tu alrededor y sientes la experiencia constante del aislamiento. O tal vez pones buena cara y te presentas como alguien que lo tiene todo bajo control, pero por dentro estás luchando profundamente. Cualquiera que sea el caso, Jesús quiere venir a ti y consolarte.

Reflexiona, hoy, sobre estas palabras de Jesús. Escúchalo decirte: “Soy yo”. Mientras lo escucha decir estas palabras, vuélvase hacia Él y reconozca Su presencia. Deja que entre en el mar oscuro para que sientas que te rodea. Escúchalo decir: “No tengas miedo”. Hay tantas experiencias en la vida que podemos temer. Tantas veces que el miedo puede apoderarse de nosotros. Si nos permitimos centrarnos en Jesús, el miedo a nuestro entorno cotidiano desaparece. Descubrimos, en lo más profundo, que Jesús está allí mismo y que todo está bien porque Él se preocupa y tiene el control. Déjalo entrar en la barca de tu corazón y deja que Él se haga cargo. Él viene a ti y está esperando una respuesta.

Señor de todo consuelo, tantas veces no reconozco tu divina presencia en mi vida. Muy a menudo no te veo venir a mí. Ayúdame a saber que Tú siempre estás ahí. Libérame de los muchos temores de la vida, amado Señor, y dame valor para recibirte plenamente en mi vida. Jesús, en Ti confío.





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