Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Reflexión 114: Desapego del mundo
El “mundo” es mencionado en las Escrituras muchas veces, especialmente por Jesús mismo. Dijo que el mundo os odiará y no os entenderá. El mundo, de hecho, los perseguirá. Esto podría convertirse en la causa del miedo y la angustia para algunos. Provoca estos efectos en nosotros cuando nos preocupamos demasiado por quedar bien a los ojos del mundo y actuar para ganar su estima. No caigas en esta trampa. El mundo os amará sólo si os volvéis mundanos, asumiendo sus valores seculares y pecaminosos. En cambio, mantén tus ojos fijos en el Cielo. Vive como si estuvieras en el mundo, pero no fueras de él. Permite que el Señor te proteja de las tentaciones mundanas para que vivas solo en Él y para Él en todo momento (Ver Diario #537).
Pregúntate seriamente, hoy, cuánta influencia tienen sobre ti las opiniones del mundo. ¿Te encuentras soñando con ser bien visto y respetado a la vista del público? Si es así, ten mucho cuidado con este deseo. Claro, si te has entregado completamente a Cristo y, como resultado, muchas personas hablan bien de ti, eso es bueno. Pero no es tan común. Más a menudo, cuando nos comprometemos con Cristo y con su santa misión, nos encontraremos mal juzgados, despreciados e incluso perseguidos. Puede ser solo en pequeñas formas, pero no se sorprenda si se vuelve más pronunciado a medida que se acerca a la Voluntad de Dios. No te preocupes por esto. Mantén tus ojos en Cristo y preocúpate solo de Su juicio sobre ti. Su “opinión” es todo lo que importa porque Su opinión es la Verdad.
Señor Jesús, no fuiste controlado por las opiniones de los demás. No permitiste que los falsos valores y presiones del mundo te dirigieran. Ayúdame a mantener mis ojos en Ti y en Tu Voluntad en todas las cosas. Dame valor para preocuparme sólo de agradarte. Jesús, en Ti confío.
¡Mi vida católica!
Reflexión 114: Desapego del mundo
El “mundo” es mencionado en las Escrituras muchas veces, especialmente por Jesús mismo. Dijo que el mundo os odiará y no os entenderá. El mundo, de hecho, los perseguirá. Esto podría convertirse en la causa del miedo y la angustia para algunos. Provoca estos efectos en nosotros cuando nos preocupamos demasiado por quedar bien a los ojos del mundo y actuar para ganar su estima. No caigas en esta trampa. El mundo os amará sólo si os volvéis mundanos, asumiendo sus valores seculares y pecaminosos. En cambio, mantén tus ojos fijos en el Cielo. Vive como si estuvieras en el mundo, pero no fueras de él. Permite que el Señor te proteja de las tentaciones mundanas para que vivas solo en Él y para Él en todo momento (Ver Diario #537).
Pregúntate seriamente, hoy, cuánta influencia tienen sobre ti las opiniones del mundo. ¿Te encuentras soñando con ser bien visto y respetado a la vista del público? Si es así, ten mucho cuidado con este deseo. Claro, si te has entregado completamente a Cristo y, como resultado, muchas personas hablan bien de ti, eso es bueno. Pero no es tan común. Más a menudo, cuando nos comprometemos con Cristo y con su santa misión, nos encontraremos mal juzgados, despreciados e incluso perseguidos. Puede ser solo en pequeñas formas, pero no se sorprenda si se vuelve más pronunciado a medida que se acerca a la Voluntad de Dios. No te preocupes por esto. Mantén tus ojos en Cristo y preocúpate solo de Su juicio sobre ti. Su “opinión” es todo lo que importa porque Su opinión es la Verdad.
Señor Jesús, no fuiste controlado por las opiniones de los demás. No permitiste que los falsos valores y presiones del mundo te dirigieran. Ayúdame a mantener mis ojos en Ti y en Tu Voluntad en todas las cosas. Dame valor para preocuparme sólo de agradarte. Jesús, en Ti confío.
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