PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Dijo Jesús a Marta en Betania: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo» (Jn 11,25-27).
Pensamiento franciscano:
Del Testamento de santa Clara: «Entre los otros beneficios que hemos recibido y recibimos cada día de nuestro espléndido benefactor el Padre de las misericordias, y por los que más debemos dar gracias al Padre glorioso de Cristo, está el de nuestra vocación, por la que, cuanto más perfecta y mayor es, más y más deudoras le somos. Por lo cual dice el Apóstol: Reconoce tu vocación» (TestCl 2-4).
Orar con la Iglesia:
Por Jesucristo hemos renacido del agua y del Espíritu Santo. Oremos, pues, como hijos, al Padre que nos ama y nos escucha.
-Por la Iglesia: para que se deje siempre guiar por la luz de Cristo y el impulso del Espíritu Santo.
-Por todos los bautizados y en particular por los adultos recién bautizados: para que, iluminados por Cristo, seamos sus testigos ante los hombres.
-Por las autoridades públicas: para que busquen el bien de todos y promuevan la paz y la solidaridad.
-Por los que celebramos con gozo la Pascua del Señor: para que, con la ayuda del Espíritu, ofrezcamos a todos la verdadera imagen de Cristo.
Oración: Escúchanos, Señor, y concédenos ser, en todo momento y lugar, vehículos de la salvación que nos mereció Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario