Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Sobreviviendo a este mundo
1 de junio de 2022
Miércoles de la VII semana de Pascua
Lecturas para hoy
San Justino Mártir—Memoria
“Les di tu palabra, y el mundo los odió, porque no pertenecen al mundo más de lo que yo pertenezco al mundo. No pido que los saques del mundo sino que los guardes del Maligno. Ellos no pertenecen al mundo más de lo que yo pertenezco al mundo. Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad.” Juan 17:14–17
“Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad.” ¡Esa es la clave para sobrevivir!
Las Escrituras revelan tres tentaciones principales que enfrentamos en la vida: la carne, el mundo y el diablo. Los tres trabajan para desviarnos. Pero los tres son conquistables con una cosa... la Verdad.
Este pasaje del Evangelio anterior habla específicamente del “mundo” y del “maligno”. El maligno, que es el diablo, es real. Él nos odia y hace todo lo que puede para engañarnos y arruinar nuestras vidas. Trata de llenar nuestra mente con promesas vacías, ofrece placer fugaz y alienta las ambiciones egoístas. Fue mentiroso desde el principio y sigue siendo mentiroso hasta el día de hoy.
Una de las tentaciones que el diablo le lanzó a Jesús durante Su ayuno de cuarenta días al comienzo de Su ministerio público fue la tentación de obtener todo lo que el mundo tiene para ofrecer. El diablo le mostró a Jesús todos los reinos de la tierra y dijo: “Todo esto te daré, si te postras y me adoras”.
En primer lugar, esta fue una tentación tonta dado el hecho de que Jesús ya era el Creador de todas las cosas. Pero, no obstante, permitió que el diablo lo tentara con esta tentación mundana. ¿Por qué hizo esto? Porque Jesús sabía que todos seríamos tentados con las muchas tentaciones del mundo. Por “mundo” queremos decir muchas cosas. Una cosa que viene a la mente, en nuestros días y época, es el deseo de aceptación mundana. Esta es una plaga que es muy sutil pero que afecta a muchos, incluida nuestra Iglesia misma.
Con la poderosa influencia de los medios de comunicación y la cultura política mundial, hoy, más que nunca, existe una presión para que nosotros, los cristianos, simplemente nos amoldemos a nuestra época. Estamos tentados a hacer y creer lo que es popular y socialmente aceptable. Y el “evangelio” que nos estamos permitiendo escuchar es el mundo secular del indiferentismo moral.
Existe una poderosa tendencia cultural (una tendencia global debido a Internet y los medios) a convertirse en personas que están dispuestas a aceptar cualquier cosa y todo. Hemos perdido nuestro sentido de la integridad moral y la verdad. Por lo tanto, las palabras de Jesús necesitan ser abrazadas hoy más que nunca. “Tu Palabra es Verdad.” La Palabra de Dios, el Evangelio, todo lo que enseña nuestro Catecismo, todo lo que nuestra fe revela es la Verdad. Esta Verdad debe ser nuestra luz de guía y nada más.
Reflexiona hoy sobre la influencia que la cultura secular tiene sobre ti. ¿Ha cedido a la presión secular, oa los “evangelios” seculares de nuestra época? Se necesita una persona fuerte para resistir estas mentiras. Los resistiremos sólo si nos mantenemos consagrados en la Verdad.
Señor de toda verdad, me consagro a Ti. Tú eres la Verdad. Tu Palabra es lo que necesito para mantenerme enfocado y navegar a través de las muchas mentiras que me rodean. Dame fuerza y sabiduría para que pueda permanecer siempre en Tu protección lejos del maligno. Jesús, en Ti confío.
¡Mi vida católica!
Sobreviviendo a este mundo
1 de junio de 2022
Miércoles de la VII semana de Pascua
Lecturas para hoy
San Justino Mártir—Memoria
“Les di tu palabra, y el mundo los odió, porque no pertenecen al mundo más de lo que yo pertenezco al mundo. No pido que los saques del mundo sino que los guardes del Maligno. Ellos no pertenecen al mundo más de lo que yo pertenezco al mundo. Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad.” Juan 17:14–17
“Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad.” ¡Esa es la clave para sobrevivir!
Las Escrituras revelan tres tentaciones principales que enfrentamos en la vida: la carne, el mundo y el diablo. Los tres trabajan para desviarnos. Pero los tres son conquistables con una cosa... la Verdad.
Este pasaje del Evangelio anterior habla específicamente del “mundo” y del “maligno”. El maligno, que es el diablo, es real. Él nos odia y hace todo lo que puede para engañarnos y arruinar nuestras vidas. Trata de llenar nuestra mente con promesas vacías, ofrece placer fugaz y alienta las ambiciones egoístas. Fue mentiroso desde el principio y sigue siendo mentiroso hasta el día de hoy.
Una de las tentaciones que el diablo le lanzó a Jesús durante Su ayuno de cuarenta días al comienzo de Su ministerio público fue la tentación de obtener todo lo que el mundo tiene para ofrecer. El diablo le mostró a Jesús todos los reinos de la tierra y dijo: “Todo esto te daré, si te postras y me adoras”.
En primer lugar, esta fue una tentación tonta dado el hecho de que Jesús ya era el Creador de todas las cosas. Pero, no obstante, permitió que el diablo lo tentara con esta tentación mundana. ¿Por qué hizo esto? Porque Jesús sabía que todos seríamos tentados con las muchas tentaciones del mundo. Por “mundo” queremos decir muchas cosas. Una cosa que viene a la mente, en nuestros días y época, es el deseo de aceptación mundana. Esta es una plaga que es muy sutil pero que afecta a muchos, incluida nuestra Iglesia misma.
Con la poderosa influencia de los medios de comunicación y la cultura política mundial, hoy, más que nunca, existe una presión para que nosotros, los cristianos, simplemente nos amoldemos a nuestra época. Estamos tentados a hacer y creer lo que es popular y socialmente aceptable. Y el “evangelio” que nos estamos permitiendo escuchar es el mundo secular del indiferentismo moral.
Existe una poderosa tendencia cultural (una tendencia global debido a Internet y los medios) a convertirse en personas que están dispuestas a aceptar cualquier cosa y todo. Hemos perdido nuestro sentido de la integridad moral y la verdad. Por lo tanto, las palabras de Jesús necesitan ser abrazadas hoy más que nunca. “Tu Palabra es Verdad.” La Palabra de Dios, el Evangelio, todo lo que enseña nuestro Catecismo, todo lo que nuestra fe revela es la Verdad. Esta Verdad debe ser nuestra luz de guía y nada más.
Reflexiona hoy sobre la influencia que la cultura secular tiene sobre ti. ¿Ha cedido a la presión secular, oa los “evangelios” seculares de nuestra época? Se necesita una persona fuerte para resistir estas mentiras. Los resistiremos sólo si nos mantenemos consagrados en la Verdad.
Señor de toda verdad, me consagro a Ti. Tú eres la Verdad. Tu Palabra es lo que necesito para mantenerme enfocado y navegar a través de las muchas mentiras que me rodean. Dame fuerza y sabiduría para que pueda permanecer siempre en Tu protección lejos del maligno. Jesús, en Ti confío.
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