Santísima Trinidad que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros
Después de haber invocado a las tres Divinas Personas pasamos a invocarlas en unidad, bajo el nombre de Augusta Trinidad. La Iglesia pone en nuestros labios esta invocación para recordarnos el Misterio inefable de la Unidad y Trinidad de Dios. Este Misterio es el fundamento y el origen de toda la fe revelada. El Misterio de la Encarnación del Verbo lo supone y emana de él y, del Misterio de la Encarnación derivan todos los misterios y todas las verdades de nuestra fe: el misterio de las dos naturalezas y de la Persona Divina de Jesucristo, los Misterios de la Redención, de la Santa Iglesia, de la Gracia, de los Sacramentos, etc.
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