martes, 1 de enero de 2019

Papa Francisco: ¿Por qué debemos ir a Misa el domingo?

papa francisco saludando alegre


Papa Francisco: El domingo es un día sagrado para los cristianos, y se santifica con la Eucaristía, que es la presencia viva del Señor.  


"Perderse la misa los domingos significa perderse un encuentro con el Señor", estas fueron las palabras y el tema principal que el Papa Francisco decidió compartir a los fieles este miércoles. Dirigiéndose a los presentes en el Salón Pablo VI para la audiencia general semanal, el Papa reflexionó sobre la pregunta:

¿Por qué debemos ir a Misa el domingo?
Continuando con su catequesis sobre la Eucaristía, el Papa Francisco les recordó a los cristianos que la primera razón por la que vamos a misa los domingos es para encontrarnos con el Señor resucitado, o mejor aún: Dejarnos ser bienvenidos por Él, escuchar su palabra, comer en su mesa y por su gracia.

Con esto cumplimos nuestra misión como miembros del Cuerpo Místico de la Iglesia.

El domingo es un día sagrado.

El domingo es un día sagrado para los cristianos, y se santifica con la celebración de la eucaristía, que es la presencia viva del Señor entre nosotros. La Misa es lo que define el domingo para los cristianos. ¿Qué clase de domingo puede ser si falta un encuentro con el Señor?

El Papa enfocó sus pensamientos a las comunidades cristianas perseguidas que no pueden celebrar misa todos los domingos y que hacen todo lo posible para reunirse en oración en este día sagrado.

También mencionó a algunos miembros de la sociedad secularizada que han perdido ese sentido cristiano del domingo que está iluminado por la Eucaristía.

Esto es una verdadera vergüenza, debemos reflexionar sobre la necesidad de recuperar esta necesidad.

Día de dignidad como hijos de Dios.
El Concilio Vaticano II nos pidió celebrar el Día del Señor como un día de alegría y descanso del trabajo servil como una señal de nuestra dignidad como hijos de Dios:

Sin Cristo, estamos condenados a sentirnos abrumados por la fatiga de la vida cotidiana, con sus preocupaciones y miedo al mañana.

Nuestra reunión dominical con el Señor nos da la fuerza para vivir hoy con confianza y coraje para avanzar con esperanza.

En la eucaristía recibimos un anticipo de la bienaventuranza y el reposo eterno a los que somos llamados, en los que no habrá más fatiga, dolor, ni lágrimas, sólo la alegría de vivir plenamente y para siempre con el Señor.

Eucaristía: Fuente de gracia
La calidad de la vida cristiana se mide por nuestra capacidad de amar al otro, pero, ¿cómo podemos practicar el Evangelio sin extraer de la energía provista por la fuente inextinguible de la Eucaristía?

Vayamos a la Misa, no para darle algo a Dios, sino para recibir de Él la gracia y la fuerza para permanecer fieles a su palabra, seguir sus mandamientos y, a través de su presencia viva dentro de nosotros, ser testigos de su bondad y amor ante el mundo.

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