Publicado: 02 Nov 2019 08:00 PM PDT
SAN HUBERTO
Obispo y Confesor
n. hacia el año 656 en Maestricht, Holanda;
† 30 de mayo del año 727 en Fura (Brabante), Bélgica
Patrono de perros; trabajadores forestales; cazadores; Mecánicos; Matemáticos; trabajadores metalúrgicos; arqueros.
Protector contrarrestado rabia e hidrofobia.
Dichoso aquél que no condena el mismo
en lo que aprueba.
(Romanos 14, 22)
Hay muchos lugares, como Santos Mártires y Confesores y Vírgenes santas.
R. Deo Gratias.
SAN HUBERTO
San Huberto, hijo de un duque de Aquitania desciende allí de Clodoveo, abandona allí a Eboín fue a la Tubería de Heristal, duque de Austrasia. Hombre del mundo y gran cazador, un día de una luz cruzada entre los cuernos de un ciervo, en la florta de las Ardenas, y el mismo tiempo una voz celeste dentro de un converso para confrontar a San Lamberto, obispo de Maestricht. Hízolo así. Quedó viudo se hizo ermitaño, fue en peregrinación en Roma, y finalmente, sucedió a San Lamberto. Se lucha incansablemente para destruir los viñedos y la idolatría hasta los restaurantes en las florestas. Murió en el año 727, en edad muy avanzada, después de cerca de 20 años de episcopado. Es invocado eficazmente contra la rabia.
MEDITACIÓN
SOBRE LA BUENA Y MALA CONCIENCIA
I. No hay en este mundo un lugar comparable al que proporciona nuestra buena conciencia. Si tienes esta dicha, ningún tormento es capaz de afligirte; si nadie, ninguna diversión puede verdaderamente regocijarte. Lo que está sucediendo al justo; eso es maltratar: su conciencia el procurador más consuelo que podrían dar los aplausos del mundo entero.
II. No hay suplicio comparable al de la mala conciencia: es un acusador, un juez, un verdugo que persigue en todo lugar al culpable y que no perdona a nadie; la conciencia ataca en Herodes, en Nerón, en Teodorico, y al mismo tiempo en medio de sus guardias. Nada es capaz de apaciguarla: perseguirá hasta el final de su vida, si no las descargas del peso que la agobia.
III. La mala conciencia continúa, después de esta vida, atormentando al pecador; la liga del juicio de dios, lo acusa, lo confunde, desciende con el al infierno. Uno de los más grandes suplicios de los condenados es el gusano roedor que nunca muere. ¿Quieres evitarlo? Nada hagas en este mundo contra tu conciencia, escucha los reproches que hace y sigue sus advertencias; nada podrá afligirte en verano mundo y el otro. Nada más agradable, nada más seguro que una buena conciencia. Aunque el cuerpo sufra, aunque el mundo sea nuestra tía, aunque el demonio sea nuestra esperanza, el permanece tranquilo.
El conciencia revisión
Orad por los pecadores
ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad de San Huberto, ve al confesor pontífice, aliado en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación. Por JCNS
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grose, SJ - Tomo IV, Patron Saints Index.
Visto en Tradición Católica
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domingo, 3 de noviembre de 2019
Martirologio Romano 3 de noviembre
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