Papa Francisco: Dios nunca te da un regalo sin hacerlo más bonito

Papa Francisco: La oración se hace con el amigo, con el compañero de la vida, se hace con el Padre y se hace en el Espíritu Santo  


El Papa Francisco nos ha regalado una reflexión sobre lo que significa "pedir en la oración" y nos ha recordado que en la oración solicitamos muchas cosas, pero el don más grande que Dios nos puede dar es el Espíritu Santo.

"La misericordia de Dios no solo perdona, eso lo sabemos todos, sino que es generosa y da más y más"

En el Evangelio del amigo inoportuno (Lucas 11,5-13) hay "tres palabras clave": el amigo, el Padre y el don.

Jesús muestra a los discípulos qué es la oración. Y como un hombre se dirige a media noche donde una amigo para pedir algo.

En la vida hay amigos de oro que realmente dan todo. Hay otros más o menos buenos, pero la Biblia nos dice "uno, dos o tres.. no más". Después, los otros son amigos, pero no como estos. E incluso si somos inoportunos e invasivos la unión de la amistad hace que se nos dé lo que pedimos.

Jesús habla de un Padre amoroso

"¿Qué padre entre ustedes, si un hijo le pide un pez, la dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?... Si ustedes que siendo malos saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo!".

Por tanto, no sólo el amigo que nos acompaña en el camino de la vida nos ayuda y nos da lo que nosotros pedimos: también el Padre del cielo que nos ama tanto y del cuál Jesús ha dicho que se preocupa por dar de comer a los pájaros del campo.

Pide en oración y se te dará
Jesús quiere despertar la confianza en la oración y dice:

"Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque quien pide recibe, quien busca encuentra, y a quien llama se le abre".

Esta es la oración: pedir, buscar cómo llamar al corazón de Dios. Y el Padre, dará el Espíritu Santo al que se lo pide.

Este es el don, este es el "extra" de Dios. Dios nunca te da un regalo, una cosa que le pides así, sin envolverlo bien, sin algo más que lo haga más bonito.

Y lo que el Señor, el Padre nos da aún más es el Espíritu: el verdadero don del Padre es aquel que la oración no osa esperar. "Yo pido esta gracia; pido esto, llama y rezo mucho... Solamente espero que me de esto"... Y Él, que es Padre, me da eso y más: el don, el Espíritu Santo.

La oración se hace con el amigo, con el compañero de la vida, se hace con el Padre y se hace en el Espíritu Santo, el amigo es Jesús.

Es Él quien nos acompaña y nos enseña a rezar. Y nuestra oración debe ser así, trinitaria. Muchas veces: "¿Pero usted cree?": "sí, sí". "¿En qué cree?: en Dios". "Pero, ¿qué es Dios para usted?": "Dios, Dios" . Pero Dios no existe: ¡no os escandalicéis! ¡Dios así no existe! Existe el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: son personas, no son una idea en el aire... Este Dios spray no existe... Existen personas

Jesús es el compañero de camino que nos da lo que pedimos, el Padre que cuida de nosotros y nos ama, y el Espíritu Santo que es el don, es ese "extra" que nos da el Padre, lo que nuestra conciencia no osa esperar.