sábado, 15 de diciembre de 2018

Oración de bendición del Árbol de Navidad

familia reunida madre hijo frente arbol de navidad sotiendo adornos navidenos


Cuando se bendice el Árbol de Navidad, la bendición debe ser ofrecida por el padre u otro miembro familiar para luego iluminarse  


El Árbol de Navidad puede ser bendecido durante el Adviento, en la Noche Buena, o en el mismo día de Navidad.

Cuando se bendice el árbol en casa, la bendición debe ser ofrecida por el padre u otro miembro familiar. La bendición puede ser también incorporada a la oración de la mañana o de la tarde, o ser parte de la Liturgia de la Palabra.

El Árbol de Navidad es iluminado después que se ha completado la oración de bendición.

Se puede leer una lectura de las Escrituras antes de la oración de bendición, y para esto se ofrecen tres opciones: Tito 3:4-7; Génesis 2:4-9; o Isaías 9:1-6. El Salmo 96 puede ser utilizado como Salmo Responsorial. El himno "¡Oh ven!, ¡Oh ven, Emanuel!" puede ser cantado.

Oración de Bendición del Árbol de Navidad
El ministro, padre de familia o el miembro designado al comenzar la celebración, dice lo siguiente:

"Nuestro auxilio es el nombre del Señor"


Todos responden:

"Que hizo el cielo y la tierra."

Uno de los presentes, o la misma persona, lee un breve texto de la sagrada Escritura, por ejemplo: Isaías 60,13:

"Te traerán, Jerusalén, las riquezas del Líbano, el ciprés, el olmo y el abeto, para adornar mi santuario, pues yo honraré el estrado de mis pies".

Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas, si es laico, con las manos juntas, dice la oración de bendición:

Oración
Bendito seas, Señor y Padre nuestro, que nos concedes recordar con fe en estos días de Navidad los misterios del nacimiento de Jesucristo.

Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol y lo hemos embellecido con luces, vivir también a la luz de los ejemplos de la vida santa de tu Hijo y ser enriquecidos con las virtudes que resplandecen en su santa infancia.

Todo el Honor y la Gloria sea para Él por los siglos de los siglos.

Todos responden: 

Amen.

Según las circunstancias, el ministro rocía con agua bendita a los presentes y el Árbol de Navidad y estamos listos para disfrutar de esta preciosa devoción de Navidad. (Bendiciones Navideñas, No. 1275-1278)

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