A propósito de hoy…
¿QUIERES SER NUESTRO PASTOR, SEÑOR?
Gracias, Señor, por conducirme hacia valles tranquilos
mi alma, y también mi corazón, cuando de Ti
necesitan un poco de paz y de sosiego.
Gracias, Señor, porque me siento uno de los tuyos
Porque no soy ni más ni menos importante que los demás
Porque, aún siendo amigo tuyo,
camino junto a muchos de mis hermanos
para conocerte y verte cada día más cerca.
¿Me dejas, Señor, seguirte?
¿Me aceptas a pesar de desviarme de tus senderos?
¿Me amas aún a sabiendas de que me distraigo
con otros pastos y que bebo de otras fuentes?
Gracias, Señor, porque me aceptas como soy
Porque, Tú Buen Pastor, animas al sano
pero también recoges y esperas al herido
Porque empujas al que puede andar por sí mismo
y cargas, sobre tus hombros, al que no puede
o no quiere avanzar, exhausto o desencantado
¿Quieres, Señor, conocerme?
¿Aceptas, Señor, mi interior confuso y convulsionado?
Mira, Señor, que aun siendo de los tuyos
aun siendo oveja de tu rebaño
con mis palabras y acciones
a veces tengo la sensación de dispersar
lo que Tú, con mano providente y pacientemente
unes en el amor, la vida y la caridad
¿Me permites, Señor, conocerte?
Hoy, Señor, te confieso que quiero seguirte
Que quiero formar parte de tu equipo
Que, lejos de ser un borrego,
quiero tener el criterio que nace del Evangelio
Que quiero dejarme llevar por la Gracia de Dios
para que no me arrastren los vientos del mundo
Hoy, Señor, Buen Pastor de toda mi existencia
quiero darte las gracias porque das tu vida por mí
Porque ante Ti no puedo esconderme
Porque respetas mi libertad para seguirte
Porque tu voz es potente, nítida y única
Gracias, Señor, porque Tú, Buen Pastor
conoces mejor que yo
aquello que para mis días
más o menos me conviene
Amén
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