miércoles, 30 de noviembre de 2022

Entrega total

 



¡Mi vida católica!

¡Un camino de conversión personal!


Entrega total
Nota: El contenido de la siguiente meditación puede requerir que regrese a esta meditación varias veces a lo largo de la semana y tal vez incluso la próxima semana durante su hora santa antes de continuar. Dedica todo el tiempo que sea necesario a esta meditación para que tu resolución se vuelva profunda, sacrificial, liberadora y gozosa.
A pesar de tu indignidad para compartir la vida divina, Dios te elige de todos modos. Recordad vuestro pecado y sus consecuencias, pero desde allí comenzad a escuchar la Voz del Divino Rey, llamándoos a participar plenamente de Su Divino Reino. Su participación dependerá de la profundidad de su entrega total y libre a Dios y Su Divina voluntad. ¿Está dispuesto? ¿Puedes hacer la elección radical y completa de elegir a Dios y Su voluntad sin reserva alguna? Aquí hay tres pasos que debe seguir para lograr este objetivo.
El primer paso es escuchar el llamado de Dios. El no escuchar el llamado de Dios resultará en que trates de construir Su Reino por tu cuenta. Intentar hacerlo terminará en un fracaso. La única manera de participar en la construcción del Reino de Dios es escuchando, comprendiendo y respondiendo.
En tu oración, en lo profundo de tu conciencia, Dios te está hablando. Él revela que Su misión es difícil, pero que vale la pena abrazar. Él te proporcionará todo lo que necesitas para seguirlo y cumplir el propósito de tu vida. Él estará contigo en cada paso del camino. Él te conducirá, te guiará, te enseñará, te consolará y estará contigo en todo. Tu “Sí” te conducirá finalmente a la gloriosa victoria sobre la muerte para ti y para los demás. ¿Qué dirás?
Pasa tiempo en silencio, meditando en la invitación de Dios a compartir Su plan eterno para tu vida. ¿Qué te está diciendo específicamente ? (Reflejo silencioso)
El segundo paso es decir “Sí”. Cuando Dios llama, no revela todos los aspectos de su plan perfecto para tu vida. Él no te muestra a dónde serás conducido o qué debes hacer. Más bien, Él pide tu completa confianza en la fe. A veces, Su plan será claro y, a veces, tendrás que dar un paso con una fe completamente ciega. ¿Confías en Dios? Especialmente, ¿confías en Dios en momentos en que Su invitación no es completamente clara para ti?
Hay una gran sabiduría en decir “Sí” a Dios. Él es el Rey Todopoderoso del Universo. Sería una tontería ignorar Su plan. Él es Sabiduría por encima de toda sabiduría humana. Sería gravemente poco inteligente elegir cualquier otra cosa que no sea Su plan perfecto. Él es un Dios de amor perfecto y felicidad perfecta. No hay otra forma de realización en la vida que no sea Su plan.
Reflexione sobre la sabiduría de decir “Sí” a Dios. No importa lo que Él pida, es perfectamente sabio decirle “Sí” y hacerlo de inmediato, incluso antes de saber lo que Él pide. Pasa tiempo asintiendo tranquilamente a la perfecta voluntad de Dios para tu vida. Di “Sí” una y otra vez en tu corazón y no dudes. Reconoce que no sabes completamente lo que Él te pide, pero que la respuesta sigue siendo “Sí”. Es posible que incluso desee recordar brevemente todos los escenarios posibles a los que Dios puede llevarlo, esforzándose por dejar de lado todas las preferencias personales que pueda tener. Pasa varios minutos haciéndolo antes de continuar.
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. “Hágase en mí según tu palabra”. (Reflejo silencioso)
El tercer paso es la “rendición total”. No es suficiente decir “Sí” a Dios una, dos o incluso tres veces. Tu entrega total es una decisión de por vida que debe profundizarse cada día que pasa. Tu entrega inicial a Él es buena y abre la puerta a una entrega mucho más profunda. A menudo, cuando entregas tu vida a Dios, lo haces con vacilación. Puede decir "Sí" y luego esperar a descubrir a qué acaba de decir "Sí". Cuando comienzas a comprender los detalles prácticos de tu rendición, a menudo puedes tener dudas.
¿Dios realmente quiere que entregue todos los aspectos de mi vida? ¿Y hacerlo sin reservas y sin vacilaciones? De hecho, lo hace. En esta meditación, es esencial que tomes la decisión de estar “todo dentro”. Hacer esa elección significa que nunca se retractará de su compromiso. Aunque todos pecamos y fallamos a veces, su determinación personal debe ser absoluta.
Reflexione sobre la profundidad de su determinación de abrazar la voluntad de Dios con 100% de generosidad. Eso significa que si Dios te llama a un gran sufrimiento, burla, maltrato, sufrimiento físico o humillación, la respuesta es “Sí”. ¿Estás dispuesto a aceptar cualquier cosa por amor a Cristo? ¿Estás dispuesto a seguirlo sin importar a dónde te lleve?
El camino de la santidad no es primero el gozo de la Resurrección. Ese es el final. El camino es la Cruz. Es el camino del sufrimiento y del sacrificio. Es el camino a la muerte ya la vida desinteresada. Esto es doloroso y requiere un compromiso inquebrantable, especialmente durante los momentos difíciles y oscuros de la vida. ¿Estás dispuesto a ir hasta el Calvario? ¿Estás dispuesto a morir con Cristo? ¿Estás dispuesto a amar a Dios ya los demás incluso si tu vida está llena de amargura y dolor?

Reflexiona sobre estas preguntas y toma la decisión radical de rendirte por completo a la voluntad de Dios, sin importar lo que eso signifique. A veces el andar cristiano es muy difícil, no se sorprenda. No os dejéis intimidar por la Cruz. Pon tus ojos en la Cruz y dile “Sí” a Él con todas tus fuerzas. (Reflejo silencioso)







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