martes, 27 de julio de 2021

Reflexión 208: Una flecha espiritual de misericordia

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 208: Una flecha espiritual de misericordia

Video

Normalmente, una flecha hiere y mata. Las flechas se han utilizado a lo largo de la historia para la guerra y la caza. Pero una flecha espiritual de Misericordia es muy diferente. Recuerde las palabras que el Profeta Simeón le dijo a nuestra Santísima Madre: “Y a ti mismo te traspasará la espada” (Lucas 2:35). Y en la crucifixión, recuerde que, "Un soldado metió su lanza en un costado, y al instante salió sangre y agua" (Juan 19:34). Una espada y una lanza traspasaron los Corazones de nuestra Santísima Madre y Jesús. Así también nuestro corazón debe ser traspasado. Pero la espada, lanza o flecha que debemos recibir no herirá de manera negativa si se acepta con amor. Más bien, provocará misericordia y compasión de nuestros corazones. El dolor y el dolor se transforman dentro de esta “herida de amor” y esa herida derrama la Misericordia de Dios de nuestras vidas (VerDiario # 1082).

Reflexione hoy sobre dos cosas. Primero reflexiona sobre las heridas espirituales en los Corazones de Jesús y María. Adéntrate en el misterio de sus Corazones traspasados. Trate de comprender que la gracia surge como resultado de estas perforaciones, ya que producen compasión y Misericordia por los necesitados. En segundo lugar, reflexiona sobre tu propio corazón. Reflexiona sobre cualquier herida que lleves y permítete comprender que esta herida se puede transformar. Tiene el potencial de compartir la Misericordia que fluye de los Corazones de Jesús y de nuestra Santísima Madre. Permítase compartir su santo dolor por el pecado y fomentar la compasión por el pecador. En este acto, serás herido por una flecha espiritual de amor.

Señor, ayúdame a comprender el gran misterio del sufrimiento sufrido por Tu Sacratísimo Corazón. Permíteme ver que Tú aceptaste libremente esa herida para derramar Misericordia. Y ayúdame a aceptar también las flechas de los demás para que Tu Misericordia pueda fluir a cambio. Jesús, en Ti confío


No hay comentarios. :

Publicar un comentario