PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Miercoles,2 de diciembre del 2020
Pensamiento bíblico:
Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre (Salmo 124,1).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en sus Alabanzas del Dios Altísimo: -Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción (AlD 4).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor, que vendrá y nos salvará, y digámosle confiados: Ven, Señor, y sálvanos.
-Señor Jesús, ungido del Padre y salvador de los hombres, ven pronto y sálvanos.
-Tú que viniste al mundo, líbranos del pecado del mundo.
-Tú que viniste del Padre, muéstranos el camino para ir a Él.
-Tú que fuiste concebido por obra del Espíritu Santo, renuévanos a nosotros con la fuerza de este mismo Espíritu.
-Tú que tomaste carne en el seno de la Virgen María, líbranos de la corrupción de la carne.
Oración: Concédenos, Señor, permanecer alertas a la venida de tu Hijo, para que, cuando llegue y llame a la puerta, nos encuentre velando en oración y cantando su alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Miercoles,2 de diciembre del 2020
Pensamiento bíblico:
Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre (Salmo 124,1).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en sus Alabanzas del Dios Altísimo: -Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción (AlD 4).
Orar con la Iglesia:
Oremos al Señor, que vendrá y nos salvará, y digámosle confiados: Ven, Señor, y sálvanos.
-Señor Jesús, ungido del Padre y salvador de los hombres, ven pronto y sálvanos.
-Tú que viniste al mundo, líbranos del pecado del mundo.
-Tú que viniste del Padre, muéstranos el camino para ir a Él.
-Tú que fuiste concebido por obra del Espíritu Santo, renuévanos a nosotros con la fuerza de este mismo Espíritu.
-Tú que tomaste carne en el seno de la Virgen María, líbranos de la corrupción de la carne.
Oración: Concédenos, Señor, permanecer alertas a la venida de tu Hijo, para que, cuando llegue y llame a la puerta, nos encuentre velando en oración y cantando su alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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