PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
En la Anunciación dijo el ángel a la Virgen: -No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin (Lc 1,30-33).
Pensamiento franciscano:
Antífona que reiteraba san Francisco: -Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo ninguna semejante a ti entre las mujeres, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, el Padre celestial, Madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros con san Miguel arcángel y con todas las virtudes de los cielos y con todos los santos ante tu santísimo amado Hijo, Señor y maestro (OfP Ant).
Orar con la Iglesia:
Invoquemos a Cristo, cuya gracia ha aparecido a todos los hombres, y presentémosle con humildad y confianza nuestras peticiones.
-Cristo, nacido del Padre antes de todos los siglos, que has acampado entre nosotros, llena nuestras vidas con tu Evangelio.
-Cristo, Hijo eterno de Dios Padre, que naciste de María Virgen en Belén, haz que la Iglesia realice los planes de tu Padre viviendo en pobreza.
-Cristo, hijo de David, nacido del pueblo judío y enviado a todas las gentes, haz que te reconozcan todos los pueblos y vean en ti la salvación.
-Cristo, que asumiste nuestra naturaleza humana en el seno de tu madre María, ayúdanos en nuestra fragilidad y debilidad.
Oración: Atiende benigno, Señor Jesús, las súplicas que te dirigimos confiando en la intercesión de María, madre tuya y nuestra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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