miércoles, 9 de diciembre de 2020

Dejando tus cargas 9 de diciembre de 2020 Miércoles de la segunda semana de Adviento

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Dejando tus cargas
9 de diciembre de 2020
Miércoles de la segunda semana de Adviento
Lecturas de hoy

San Juan Diego, Ermitaño — Memorial opcional

"Venid a mí todos los que estáis trabajados y agobiados, y yo os haré descansar". San Mateo 11:28

Una de las actividades más placenteras y saludables de la vida es dormir. Este es especialmente el caso cuando uno puede entrar en un sueño profundo y reparador. Al despertar, la persona que ha dormido profundamente se siente renovada y lista para un nuevo día. Por supuesto, lo contrario también es cierto. Cuando el sueño es difícil e inquieto, la persona puede sufrir numerosos efectos nocivos, especialmente cuando la falta de sueño saludable se convierte en la norma.

Lo mismo es cierto en nuestra vida espiritual. Para muchas personas, el “descanso espiritual” es algo extraño para ellos. Pueden rezar algunas oraciones cada semana, asistir a misa o incluso hacer una hora santa. Pero a menos que cada uno de nosotros entre en una forma de oración profunda y transformadora, no podremos experimentar el descanso espiritual interior que necesitamos.

La invitación de Jesús en el Evangelio de hoy a “Venid a mí…” es una invitación a transformarnos, interiormente, al permitirle que nos alivie de las cargas de nuestra vida diaria. Cada día, a menudo enfrentamos dificultades y desafíos espirituales, como tentaciones, confusiones, desilusiones, enojos y cosas por el estilo. A menudo nos bombardean a diario con las mentiras del maligno, la hostilidad de una cultura secularizada en crecimiento y un asalto a nuestros sentidos a través de los numerosos medios de comunicación que digerimos a diario. Estas y muchas otras cosas con las que nos encontramos todos los días tendrán el efecto de desgastarnos interiormente a nivel espiritual. Como resultado, necesitamos el refrigerio espiritual que solo proviene de nuestro Señor. Necesitamos el "sueño" espiritual que resulta de la oración profunda y revitalizante.

Reflexione hoy sobre si se siente cansado a veces. Reflexione, especialmente, sobre cualquier cansancio mental o emocional. A menudo, estas formas de cansancio son en realidad de naturaleza espiritual y necesitan un remedio espiritual. Busque el remedio que nuestro Señor le ofrece aceptando Su invitación de venir a Él, en oración profunda y descansar en Su presencia. Si lo hace, ayudará a levantar las pesadas cargas con las que lucha.

Mi amado Señor, acepto Tu invitación de venir a Ti y descansar en Tu gloriosa presencia. Llévame, querido Señor, a Tu corazón que rebosa gracia y misericordia. Llévame a tu presencia para que pueda descansar en ti y ser liberado de las muchas cargas de la vida. Jesús, en Ti confío




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