Pildoras De Fe .
Debemos de creer y proteger los rituales familiares, como las cenas familiares, el tiempo para la oración y adoración, los días de familia
Debido a que nuestras relaciones familiares son los principales medios que Dios usa para ayudarnos a convertirnos en las personas que Él nos creó para que fuésemos, debemos tratar de vivir la vida familiar como la actividad más importante en nuestra semana y de nuestra vida.
Debemos de creer y proteger los rituales familiares, como las cenas familiares regulares, el tiempo para la oración y la adoración, las noches de juego semanales, los "días de familia", y los horarios regulares para la comunicación y la construcción de relaciones, que nos dan tiempo para trabajar, jugar, orar juntos...
Sostenemos estas actividades como rituales sagrados de la iglesia doméstica y las valoramos sobre todas las otras actividades que buscarían competir con ellas.
1.- Confíate a la Sagrada Familia de Nazaret
Sagrada Familia de Nazaret, con total confianza y entrega te presento a mi familia, a cada uno de sus miembros (nombrarlos), para que, contemplándolos a ustedes y su fidelidad a los designios divinos, sean nuestro modelo a seguir en la convivencia de nuestro hogar.
Que podamos aprender de ustedes, todas las virtudes y cosecharlas en el amor, respeto y sacrificio del uno por el otro. Entramos en tu casa, Patriarca San José, carpintero del pueblo, para que nos enseñes el trabajo honesto y amoroso que con tus manos sostuviste a tu familia.
Te vemos a ti, Santa María, esposa fiel y ocupada en mantener todo en orden en el hogar y con los quehaceres de cada día, administrando con sabiduría las bondades y beneficios de la familia.
Y a Ti, oh precioso niño Jesús, enséñanos a ser siempre humildes y cumplir la voluntad del Padre, a ser obedientes y dóciles a la escucha y atención familiar. Invocamos su presencia, su gracia y su poder divino para que nos ayuden a cumplir con nuestra misión de vida como familia de esta sociedad.
Amén
2.- Oración inicial
Sagrada Familia de Nazaret: enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto; enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén
3.- Día 16: El hogar: escuela de cristianos
En esta escuela de cristianos que es la familia, se comparte la fe según el grado escolar que ocupen los hijos. El deber formativo es exigente y requiere atención especial, sobre todo cuando la escuela de la calle respira indiferencia religiosa.
No decir la palabra que se debe decir a nivel de formación, es dejar un vacío a un espacio mental en el interior de los hijos.
En esta escuela de fe, el testimonio de los padres juega el papel más importante. Y ojalá el testimonio fuese igualmente de padre y madre. Las palabras son buenas como conceptos, pero está claro que el ejemplo es lección clave y definitiva.
Lo que no se puede ni se debe hacer nunca, es insinuar un camino con la palabra y ofrecer un sendero contrario con la vida. Es triste, a veces, que la lección de los labios lo destroce el mal ejemplo de vida.
El Papa, el obispo, el sacerdote de tu parroquia, son jerarquías fundamentales para la edificación de la fe en la Iglesia, pero la jerarquía más importante e inmediata es una paternidad responsable en ese campo.
Y es que ahora en este mundo si algo tiene influencia definitiva, a pesar de todas las contrariedades externas al hogar, es el testimonio de vida.
Oración
Amado Padre, Tú que has creado al hombre y a la mujer para que sean el uno para el otro en las buenas y malas, para que se den apoyo y se animen a luchar siempre por construir un hogar lleno de valores y virtudes que puedan transmitir a sus hijos. Amén
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
4.- Oración final
Jesús, mi Señor, ven y quédate en este hogar que tanto clama tu presencia amorosa.
Ven, sana y une, con tu divino poder que todo lo restauras, a todos aquellos lazos de amor que algún día fueron rotos.
Gracias Jesús por estar atento a mis necesidades y a todo lo que sucede en mi grupo familiar.
Que la Sagrada Familia de Nazaret sea modelo y guía de todas las familias cristianas.
Que siguiendo los pasos de José y María, los padres puedan educar a sus hijos en la Fe y acercarlos al Amor de Dios y que, como Jesús, los hijos crezcan en sabiduría, obediencia y entrega al Señor.
Amén.
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