Las familias tienen el poder de guiar a otros hacia el amor de Dios. Incluso, a través de un simple testimonio ayudan a otros a ser mejores
La familia es donde la semilla de la fe primero se planta, nutre y finalmente germina para dar los frutos correspondientes a la salvación. ¿Cómo comenzó Cristo?: en su propio hogar. La familia es lo primero que Cristo santificó.
Poco a poco, las familias tienen el poder de guiar a otros hacia el amor de Dios. Incluso, a través de un simple testimonio, las familias cristianas pueden ayudar a otras familias a reconciliarse o a convertirse y crecer en la vida de la Iglesia. Estas familias, a su vez, luego salen y hacen lo mismo. Colectivamente, las familias santas pueden evangelizar y santificar nuestra sociedad
1.- Confíate a la Sagrada Familia de Nazaret
Sagrada Familia de Nazaret, con total confianza y entrega te presento a mi familia, a cada uno de sus miembros (nombrarlos), para que, contemplándolos a ustedes y su fidelidad a los designios divinos, sean nuestro modelo a seguir en la convivencia de nuestro hogar.
Que podamos aprender de ustedes, todas las virtudes y cosecharlas en el amor, respeto y sacrificio del uno por el otro. Entramos en tu casa, Patriarca San José, carpintero del pueblo, para que nos enseñes el trabajo honesto y amoroso que con tus manos sostuviste a tu familia.
Te vemos a ti, Santa María, esposa fiel y ocupada en mantener todo en orden en el hogar y con los quehaceres de cada día, administrando con sabiduría las bondades y beneficios de la familia.
Y a Ti, oh precioso niño Jesús, enséñanos a ser siempre humildes y cumplir la voluntad del Padre, a ser obedientes y dóciles a la escucha y atención familiar. Invocamos su presencia, su gracia y su poder divino para que nos ayuden a cumplir con nuestra misión de vida como familia de esta sociedad.
Amén
2.- Oración inicial
Sagrada Familia de Nazaret: enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto; enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén
3.- Día 29: La familia es misionera en su esencia
Ser familia misionera le nace a la familia cristiana de su misma sacramentalidad seria relativa. De lo añadido, todo el mundo hace lo que quiera. De lo esencial, no se puede hacer lo que se quiere bajo pena de romper la misma realidad de ese asunto.
Si la misión es parte de la misma creación, no puede ser ignorada, sino vivida, amada y realizada.
Si la familia es tesoro divino, por él se debe dar todo lo humano para conseguirlo y por revelarlo.
Si la familia es Reino de Dios, por él hay que sacrificar todo para vivirlo y difundirlo.
Si la familia es la necesidad humana más valiosa para la Iglesia y para la sociedad, por ella hay que posponer toda otra realidad y convertir en compromiso de vida su difusión.
No se puede ni se deja para mañana lo que se puede hacer hoy. Mañana será otro día que sólo está en las manos de Dios.
La familia no puede encerrar su grandeza. Más bien, en su fuerza de espiritualidad se debe convertir en agente de comunión entre los hombres, en signo de liberación contra el pecado del mundo. En su apertura al mundo, transmite la fe, lleva el buen mensaje de la unión, se hace ante la mirada del pueblo imagen de Dios de la creación.
La actualidad de la misión de la familia está profundamente marcada por la necesidad de redimirla y convertirla de nuevo en imagen gozosa de Dios.
Oración
Santísima Virgen María, Tu que en Nazaret cuidaste de los miembros de tu familia encomendados por Dios, ruego a Ti para que intercedas por mi familia y se mantenga unida en el amor, en el respeto de uno y otro, en la alegría, en la tristeza, que se mantenga unida ante la adversidad, en los problemas y dificultades, en las enfermedades y aflicciones, en la comunión y en la caridad compartida.
No permitas que las desgracias, miserias y carencias invadan nuestro hogar, danos tu ayuda y protección en los momentos mas difíciles, danos tu amparo y santa bendición siempre.
Amén
Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
4.- Oración final
Jesús, mi Señor, ven y quédate en este hogar que tanto clama tu presencia amorosa.
Ven, sana y une, con tu divino poder que todo lo restauras, a todos aquellos lazos de amor que algún día fueron rotos.
Gracias Jesús por estar atento a mis necesidades y a todo lo que sucede en mi grupo familiar.
Que la Sagrada Familia de Nazaret sea modelo y guía de todas las familias cristianas.
Que siguiendo los pasos de José y María, los padres puedan educar a sus hijos en la Fe y acercarlos al Amor de Dios y que, como Jesús, los hijos crezcan en sabiduría, obediencia y entrega al Señor.
Amén.
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