El 23 de junio pasado la Iglesia Católica celebró la Fiesta al Sagrado Corazón de Jesús en todo el mundo, no obstante, muchos fieles se vienen preguntando cómo se originó esta tradición.
El National Catholic Register presenta la historia de la devoción.
La devoción al Corazón herido de Jesús tiene sus orígenes en el siglo XI, cuando los cristianos piadosos meditaban sobre las Cinco Llagas de Cristo. Creció entre los fieles las oraciones al Sagrado Corazón, las oraciones a la Herida del Hombro de Cristo, devociones privadas que ayudaron a los cristianos a enfocarse en la pasión y muerte de Cristo y así crecer en el amor por nuestro Salvador que había sufrido y muerto por nosotros.
No fue sino hasta 1670, sin embargo, que un sacerdote francés, el P. Jean Eudes, celebró la primera Fiesta del Sagrado Corazón.
Casi al mismo tiempo, una hermana piadosa con el nombre de Margarita María Alacoque comenzó a reportar visiones de Jesús. Él se le apareció con frecuencia, y en diciembre de 1673, permitió a Margarita María –como había permitido una vez a Santa Gertrudis–, descansar su cabeza sobre su Corazón.
Mientras experimentaba el consuelo de su presencia, Jesús le habló de su gran amor y le explicó que Él la había elegido para hacer conocer su amor y su bondad a todos.
Al año siguiente, en junio o julio de 1674, Margarita María informó que Jesús quería ser honrado bajo la figura de su Corazón de carne. Pidió a los fieles que lo recibieran con frecuencia en la Eucaristía, especialmente el primer viernes de cada mes, y que observaran una hora santa de devoción a Él.
Y luego, en 1675, durante la octava del Corpus Christi, Margarita María recibió la visión que se conoció como la “gran aparición”.
Jesús pidió que la moderna Fiesta del Sagrado Corazón fuera celebrada cada año el viernes siguiente a Corpus Christi, en reparación por la ingratitud de los hombres por el sacrificio que Cristo había hecho por ellos.
La devoción se hizo popular después de la muerte de Santa Margarita María en 1690. Sin embargo, debido a que la Iglesia siempre es cuidadosa en aprobar una aparición o devoción privada, la fiesta no se estableció como una fiesta oficial de toda Francia hasta 1765.
El 8 de mayo de 1873, la devoción al Sagrado Corazón fue formalmente aprobada por el Papa Pío IX; y 26 años después, el 21 de julio de 1899, el papa León XIII urgentemente recomendó que todos los obispos de todo el mundo observaran la fiesta en sus diócesis.
El Papa León aprobó las siguientes indulgencias por la devoción:
• Por realizar la devoción pública o privada, siete años y siete cuarentenas (la remisión de castigo temporal equivalente a lo que se concedería por cuarenta días de penitencia) cada día.
• Si la devoción se práctica diariamente en privado, o si una persona asiste por lo menos diez veces en una función pública, una indulgencia plenaria (remisión de todo castigo temporal por pecados) en cualquier día de junio o entre el 1 y el 8 de julio (Decreto urbis et Orbis, 30 de mayo de 1992).
• La indulgencia toties quoties (para las almas del Purgatorio) el 30 de junio o el último domingo de junio (28 de enero de 1908) en aquellas iglesias donde el mes de junio se celebra solemnemente. Pío X (8 de agosto de 1906) instó a un sermón diario, o al menos durante ocho días en forma de una misión (26 de enero de 1908).
• A los sacerdotes que predicen los sermones en las funciones solemnes de junio en honor del Sagrado Corazón, ya los rectores de las iglesias donde se celebran estas ceremonias, el privilegio del Altar Gregoriano el 30 de junio (Pío X, 8 de agosto de 1906).
• Una indulgencia plenaria para cada comunión en junio, y para aquellos que promueven la solemne celebración del mes de junio ("Acta Pontificia", IV, 388, 8 de agosto de 1906.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.
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