De Corazón a corazón: Is 50,4-9 (“El Señor abrió mi oído… No retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían”); Mt 26,14-25 (“Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos”)
Contemplación, vivencia, misión: Aquella “casa” se llamará “Cenáculo” y va a recordar siempre la última cena (Eucaristía), la apariciones de Cristo resucitado y la preparación para la venida del Espíritu Santo con la Madre de Jesús. Lo importante es celebrar continuamente la “Pascua” con el Señor, su “paso” por la cruz a la resurrección. El camino de Pascua es camino personal y comunitario de “escucha” comprometida de los planes de Dios Amor. “Es un lenguaje de la esperanza. Llamamos a las puertas del corazón de Dios, Él es Padre, Él puede salvarnos” (Papa Francisco, 25 enero 2017).
* Con la “Madre de la Esperanza”, a la sorpresa de Dios Amor: La actitud…
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