martes, 28 de diciembre de 2021

Adoración al Santísimo 🙏 Martes 28 Diciembre de 2021, Padre Wilson Graja...

Misa de hoy 🎄 Martes 28 de Diciembre de 2021, Padre Wilson Grajales - Te...

December 28 2021, Angelus and Holy Rosary

Los Santos Inocentes 28 de Diciembre

 



 Los Santos Inocentes 28 de Diciembre


Autor: Archidiócesis de Madrid

La consulta bien intencionada de aquellos Magos que llegaron de Oriente al rey fue el detonante del espectáculo dantesco que organizó la crueldad aberrante de Herodes a raíz del nacimiento de Jesús.

Habían perdido el brillo celeste que les guiaba, llegó la desorientación, no sabían por donde andaban, temieron no llegar a la meta del arduo viaje emprendido tiempo atrás y decidieron quemar el último cartucho antes de dar la vuelta a su patria entre el ridículo y el fracaso.

Al rey le produjo extrañeza la visita y terror la ansiosa pregunta sobre el lugar del nacimiento del Mesías; rápidamente ha hecho sus cálculos y llegado a la conclusión de que está en peligro su status porque lo que las profecías antiguas presentaban en futuro parece que ya es presente realidad. Se armó un buen revuelo en palacio, convocaron a reunión a los más sabios con la esperanza de que se pronunciaran y dieran dictamen sobre el escondrijo del niño "libertador". El plan será utilizar a los visitantes extranjeros como señuelo para encontrarle. Menos mal que volvieron a su tierra por otro camino, después que adoraron al Salvador. Impaciente contó Herodes los días; se irritó consigo mismo por su estupidez; los emisarios que repartió por el país no dan noticia de aquellos personajes que parecen esfumados, y se confirma su ausencia. Vienen los cálculos del tiempo, y contando con un margen de seguridad, le salen dos años con el redondeo.

Los niños que no sobrepasen dos años en toda la comarca morirán. Hay que durar en el poder. El baño de sangre es un simple asunto administrativo, aunque cuando pase un tiempo falten hombres para la siembra, sean escasos los brazos para segar y no haya novios para las muchachas casaderas; hoy sólo será un dolor pasajero para las familias sin nombre, sin fuerza, sin armas y sin voz. Unas víctimas ya habían iniciado sus correteos, y balbuceaban las primeras palabras; otras colgaban todavía del pecho de sus madres. Pero para Herodes era el precio de su tranquilidad.

Son los Santos Inocentes. Están creciendo para Dios en su madurez eterna. Ni siquiera tuvieron tiempo de ser tentados para exhibir méritos, pero no tocan a menos. Están agarrados a la mano que abre la gloria. Aplicados los méritos de Cristo sin que fuera preciso crecer para pedir el bautismo de sangre, como tantos laudablemente hoy son bautizados en la fe de la Iglesia con agua sin cubrir expediente personal. El Bautismo es gracia.

Entraron en el ámbito de Cristo inconscientes, sin saberlo ni pretenderlo; como cada vez que por odio a Dios, a la fe, hay revueltas, matanzas y guerras; en esas circunstancias surgen mártires involuntarios, que aún sin saberlo, mueren revestidos y purificados por la sangre de Cristo, haciéndose compañeros suyos en el martirio; y no se les negará el premio sólo porque ellos mismo, uno a uno, no pudieran pedirlo. En este caso es el sagrado azar providente de caer por causa de Cristo, porque la mejor gloria que el hombre puede dar a Dios es muriendo.

Ya el mismo Jeremías dejó dicho y escrito que "de la boca de los que no saben hablar sacaste alabanza".

Hoy los mayores también hacen bromas en recuerdo del modo de ser juguetón y alegre de aquellos bebés que no tuvieron tiempo de hacerlas; es buena ocasión de hacer agradable la vida a los demás, con admiración y sorpresa, en desagravio del mal que provocó el egoísmo de aquel que tanto se fijó en lo suyo que aplastó a los demás.

Abel, 28 de Diciembre

 


ABEL 28 de diciembre

Abel y Caín son evocados como personajes de un drama que trasciende los celos y envidias particulares para convertirse en sangrante parábola de un pecado social. Hijos de Adán y de Eva, son presentados en un tiempo sin tiempo («utópico»), como para reflejar actitudes humanas que trascienden el lugar y el momento histórico.

El texto bíblico los presenta unidos en su contraposición de oficios y funciones: «Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador» (Gn 4, 2). Dos hombres, dos pueblos, dos culturas. Mejor aún, dos actitudes ante las cosas, ante los hombres, ante el misterio. Dos talantes encontrados, pero nunca dialogantes: irreconciliables. El texto bíblico los refleja en el estilo de sus ofrendas a Dios para ofrecer, de paso, una interpretación creyente de las dos contrapuestas actitudes:

«Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahvé una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahvé miró propicio a Abel y su oblación, mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro. Yahvé dijo a Caín: ¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominan» (Gn 4, 3-7).

Nos encontramos ante una profunda alegoría teológica. Abel es aún el primitivo que conserva como un tesoro la capacidad de asombro y maravilla. Caín es ya el civilizado que ha empezado a atesorar lá disposición para el alarde y la autosuficiencia.

Caín se aferra a sus instrumentos y a sus tierras, a sus propiedades y su industria, a su previsión y a sus logros, a sus monopolios y sus cuentas bancarias. Abel, en cambio, ha decidido vivir cada día aprendiendo a mirar a las estrellas.

Caín confía en sí mismo. Abel sabe bien que es en otro en quien ha puesto su confianza. Caín entiende su vida como proyecto y tarea. Abel vive en la gratuidad del don que se le ofrece.

 

AGRESIÓN Y MUERTE

No sería mala la diversidad, si los dos modos de percibir el mundo vivieran en armonía. El hombre de las praderas no tiene que desaparecer para que llegue el roturador. Bastaría un entendimiento. Bastaría un diálogo. Bastaría un reparto. ¡Nada menos! Como si fuera tan fácil renunciar a la estacada que delimita y defiende las propiedades. Como si fuera sencillo "desalambrar" adquisiciones, ideologías y estructuras concienzudamente valladas, para dejarlas abiertas al paso trashumante de forasteros, caminantes y pastores.

El relato de Caín y Abel ha sido colocado por la tradición yahvista tras la historia de los orígenes. Como si quisiera subrayar su carácter prototípico. Como si tratase de insinuar que la rebelión del hombre contra el hombre es larga como el tiempo y heridora como el rencor. Como si intentase mostrar la fuerza desgarradora y turbulenta de la muerte, recién instalada a la sombra del árbol de la vida.

«Caín, dijo a su hermano Abel: "Vamos afuera". Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató' (Gn 4, 8).

¡El primer asesinato! El asesinato prototípico, que se presenta aquí como el espejo de todas las muertes violentas. No es fácil decir si Abel fue asesinado por malhechor o por inútil, por competidor o por negarse a entrar en el juego de las turbias competencias y los intereses rastreros. El fuerte ha elaborado su propia rabia, a pesar de la advertencia de un Dios ansioso de entendimiento y convivencia (Gn 4, 6-7).

Eran rusos en un país comunista de África, sonó una campana, era Navidad... y la fe tocó su corazón

 



 Eran rusos en un país comunista de África, sonó una campana, era Navidad... y la fe tocó su corazón

Evgeny y Natalya Toptunov cuentan su historia de conversión que pasa por 4 países

Evgeny Toptunov y Natalya Mirskaya empezaron a ir a misa dominical cuando tenían unos 45 años, hace 3 décadas, en 1991, en la parroquia de San Luis de los Franceses en Moscú. Y allí siguen.

Su primer contacto con la Iglesia Católica fue bastantes años antes, en Navidad. Pero no en las navidades blancas de Rusia, sino en unas navidades africanas, contemplando asombrados la seriedad alegre con la que los niños acudían a misa en Guinea Conakry. Desde el inicio tuvieron clara la universalidad de la fe católica. Han contado su historia a Olga Khrul en Ruskatolik.rf.

Sin religión de jóvenes... pero creían en Dios

Natalya y Evgeny (Zhenya, para los amigos) son moscovitas, se conocieron en la Universidad de Moscú estudiando el primer curso de Filología, y durante los cinco años de universidad solo fueron buenos amigos. Pero poco después de recibir sus diplomas en 1969 algo "empezó a cambiar", se enamoraron y se casaron. Él encontró un trabajo de profesor de lengua en el Instituto de Acero y Aleaciones de Moscú, donde trabajó casi toda su vida.

Aunque no habían recibido ninguna formación religiosa, ambos creían en Dios, a su manera. A veces acudían a una iglesia ortodoxa a poner alguna vela, como un acto especial. Lectores voraces de literatura, cultos, entendían la pregunta sobre Dios.

Como profesores de ruso como lengua extranjera, en su juventud vivieron en dos países de la órbita comunista: dos años en Guinea Conakry, en África (en 1974 y 1975) y cuatro años en Argelia. Y en esos dos países de mayoría musulmana tuvieron sus primeros contactos con la fe católica.

La Navidad en una dictadura africana

En Guinea Conakry gobernaba el dictador comunista Ahmed Sekou Touré. En 1967 había expulsado a los misioneros europeos. En 1969 era ordenado un joven Robert Sarah que llegaría a cardenal en el siglo XXI, pero era entonces uno de los únicos 9 sacerdotes nativos en el país. En 1970 la dictadura encarcelaba al arzobispo de Conakry, Raymond-Marie Tchidimbo, que pasó 9 años en el siniestro campo de prisioneros Boiro.

En 1974, a ese país pobre y con una iglesia aún más pobre y perseguida, llegaron Natalya y Evgeny. Les habían dicho: "prepararos como para una isla desierta, llevad de todo, menos ropa de abrigo". "No había tiendas, era imposible comprar nada que no fuera fruta. Si se rompía el cepillo de dientes, a cepillarse con el dedo; si se rompía el vaso, a beber de una lata. Los técnicos soviéticos recibían un cargamento de comida enlatada que, al parecer, llegaba por barco desde Nueva Zelanda. Apareció el primer semáforo en Conakry, la capital. No había asfalto en ningún sitio", recuerda Natalya.

Cada mañana les despertaba el canto del muecín desde la mezquita. Por eso les asombró un sonido especial: el 24 de diciembre de 1975, Nochebuena, "¡oímos sonar una campana! Seguimos ese hermoso sonido, y vimos una iglesia, y alrededor de ella, una procesión con la Cruz. Los niños pequeños, negros, con túnicas blancas, parecían ángeles", comenta Evgueny.

"Tenían rostros increíbles, inspirados, sublimes. Los niños no saben fingir, pensamos. Si están así, es que se sienten así, es que hay algo aquí... Era una sensación de algo familiar. Aquí estamos lejos del mundo, de la civilización, y el Señor está aquí, y eso da la sensación de que estamos en casa", explica Natalya.

Un mensaje en francés en Argelia

En 1981 llegaron a Argelia. Vivían en Boumerdes, pequeña ciudad llena de técnicos soviéticos a 60 kilómetros de la capital. Visitaron sus ruinas romanas, el desierto... En Argel, en 1984, vieron la catedral católica, Nuestra Señora de África.



Nuestra Señora de África, basílica menor y catedral católica en Argel

Allí, en círculo en el edificio, se podía leer una inscripción en francés. La tradujeron: "Si le das gracias a Dios por lo que te da, no tendrás tiempo para ser infeliz". Natalya quedó impactada por esas palabras: "son palabras que me han ayudado mucho, a mí y a otras personas, en todos estos años".

El catolicismo les atraía muy ligeramente, como algo curioso que encontraban en la literatura o la historia... "El príncipe Gagarin, el decembrista Lunin, el escritor Venedikt Erofeev eran católicos", enumera Evgueny. Natalia había leído la monumental tetralogía del premio Nobel Thomas Mann sobre José y sus hermanos en Egipto, publicada entre 1933 y 1943, muy alabada como obra literaria. "¿Podríamos considerarla como una especie de catequesis?", plantea ella. No lo era... pero a ella sí le sirvió para adentrarse en la fe.


José y sus hermanos, libro de Thomas Mann

"En Argelia, tuvimos una vida creativa muy rica: organizamos veladas de poesía, realizamos reseñas de revistas literarias, incluso creamos nuestro propio estudio literario... Y cuando regresamos a Moscú, sentimos una especie de vacío", recuerda Natalya.

Pronto conocieron al poeta David Samoilov. Natalya fue su secretaria literaria y disfrutaba mucho del trabajo y su ambiente cultural y amistad, hasta que el poeta murió en 1990. Para entonces, el Muro de Berlín había caído y ellos se sentían de nuevo con un gran vacío.

La JMJ de 1991 en Czestochowa: jóvenes de las dos Europas

El Papa Juan Pablo II convocó la Jornada Mundial de la Juventud de 1991 en Polonia, en el santuario de la Virgen en Czestochowa. Era una gran ocasión para los jóvenes de Europa oriental de viajar y de conocer jóvenes de Occidente. El Muro de Berlín y el comunismo habían caído. En Rusia aún no estaba claro, pero muchos jóvenes rusos vieron la posibilidad de ir a este encuentro europeo, como su primer viaje al extranjero. Incluyendo la hija de Natalya y Evgueni. No se pedían visados ni pasaportes.

El matrimonio se apuntó con otras personas de mediana edad. Viajaron en tren y montaron una tienda en el campo por primera vez. Llovió esa noche y su tienda aguantó muy bien, quizá por milagro, mientras otras se inundaban.

A la mañana siguiente, empezaron a llegar peregrinos alegres, sacerdotes con guitarras, religiosas que reían y cantaban... "No sabíamos que eso pudiera ser posible, nuestras ideas sobre la Iglesia eran muy distintas", recuerdan, ellos, que no sabían nada.

Como en Guinea, les asombró ver a los jóvenes escuchar con atención al Papa. "No mirábamos tanto al Papa como a los chicos, casi niños, que escuchaban atentos. Nosotros habíamos crecido en un ambiente de autoridades que mentían, estábamos acostumbrados a discursos vacíos, que nadie escucha, que entran por un oído y salen por el otro, pero esos chicos escuchaban al Papa y sus rostros se iluminaban..."

Juan Pablo II en Czestochowa en 1991 y el himno Abba Padre (Abba Ojcze, en polaco) que cantaron los peregrinos... y los Toptunov




"Por la noche, hubo misa en Jasna Gora, y de nuevo vimos esos rostros hermosos por todas partes. No entendimos nada de la Misa, pero nos quedamos con todos, sonreímos, nos tomamos de la mano, cantamos con ellos "Abba, Padre"... en general, la tierra estaba preparada y el grano caía", recuerda Natalya.

A misa cada domingo: vivir la fe en Moscú

Al volver a Moscú, y después del intento de golpe de Estado de ese mes de agosto de 1991, el matrimonio, a sus 45 años, empezó a ir a misa cada domingo a la parroquia católica de San Luis, tradicionalmente ligada a la embajada francesa.

"El padre Viktor Voronovich nos casó [por la Iglesia] poco antes cumplir nuestra boda de plata [civil]", recuerdan. Los sacerdotes que fueron conociendo les ayudaron a entender la fe y a sobrepasar tragedias familiares, la muerte de un sobrino y otras experiencias. En 1995 se integraron en la Hermandad Familiar de Kahn, una rama rusa de la comunidad carismática francesa Chemin Neuf (Camino Nuevo) y permanecieron en ella muchos años.

También adquirieron el hábito de peregrinar por Europa a encuentros de fe, como los de Taizé en Viena, Munich y París. Los consideran peregrinaciones, no turismo, porque podían ser hasta 4 días incómodos en autobús, rezando, conociendo a los otros peregrinos, a veces con imprevistos y averías, en circunstancias siempre austeras...

A veces, un autobús se estropeaba en algún pueblo perdido en Navidad, se quedaban allí y el cura que les acompañaba celebraba la misa.

Hoy siguen implicados en la parroquia. Dicen que las personas de su edad, cultas y activas, tienen mucho que contar y compartir, pero no ya con sus hijos. La parroquia debe abrir espacios para que puedan expresarse y aportar. Pueden ser "clubes de abuelos". También se ofrecen a cuidar niños pequeños durante la misa. Creen que hay que multiplicar espacios donde jóvenes y mayores puedan hacer cosas juntos.

Cuando les preguntan por qué son católicos en un país de tradición ortodoxa, recuerdan aquella Navidad en África y dicen: "El Señor está en todas partes. Estamos en casa en todas partes".

Fuente: Religión en Libertad

«Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»

 



 «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.

San José nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto» (Mt 2,14).

Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.

Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas, sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que sufre».

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.

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Pensamientos para el Evangelio de hoy

«¿Qué temes, Herodes, al oír qué ha nacido un Rey? (…). Matas el cuerpo de los niños, porque el temor te ha matado a ti el corazón» (San Quodvultdeus)

«El Hijo de Dios —la Palabra eterna— se ha hecho niño para que Dios esté a nuestro alcance. Él nos enseña así a amar a los pequeños; amar a los débiles; respetar a los niños» (Benedicto XVI)

«La Huida a Egipto y la matanza de los inocentes manifiestan la oposición de las tinieblas a la luz: ‘Vino a su Casa, y los suyos no lo recibieron’ (Jn 1,11). Toda la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 530)

Oración a San José

 


Oración a San José


Salve, custodio del Redentor

y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo,

en ti María depositó su confianza,

contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,

muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,

y defiéndenos de todo mal. Amén.

El Ejemplo de Nazaret

 



EL EJEMPLO DE NAZARET


Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se inicia el conocimiento de su Evangelio.

Aquí aprendemos a observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla, humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se aprende incluso, quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida.

Aquí se nos revela el método que nos hará descubrir quién es Cristo. Aquí comprendemos la importancia que tiene el ambiente que rodeó su vida durante su estancia entre nosotros, y lo necesario que es el conocimiento de los lugares, los tiempos, las costumbres, el lenguaje, las prácticas religiosas, en una palabra, de todo aquello de lo que Jesús se sirvió para revelarse al mundo. Aquí todo habla, todo tiene un sentido.

Aquí, en esta escuela, comprendemos la necesidad de una disciplina espiritual si queremos seguir las enseñanzas del Evangelio y ser discípulos de Cristo.

¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde pero sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo quisiéramos volver a empezar, junto a María, nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría de la verdad divina!

Pero estamos aquí como peregrinos y debemos renunciar al deseo de continuar en esta casa el estudio, nunca terminado, del conocimiento del Evangelio. Mas no partiremos de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas enseñanzas de la lección de Nazaret.

Su primera lección es el silencio. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera en nosotros el amor al silencio, este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad, enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la doctrina de los verdaderos maestros.

Enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve.

Se nos ofrece además una lección de vida familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo dulce e irreemplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que es su función en el plano social.

Finalmente, aquí aprendemos también la lección del trabajo. Nazaret, la casa del hijo del artesano: cómo deseamos comprender más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo no puede ser un fin en sí mismo, y que su dignidad y la libertad para ejercerlo no provienen tan sólo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que lo encauzan hacia un fin más noble.

Queremos finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas sus causas justas, es decir: a Cristo nuestro Señor.

De las Alocuciones del papa Pablo sexto

(Alocución en Nazaret, 5 de enero de 1964)

Saludo a Jesús Sacramentado

 


Saludo a Jesús Sacramentado

Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado. Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón y os pido me deis todo lo que necesito y deseo. Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la otra.

Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.

Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento. (repítase después de cada alabanza)

Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento.

Bendito seáis, oh Dios mío, que en vuestra inefable dulzura de amor os habéis transformado en este pan para darnos como el más dulce manjar.

Bendito seáis, oh Dios mío, que habéis encerrado todos vuestros misterios en esta humilde forma de pan terrenal. ¡Oh Trinidad Santísima

martes, 28 de diciembre de 2021 Santo Evangelio 28 de Diciembre 2021

 


Texto del Evangelio (Mt 2,13-18):

 Después que los magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al Niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al Niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».

Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen».



«Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto»


Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes, mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.

San José nos ofrece un testimonio bien claro de respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto» (Mt 2,14).

Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.

Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes, enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas, sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que sufre».

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.


PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN

Pensamiento bíblico:

Los Magos de Oriente, después de adorar al niño, volvieron a su tierra por otro camino. Entonces, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto... porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Herodes, al verse burlado por los Magos, montó en cólera y mandó matar a todos los niños de Belén y de sus alrededores, de dos años para abajo, por lo que había averiguado de los Magos (cf. Mt 2,11-16).

Pensamiento franciscano:

San Francisco quería que, en la Navidad del Señor, «por reverencia al Hijo de Dios, a quien esa noche la Santísima Virgen María acostó en un pesebre entre el buey y el asno, todos aquellos que tuvieran alguno de estos animales les dieran esa noche abundante y buen pienso; igualmente, que todos los ricos dieran en ese día sabrosa y abundante comida a los pobres». Y quería que en este día todo cristiano saltara de gozo en el Señor y que, por amor de quien se nos entregó a nosotros, todos agasajaran con largueza no sólo a los pobres, sino a los animales y a las aves (cf. EP 114).

Orar con la Iglesia:

Al Señor Jesús, a quien los santos Inocentes de Belén confesaron dando por él su vida, dirijamos nuestras oraciones.

-Para que Cristo ayude a la Iglesia a perseverar en la lucha contra el mal.

-Para que Jesús, que invita a los niños a que se acerquen a él, los proteja de toda maldad de los mayores.

-Para que Cristo, que sufrió en su infancia el destierro en Egipto, custodie y alivie a los niños víctimas del hambre, de la guerra, de las injusticias de los adultos.

-Para que el Señor Jesús, que padeció la persecución de Herodes, interceda ante el Padre para que cese toda injusta opresión de los pobres e indefensos.

Oración: Padre de bondad, protege a los niños y concédenos confesar con nuestra vida la fe que profesamos de palabra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

lunes, 27 de diciembre de 2021

Llora por sus hijos

 


Llora por sus hijos

Martes 28 de diciembre

¡Paz y Bien!

Evangelio

Mateo 2, 13-18

Después de que los magos partieron de Belén, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allá hasta que yo te avise porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".

José se levantó y esa misma noche tomó al niño y a su madre y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

Cuando Herodes se dio cuenta de que los magos lo habían engañado, se puso furioso y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, conforme a la fecha que los magos le habían indicado.

Así se cumplieron las palabras del profeta Jeremías:

En Ramá se ha escuchado un grito, se oyen llantos y lamentos: es Raquel que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos.

Palabra del Señor

Reflexión

Todavía en medio del júbilo de las fiestas del nacimiento de Cristo, nuestro Salvador, la Iglesia ha colocado la fiesta de los primeros mártires, los pequeños que, sin saber por qué ni cómo, cooperaron con su sangre al establecimiento del Reino.

Y es que la Iglesia, siguiendo los pasos de su Señor, no quiere caer en falsos mesianismos, en paraísos artificiales, en los cuales no está presente el signo inconfundible de la vida cristiana: la cruz.

Hoy, en medio de un mundo hedonista, egoísta, que no le gusta pensar en el sufrimiento y prefiere solamente divertirse y pasarla bien sin ninguna mortificación, qué bien nos viene reflexionar que la vida cristiana no sólo es Navidad, que no solo es gozo y alegría, sino que es también cruz y muerte, que el cristiano, como decía el Padre De Lubac, será siempre un hombre perseguido y contestado.

Hoy, más que nunca, Jesús necesita que tú y yo estemos dispuestos, incluso a llegar a la misma muerte, si ésta fuera necesaria, para testificar ante el mundo nuestra pertenencia y fidelidad a Cristo.

¡Feliz Martes!

Fr. Arturo Ríos Lara, ofm

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Santos Inocentes (martes 28 diciembre 2021)
Publicado el lunes, 27 diciembre 2021| Comentarios desactivadosen Santos Inocentes (martes 28 diciembre 2021)
De Corazón a corazón: 1Jn 1,5-2,2 ("Jesucristo es víctima de propiciación por nuestros pecados"); Mt 2,13-18 ("Herodes va a buscar al niño para matarlo… Envió a matar a todos los niños de Belén")

Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La vida es hermosa, pero también es un misterio. Hay mucha gente buena que se desvive por servir y, al mismo tiempo, tantos desastres personales y sociales. A Herodes se le ocurrió quitarse de encima la “pesadilla” de “alguien” que le podía arrebatar su poder; la decisión no podía ser más desastrosa y absurda. La muerte de los “inocentes” se actualiza en cada período histórico. Pero Jesús ha asumido nuestra historia y la ha “rescatado”, para hacerla su propia biografía de Hijo amado del Padre, “propiciación por nuestros pecados” (1Jn 2,2). Nuestras “marginaciones” y sufrimientos se pueden convertir en “complemento” de la biografía de Jesús.

*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Desde su concepción en el seno de María y desde su nacimiento en Belén, Jesús asume la historia humana y la sana con su donación sacrificial. El misterio de Cristo se completa en cada momento de trabajo y de dolor. Con María, Madre de la Esperanza, aprendemos a vivir este misterio. "¿Quién no escuchará la elocuencia de tu silencio? ¿Quién no se sentirá movi­do a amar más a un Dios que se hace niño, sólo por mi amor? ¿Quién no querrá imitarte en la pobreza que brilla aquí? Yo si quiero Niño mío" (Bta. Mª Inés T. Arias, Ejercicios 1933).



Liturgia de la Palabra:


Liturgia de la Palabra:

28/12/2021
Martes - Octava de Navidad. Los Santos Inocentes, mártires.
PRIMERA LECTURA
La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1, 5-2, 2
Queridos hermanos:
Este es el mensaje que hemos oído a Jesucristo y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos en comunión con él y vivimos en las tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia.
Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros.
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 123, 2-3. 4-5. 7b-8
R. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R.
La trampa se rompió,
y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.

Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya.
A ti, oh, Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos;
a ti te ensalza
el blanco ejército de los mártires, Señor. R.

EVANGELIO
Herodes mató a todos los niños en Belén.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-18
Cuando se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
«De Egipto llamé a mi hijo».
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».
Palabra del Señor