domingo, 28 de febrero de 2021

Liturgia de la Palabra:



Liturgia de la Palabra:

01/03/2021
Lunes de la segunda semana de Cuaresma.
PRIMERA LECTURA
Hemos pecado, hemos cometido crímenes.
Lectura de la profecía de Daniel 9,4b-10
¡Ay, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos.
Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén, y a todo Israel, a los de cerca y la los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti.
Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 78, 8. 9. 11 y 13
R. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso,
salva a los condenados a muerte. R.
Nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R.

Versículo Jn 6, 63c.68c
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida;
tú tienes palabras de vida eterna.

EVANGELIO
Perdonad, y seréis perdonados.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
Palabra del Señor.



 

Liturgia de las horas P. Paco Rebollo SIERVOS DEL DIVINO AMOR. OFICIO DE LECTURA, LAUDES, HORAS INTERMEDIAS, VÍSPERAS Y COMPLETAS. 1 DE MARZO LUNES II DE CUARESMA

 



Propio del Tiempo. Salterio II

 

OFICIO DE LECTURA

 

INVITATORIO

 

Si ésta es la primera oración del día:

 

V. Señor abre mis labios

R. Y mi boca proclamará tu alabanza

 

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

 

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.

 

 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

 

Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos.

 

Porque el Señor es un Dios grande,

soberano de todos los dioses:

tiene en su mano las simas de la tierra,

son suyas las cumbres de los montes;

suyo es el mar, porque él lo hizo,

la tierra firme que modelaron sus manos.

 

Venid, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía.

 

Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masá en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba

y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

 

Durante cuarenta años

aquella generación me repugnó, y dije:

Es un pueblo de corazón extraviado,

que no reconoce mi camino;

por eso he jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.

 

Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

Himno: ESTE LARGO MARTIRIO DE LA VIDA

 

Este largo martirio de la vida,

la fe tan viva y la esperanza muerta,

el alma desvelada y tan despierta

al dolor, y al consuelo tan dormida;

 

esta perpetua ausencia y despedida,

entrar el mal, cerrar tras sí la puerta,

con diligencia y gana descubierta

de que el bien no halle entrada ni salida;

 

ser los alivios más sangrientos lazos

y riendas libres de los desconciertos,

efectos son, Señor, de mis pecados,

 

de que me han de librar esos tus brazos

que para recibirme están abiertos

y por no castigarme están clavados. Amén.

 

SALMODIA

Palabra de Dios diaria. P. Francisco J. Rebollo Leòn LECTURAS DEL LUNES II DE CUARESMA 1 DE MARZO (MORADO) Con la misma medida con que midan, serán medidos.

 






ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 25, 11-12

Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie se mantiene en el camino recto, en la asamblea bendeciré al Señor.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que nos mandaste mortificar nuestros cuerpos para sanar nuestras almas, concédenos poder evitar todo pecado y que nuestras voluntades sean capaces de aplicarse a cumplir los mandamientos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Hemos pecado, Señor, hemos cometido iniquidades.

Del libro del profeta Daniel: 9, 4-10

En aquellos días, imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión: "Señor Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades, hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo.


Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro, que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra ti.

Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. De nuestro Dios, en cambio, es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado contra Él, y al no seguir las leyes que Él nos había dado por medio de sus siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.



Del salmo 78

R/. No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.


No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos. R/.

Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados. R/.

Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos. R/.



ACLAMACIÓN Cfr. Jn 6, 63. 68

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.



Perdonen y serán perdonados.

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 36-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.


Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe benignamente, Señor, nuestras plegarias y libra de las seducciones terrenas a quienes has llamado a servirte en estos celestiales misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 6, 36

Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que esta comunión, Señor, nos limpie de pecado y nos haga participar en los gozos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Opcional

Fortalece, Señor, los corazones de tus fieles y afiánzalos con la fuerza de tu gracia, para que sean fervorosos en la oración y sinceros en el amor mutuo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 59: "Oh, sangre y agua ..."

Versión de video

Después de la muerte de Jesús, uno de los soldados se le acercó y se le ordenó que se asegurara de que estaba muerto. De modo que ese soldado traspasó Su precioso cuerpo con una lanza e inmediatamente brotó sangre y agua de Su Corazón herido. Esto se ha reflexionado en oración a lo largo de los siglos y se ha visto como un signo de los sacramentos del bautismo y la santa comunión y el hecho de que la sangre de la santa eucaristía y el agua del bautismo brotan directamente del último regalo sacrificial de Jesús. sacrificio perfecto de la Cruz (Ver Diario # 187).

Renueve hoy su gratitud por estos sacramentos de la abundante Misericordia de Dios. Reflexione sobre el hecho de que fueron posibles solo porque Jesús estuvo dispuesto a sacrificar su vida por amor a nosotros. Deje que Su sacrificio, en este día, llene su propio corazón con gratitud y asombro al pensar en el precio que Él pagó voluntaria y libremente para redimirnos.

Señor, tu amor se ve claramente en el sacrificio de tu cruz. No nos ocultaste nada mientras derramabas Tu Misericordia hasta la última gota en la Cruz. Ayúdame a ver y comprender este gran misterio del amor sacrificial. Lléname de gratitud por todo lo que has hecho y ayúdame a imitar esta entrega total hacia los demás. Oh sangre y agua, que brotó del Corazón de Jesús, como fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.




 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Transfigurado en Gloria
28 de febrero de 2021
Segundo Domingo de Cuaresma (Año B )
Lecturas para hoy

Versión de video

Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan y los condujo a una montaña alta, separados por sí mismos. Y se transfiguró ante ellos, y su ropa se volvió de un blanco deslumbrante, como ningún lavador en la tierra podría blanquearlos. Marcos 9: 2-3

Las muchas enseñanzas de Jesús fueron difíciles de aceptar para muchos. Su mandato de amar a tus enemigos, de tomar tu cruz y seguirlo, de dar tu vida por otro, y Su llamado a la perfección fueron exigentes, por decir lo mínimo. Entonces, como una ayuda para que todos aceptemos los desafíos del Evangelio, Jesús eligió a Pedro, Santiago y Juan para recibir una pequeña visión de Quién es Él realmente. Les mostró un destello de su grandeza y gloria. Y esa imagen ciertamente se quedó con ellos y los ayudó cada vez que se sintieron tentados a desanimarse o desesperarse por las santas demandas que nuestro Señor les impuso.

Recuerde que antes de la Transfiguración, Jesús enseñó a sus discípulos que tendría que sufrir y morir y que ellos también debían seguir sus pasos. Entonces Jesús les reveló una muestra de Su gloria inimaginable. La gloria y el esplendor de Dios es verdaderamente inimaginable. No hay forma de comprender Su belleza, magnificencia y esplendor. Incluso en el cielo, cuando veamos a Jesús cara a cara, entraremos eternamente cada vez más profundamente en el incomprensible misterio de la gloria de Dios.

Aunque no tenemos el privilegio de presenciar la imagen de Su gloria como lo fueron estos tres Apóstoles, se nos da su experiencia de esta gloria para que meditemos para que también recibamos el beneficio de su experiencia. Dado que la gloria y el esplendor de Cristo no es solo una realidad física, sino también esencialmente espiritual, Él también puede darnos un vistazo de Su gloria. En ocasiones en la vida, Jesús nos dará su consuelo y nos inculcará un sentido claro de quién es él. Él nos revelará a través de la oración un sentido de Quién es Él, especialmente cuando tomamos la decisión radical de seguirlo sin reservas. Y aunque esta puede no ser una experiencia diaria, si alguna vez ha recibido este regalo por fe, recuérdelo cuando las cosas se pongan difíciles en la vida.

Reflexione, hoy, en Jesús, que ahora irradia plenamente su gloria en el cielo. Recuerde esa imagen cada vez que se sienta tentado en la vida hacia la desesperación o la duda, o cuando sienta que Jesús simplemente quiere demasiado de usted. Recuerda quién es realmente Jesús. Trate de imaginar lo que vieron y experimentaron estos apóstoles. Permita que su experiencia se convierta también en la suya, de modo que pueda tomar la decisión diaria de seguir a nuestro Señor dondequiera que Él lo lleve.

Mi Señor transfigurado, eres verdaderamente glorioso de una manera que está más allá de mi comprensión. Tu gloria y esplendor están más allá de lo que mi imaginación pueda comprender. Ayúdame a mantener siempre los ojos de mi corazón sobre Ti y a permitir que la imagen de Tu Transfiguración me fortalezca cuando me tiente la desesperación. Te amo, mi Señor, y en Ti tengo toda mi esperanza. Jesús, en Ti confío.



Transmisión en directo de Basílica del Señor de los Milagros

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Una joven española, en Tierra Santa: una sincera experiencia de fe sobre cómo transforma la vida

 



Una joven española, en Tierra Santa: una sincera experiencia de fe sobre cómo transforma la vida

Elena Panadero, española residente en Tierra Santa

Elena Panadero cree que Tierra Santa es adictiva. Y por eso se ha quedado allí.

Elena Panadero es una joven española que llegó a Tierra Santa para un intercambio de estudios y al final regresó para hacer su vida en la tierra en la que nació, vivió, murió y resucitó Cristo. Allí se ha casado y en un testimonio en primera persona en la web de Jóvenes Católicos que recoge también la Fundación Tierra Santa habla de la vida cristiana allí para un extranjero y la gracia que supone vivir la fe en este lugar santo:

Al llegar a Tierra Santa, Dios te lo quita todo

Comentándolo con unos amigos, también extranjeros en Tierra Santa, todos coincidimos en la misma idea: para bien o para mal, la vida se intensifica aquí. Parece que el Señor quiere aprovechar el tiempo que estás en Su tierra para hacerte vivir, en unos pocos meses, todo lo que tienes pendiente en los próximos 10 años. Pero antes, Él te prepara.

Llegué por primera vez a Jerusalén a través de un intercambio con la Universidad Hebrea. Entonces viví lo que todos llamamos el “shock cultural”. No conozco a nadie que no haya pasado por ese proceso de asombro, miedo, espanto y, finalmente, admiración. Pero con el “shock cultural” tan conocido, también viene el “shock espiritual” del que pocos hablan.

Tierra Santa es un lugar único, inabarcable, increíble y maravilloso, que me llena el alma y el corazón solo de mencionar su nombre, pero también es un lugar complicado para vivir tu fe. ¿Por qué? Porque Dios es celoso y, al llegar, te lo quita todo.



Después del intercambio en la Universidad Hebrea, viajé a España para graduarme. Desde entonces, me he movido por diferentes ciudades y países, trabajando o estudiando, pero viviendo intermitentemente en Jerusalén. El año pasado me casé aquí y me mudé definitivamente porque, otra idea en la que coincidimos, Tierra Santa es adictiva.

¿Dónde comienza la intensidad de vida? Pronto, pronto. Durante los primeros meses de mi estancia en esta tierra, las piezas del puzzle de mi vida que habían quedado apartadas en una esquina sin resolver, comenzaron a moverse y a encajar asombrosamente. Heridas abiertas, capítulos sin respuesta que ahora alcanzan el sentido de su haber sido. Momentos de luz que, como digo, necesitan sus tiempos de preparación.

Supongo que es natural al llegar a un lugar nuevo, buscar puntos en común. Bueno, pues aquí no hay ninguno. No hablan tu idioma, no comparten tu cultura (ni de lejos), ni siquiera la fe cristiana es comprendida de la misma manera.  Para ahorrarnos detalles: estás solo. Con el tiempo, la cosa mejora externamente y comienzas a rodearte de personas y a entretenerte con planes, pero no hay lazos reales entre vosotros. En ese vacío, buscas lo único que ha quedado en ti. Ya no está tu familia, tus amigos, tu colegio… solo hay una cosa: Él.

Él te ha quitado todo: todos tus soportes, tus consuelos y tus descansos. ¿Para qué? Para qué escuches bien claro su invitación a seguirle. Si aceptas, tu fe se convierte en un abandono absoluto en Él. Ya estás preparado. Comienzan entonces los momentos de luz que enternecen y asombran tanto al alma que, con esa experiencia, tu abandono se vuelve extremo y tu confianza es tan grande que acabas dando gracias hasta por las cosas malas que te suceden, porque sabes que al final todo va a alcanzar su sentido de haber sido.

¿Cómo vivo mi fe ahora? Bueno, pues también es complicado. Los extranjeros que vivimos en Tierra Santa no somos ni peregrinos, ni locales. Aquí cada institución o movimiento de la iglesia tiene su parcelita y su misión, que suele ser atender a los peregrinos o dedicarse a la comunidad local. A veces se me olvida que en Madrid uno de los planes de la semana podía ser ir a una charla de noviazgo o a un adoración con los de Emaús… Aquí no hay nada de esto. Como digo, estás solo y, a la vez, tienes la compañía del Señor de la manera más auténtica y maravillosa.

Todo pinta un poco feo pero, ¿no habíamos quedado en que era adictivo? Sí, lo que es adictivo es vivir abandonado. Ésta ha sido mi verdadera aventura: no vivir en Tierra Santa, no aprender árabe o conocer a gente de todas partes del mundo, sino vivir confiando. Solo entonces la vida aquí te cambia, entiendes que la Biblia no es un cuento y que Tierra Santa es real, y comienzas a acumular anécdotas en tus viajes a Galilea, tus paseos por Nazareth o visitas al Santo Sepulcro, que se parecen a las que cuenta la Biblia y confundes tus recuerdos con los de sus personajes… Pero eso da para otro artículo. Igual que hizo en el lago de Tiberiades, al llegar aquí, el Señor te lo quita todo pero, como siempre, lo multiplica y te lo devuelve con creces.

Fuente: Religión en Libertad