Adoración Eucarística de Juan Pablo II
“Te doy gracias Señor, Padre Santo, Dios Todopoderoso y eterno porque aunque soy un siervo pecador, y sin mérito alguno, has querido alimentarme misericordiosamente con el cuerpo y la sangre de tu hijo Nuestro Señor Jesucristo”.
“Que esta sagrada comunión, no vaya a ser para mí ocasión de castigo, sino causa de perdón y salvación. Que sea para mí armadura de fe, escudo de buena voluntad, que me libre de todos mis vicios, y me ayude a superar mis pasiones desordenadas, que aumente mi caridad y mi paciencia mi obediencia y humildad, y mi capacidad para hacer el bien”.
“Que sea defensa inexpugnable contra todos mis enemigos, visibles e invisibles; y guía de todos mis impulsos y deseos, que me une más íntimamente a ti, único y verdadero Dios y me conduzca con seguridad al banquete del cielo, donde tú, con tu hijo y el Espíritu Santo, eres luz verdadera, satisfacción cumplida gozo perdurable y felicidad perfecta”. Por Cristo, Nuestro Señor, Amén
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