Jueves semana veintiuna Tiempo Ordinario (25 agosto, S. José de Calasanz)
De Corazón a corazón: 1Cor 1,1-9 (“Pablo apóstol de Cristo a los llamados a ser santos… enriquecidos en todo”); Mt 24,42-51 (“Velad… no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”)
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: Todo bautizado está llamado a ser santo sin descuento y apóstol sin fronteras. Los dones recibidos son para servir y así construir la propia vida en la verdad de la donación. Toda la vida es un examen de amor, para vivir de sorpresa en sorpresa y no de susto en susto. Propiamente vivimos un “presente”, sin prisas en el corazón, ensayándonos para entrar en el “presente” de Dios Amor. A este encuentro definitivo estamos llamados todos como familia humana reflejo de la “comunión familiar” de Dios “Trinidad”. El futuro se construye en el “hoy” de un tiempo recibido para realizarse amando. Caminamos como hermanos, “gozosos en la esperanza” (Rom 12,12), pero todavía nos falta lo mejor…
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: Estamos invitados a vivir con amor el día a día de la vida ordinaria, dejándose sorprender por Dios Amor. María de “Nazaret” vivió así, sin prisas en el corazón. “Podemos encomendarnos a ella con la confianza del niño, del pobre, del sencillo que sabe que su Madre está cerca de él, con cuidado y ternura” (Papa Francisco, 6 agosto 2022).
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