PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y se decían unas otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?». Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco, que les dijo: «No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro: "Él va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo"» (cf. Mc 16,1-7).
Pensamiento franciscano:
«Dijo el Señor a Adán: Come de todo árbol, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas... Come del árbol de la ciencia del bien, aquel que se apropia para sí su voluntad y se enaltece del bien que el Señor dice y obra en él» (Adm 2).
Orar con la Iglesia:
Por Jesucristo, el Señor, hemos renacido del agua y del Espíritu Santo. Presentemos confiados, por su mediación, nuestras súplicas a Dios, Padre nuestro.
-Por todos los cristianos: para que demos testimonio de la fe en los diversos ambientes en que vivimos.
-Por los bautizados adultos: para que nuestras obras respondan a nuestra fe y seamos capaces de dar razón de nuestra esperanza.
-Por los que poseen bienes temporales: para que sepan compartir con sus hermanos más necesitados lo que han recibido de Dios, Padre de todos.
-Por los creyentes: para que la escucha de la Palabra y la celebración de la Eucaristía nos lleven a la comunión fraterna en la caridad.
Oración: Escúchanos, Señor, y concede a tu Iglesia y a nosotros sus hijos tener, en plena comunión contigo, un mismo sentir y pensar. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario