Pentecostés. Solemnidad. Ven Espíritu Santo Creador
Pentecostés marca el final de la Pascua. En él celebramos la efusión del Espíritu Santo que dio origen al nacimiento de la Iglesia
Pentecostés, La venida del Espíritu Santo es una de los grandes fiestas Solemnidad para la Iglesia Católica, debido a que en este día, el Espíritu Santo vino sobre la Iglesia de una forma muy especial, trayendo una esperanza renovada y fuerza para el anuncio del Evangelio.
El Libro de los Hechos de los Apóstoles ha sido llamado: "El Evangelio del Espíritu Santo"
Fecha: Domingo después de la Ascensión del Señor.
Martirologio romano: Solemnidad de Pentecostés, que concluye el tiempo sagrado de los cincuenta días de Pascua y, a través de la efusión del Espíritu Santo sobre los discípulos en Jerusalén, hay una conmemoración de los comienzos de la Iglesia y el inicio de la misión de los apóstoles de predicar a todas las tribus, pueblos y naciones.
Historia de Pentecostés.
Pentecostés significa 50, se le llamaba anteriormente como "Fiesta de las semanas" porque se celebraba 7 semanas después del Domingo de Resurrección.
Pentecostés marca el final de la temporada de Pascua, en él, los católicos celebramos la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, que dio origen al nacimiento de la Iglesia.
50 días después de la resurrección de Jesús (y 10 días después de su Ascensión), los apóstoles estaban reunidos, confundido y contemplando su propósito y su futura misión.
Pentecostés y sus orígenes.
La Fiesta de Pentecostés tenía dos significados en el antiguo testamento:
Histórico: Recordaba la entrega de la Ley de Dios en el Monte Sinaí
Agrícola: Se ofrecían a Dios las primicias de la cosecha, es decir, lo primero que se había cosechado.
A los 50 días de salir los hijos de Israel de Egipto llegaron al Monte Sinaí. En la cumbre de ese monte, apareció Dios entre rayos y truenos y le dio los Diez Mandamientos a Moisés. Así quedó sellada la antigua alianza entre Dios y su pueblo
A los 50 días de haber salido Resucitado Jesús en su cuerpo glorioso, tuvo lugar la llegada del Espíritu Santo en forma de fuego que se posó sobre los apóstoles y empezaron a hablar en lenguas diferentes (idiomas), por el poder del Espíritu Santo.
Con esto, Dios sella una nueva alianza con su pueblo: el Nuevo Testamento.
Así entonces, Pentecostés se transforma en un tiempo para celebrar dos realidades importantes: la venida del Espíritu Santo y el nacimiento de la Iglesia.
La venida del Espíritu Santo.
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra cómo fue el episodio de la llegada del Espíritu Santo:
"De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse" (Hechos 2,2-4)
Simbología del Espíritu Santo.
La aparición del Espíritu Santo estuvo marcada por dos grandes prodigios que hicieron llenar de temor a los Apóstoles: el viento y el fuego
El Fuego: siempre fue tenido como símbolo de purificación, de calor y de luz. Purifica e ilumina. En las Sagradas Escrituras, los símbolos de "Viento" y "Fuego" se utilizan para señalar la presencia de Dios, porque estos elementos tienen una fuerza irresistible.
El Viento: empuja, refresca, da vida, siempre dinámico, invisible, pero actuando. Es una de las fuerzas de Dios que obra en nuestra salvación.
Lenguas como llamaradas, fuego que penetra donde quiera. Nada se le resiste. Destruye impurezas.
El Señor, en su gran misterio de amor y de salvación, no pudo escoger otros símbolos mejores para representar al Espíritu Santo.
¿Quién es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo, es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Es Verdadero Dios como lo son el Padre y el Hijo. Es el Amor del Padre y el Hijo El Espíritu. Recibe una misma adoración y gloria.
Es el que crea en nosotros un corazón nuevo, para que acojamos la Palabra de Dios, la meditemos y la interioricemos. Nos ayuda a descubrir sus inagotables riquezas y nos da la fortaleza en los momentos que más lo necesitamos.
Jesús, cuando hace la promesa a sus discípulos sobre la Venida del Espíritu Santo, le llama el "Paráclito", (abogado)."Paráclito" se traduce habitualmente como "Consolador".
Jesús también llama al Espíritu Santo "el Espíritu de Verdad". Nadie conoce a ciencia cierta cómo es el Espíritu Santo, pero lo conocemos por sus frutos y uno de ellos es hacer hablar maravillas a los que lo reciben
"No existe un artista tan magistral como el Espíritu Santo: toma a un niño, un pobre pastorcillo y lo transforma en el gran profeta y rey: David.
Toma a un sencillo pescador y lo hace predicador y jefe de la Iglesia. Toma a once pobres cobardes y los hace Pilares de la más grande obra fundada en el mundo" (San Gregorio)
Los 7 dones del Espíritu Santo.
Los siete dones del Espíritu Santo pertenecen en plenitud a Cristo. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.
Don de sabiduría: Nos hace comprender la maravilla insondable de Dios y nos impulsa a buscarle sobre todas las cosas, en medio de nuestro trabajo y de nuestras obligaciones.
Don de inteligencia: Este don permite que descubramos con mayor claridad las riquezas de la fe.
Don de consejo: Nos señala los caminos de la santidad, el querer de Dios en nuestra vida diaria, nos anima a seguir la solución que más concuerda con la gloria de Dios y el bien de los demás.
Don de fortaleza: Nos alienta continuamente y nos ayuda a superar las dificultades que sin duda encontramos en nuestro caminar hacia Dios.
Don de ciencia: Nos lleva a juzgar con rectitud las cosas creadas y a mantener nuestro corazón en Dios y en lo creado en la medida en que nos lleve a Él.
Don de piedad: Nos mueve a tratar a Dios con la confianza con la que un hijo trata a su Padre.
Don de temor de Dios: Nos induce a huir de las ocasiones de pecar, a no ceder a la tentación, a evitar todo mal que pueda contristar al Espíritu Santo, a temer radicalmente separarnos de Aquel a quien amamos y constituye nuestra razón de ser y de vivir.
Renovación en Pentecostés.
El día de Pentecostés ofrece a los cristianos dos posibilidades de renovación. El primero es un recordatorio de que la misión permanente de la Iglesia es llevar la Buena Nueva a todas las naciones.
El Evangelio es para ser entregado no sólo a una localidad, sino a todo el mundo.
La segunda oportunidad es más personal. El día de la Solemnidadde Pentecostés ofrece una tremenda oportunidad para la renovación individual, recordando que el Espíritu Santo sigue trabajando en la vida de cada uno de nosotros, transformando la debilidad en fuerza, la timidez en valentía, y el miedo en esperanza y fe
Oración al Espíritu Santo.
Espíritu de sabiduría y de inteligencia, ilumina nuestras mentes para percibir los misterios del universo en relación con la eternidad.
Espíritu de consejo y de fortaleza, guíanos con firmeza en nuestra decisión bautismal de seguir el camino del amor de Jesús.
Espíritu de conocimiento y reverencia, ayúdanos a ver el valor duradero de la justicia y la misericordia en nuestras relaciones cotidianas con los demás.
Que podamos respetar la vida mientras trabajamos para resolver los problemas de la familia y la nación, la economía y la ecología.
Espíritu Santo de Dios, despierta nuestra fe, la esperanza y el amor. Llena nuestras vidas con asombro y admiración con tu presencia que penetra toda la creación. Amén.
Sobre el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo quiere entrar en tu vida para regalarte los más grandes consuelos que necesites. Él puede ser tu mejor guía y maestro espiritual en todas las cosas que afrontes. Aquí puedes conocer más sobre este poderoso consolador de las almas.
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