Semana # 66: Dominique Ponnau, historiador del arte, comisario general honorario del patrimonio
"Reino de Francia, Reino de María" (Regnum Galliae, Regnum Mariae). En estas pocas palabras lo dicen todo. Francia, hija mayor de la Iglesia, es uno de los países, si no el país, favorecido por Notre Dame. En 1922, el Papa Pío XI proclamó además de Nuestra Señora de la Asunción patrono principal de Francia.
Recito la oración de Léon Bloy a la Virgen.
"Mi amado Soberano"
"Mi amado Soberano, no sé lo que se siente al honrarte
en tal o cual de sus misterios, como fue enseñado por algunos de sus amigos.
Quiero saber una cosa es que eres la Madre Dolorosa,
su vida terrenal era sólo el dolor, y que yo soy un hijo de su dolor.
Me pongo a su servicio como un esclavo,
te di mi vida temporal y espiritual
concedida por mi santificación y la de los demás.
Es sólo de esta manera, este título por sí solo, te puedo decir.
Me falta la fe, la esperanza y el amor.
No sé cómo orar y no penitencia.
No puedo hacer nada y yo soy nada más que un hijo de dolor.
Me conozco ningún mérito, ninguna realmente buena acción
que me puede hacer agradable a Dios,
pero yo soy esto, un hijo de dolor.
Usted sabe que antes, obedeciendo a un impulso que sin duda vino a mí de usted,
me ha llamado a mí cada dolor posible.
Debido a esto, estoy convencido de que mi dolor,
que era grande y en curso, se le puede ofrecer.
Aprovechar este tesoro para pagar mis deudas y las de todos los seres que amo.
Y si Dios lo permite, dame a ser su testigo en los tormentos de la muerte.
Les pido su muy dulce nombre de María.
Que así sea. "
Léon Bloy (1846-1917), novelista francés conocido por su novela El Desesperado, le gustaba rezar la Dolorosa que llamó "Mi Señora de la Compasión".
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