PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
José y María estaban admirados por lo que se decía del Niño cuando lo presentaron en el Templo. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma» (Lc 2,33-35).
Pensamiento franciscano:
Rezaba san Francisco: -El santísimo Padre del cielo, Rey nuestro antes de los siglos, envió a su amado Hijo de lo alto, y nació de la bienaventurada Virgen santa María (OfP 15,3).
Orar con la Iglesia:
Con gozo y confianza, presentamos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, por intercesión de María asunta al cielo.
-Para que la Iglesia, peregrina por esta tierra, se llene de consuelo y esperanza al verse glorificada en María.
-Para que el Papa, los obispos y todos los sagrados ministros sean fieles servidores de Cristo y de su Evangelio.
-Para que cuantos experimentan en sí el dolor y la angustia se sientan libres y afianzados por la intercesión de María.
-Para que nuestros hermanos difuntos contemplen gozosos la gloria de Cristo, con santa María y todos los santos.
-Para que cuantos contemplamos piadosos la Asunción de María, vivamos plenamente el Evangelio y así consigamos la gloria eterna.
Oración: Tú, Señor, que has ensalzado a la Virgen María glorificándola en cuerpo y alma: escucha nuestras oraciones y concédenos bondadoso cuanto te hemos pedido con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario