PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura; él sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud (Salmo 102, 1-5).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco: -¿De qué puedes gloriarte, oh hombre? Pues, aunque fueras tan sutil y sabio que tuvieras toda la ciencia y supieras interpretar todo género de lenguas e investigar sutilmente las cosas celestiales, de ninguna de estas cosas puedes gloriarte; porque un solo demonio supo de las cosas celestiales y ahora sabe de las terrenas más que todos los hombres (Adm 5,4-6).
Orar con la Iglesia:
Adoremos a Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su Hijo único.
-Por la santa Iglesia: para que la unidad, la caridad mutua y el fervor reinen entre sus miembros.
-Por la humanidad: para que cesen las guerras, el terrorismo, los odios y las divisiones, y recuperemos la esperanza en el amor.
-Por los que sufren los frutos del egoísmo, la soledad, la opresión, el desamparo: para que encuentren quienes les comprendan y ayuden.
-Por los creyentes: para que, abandonando los ídolos (riqueza, prestigio, placer...), amemos a Dios con un corazón indiviso.
-Por nosotros mismos: para que, saliendo de la mediocridad, vivamos en plenitud el amor a Dios y al prójimo.
Oración: Te pedimos, Padre, que nos concedas imitar a tu Hijo, que pasó por la vida haciendo el bien. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario