sábado, 21 de noviembre de 2020

¡La verdad gana! 21 de noviembre de 2020 Sábado de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario

 




¡La verdad gana!
21 de noviembre de 2020
Sábado de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario
Lecturas de hoy

Presentación de la Santísima Virgen María - Memorial

Algunos saduceos, los que niegan que haya una resurrección, se acercaron y le plantearon esta pregunta a Jesús, diciendo: “Maestro, Moisés nos escribió, si el hermano de alguien muere dejando una esposa pero sin un hijo, su hermano debe tomar a la esposa y criar descendientes para su hermano. Ahora bien, eran siete hermanos… ”Lucas 20: 27-29a

Y los saduceos continúan presentando a Jesús un escenario difícil para atraparlo. Presentan la historia de siete hermanos que mueren cada uno sin tener hijos. Después de que cada uno muere, el siguiente toma como propia a la esposa del primer hermano. La pregunta que plantean es esta: "Ahora, en la resurrección, ¿de quién será esa mujer?" Preguntan esto para engañar a Jesús porque, como dice el pasaje anterior, los saduceos niegan la resurrección de los muertos.

Jesús, por supuesto, les da la respuesta explicando que el matrimonio es de esta edad y no de la edad de la Resurrección. Su respuesta socava su intento de atraparlo, y los escribas, que creen en la resurrección de los muertos, aplauden su respuesta.

Una cosa que esta historia nos revela es que la Verdad es perfecta y no se puede superar. ¡La verdad siempre gana! Jesús, al afirmar la verdad, desenmascara la necedad de los saduceos. Demuestra que ningún engaño humano puede socavar la Verdad.

Esta es una lección importante que debemos aprender, ya que se aplica a todos los aspectos de la vida. Puede que no tengamos la misma pregunta que los saduceos, pero hay pocas dudas de que a medida que avancemos en la vida nos surgirán preguntas difíciles. Nuestras preguntas pueden no estar ahí como una forma de atrapar a Jesús o desafiarlo, pero inevitablemente las tendremos.

Esta historia del Evangelio debería asegurarnos de que no importa en qué estemos confundidos, hay una respuesta. No importa lo que no entendamos, si buscamos la Verdad, descubriremos la Verdad.

Reflexione hoy sobre lo que más le desafía en su camino de fe. Quizás sea una pregunta sobre el más allá, o sobre el sufrimiento o la creación. Quizás sea algo profundamente personal. O tal vez últimamente no ha pasado suficiente tiempo para hacer preguntas para nuestro Señor. Cualquiera que sea el caso, busca la Verdad en todas las cosas y pide sabiduría a nuestro Señor para que cada día puedas entrar más profundamente en la fe.

Señor, deseo saber todo lo que has revelado. Deseo comprender las cosas que son más confusas y desafiantes en la vida. Ayúdame cada día a profundizar mi fe en ti y mi comprensión de tu verdad. Jesús, en Ti confío.

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