jueves, 19 de noviembre de 2020

Jesús lloró 19 de noviembre de 2020 Jueves de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario

 





Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Jesús lloró
19 de noviembre de 2020
Jueves de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario
Lecturas de hoy

Cuando Jesús se acercó a Jerusalén, vio la ciudad y lloró por ella, diciendo: "Si hoy supieras lo que contribuye a la paz, pero ahora está oculto a tus ojos". Lucas 19: 41-42

Es difícil saber exactamente lo que sabía Jesús sobre el futuro de la gente de Jerusalén. Pero sabemos, por este pasaje, que su conocimiento lo hizo llorar de dolor. Aquí hay algunos puntos sobre los que meditar.

Primero, es importante ver la imagen de Jesús llorando. Decir que Jesús lloró implica que esto no fue simplemente una pequeña tristeza o decepción. Más bien, implica un dolor muy profundo que lo conmovió a lágrimas muy reales. Así que empieza con esa imagen y déjala asimilar.

Segundo, Jesús estaba llorando por Jerusalén porque, al acercarse y tener una buena vista de la ciudad, inmediatamente se dio cuenta del hecho de que tanta gente lo rechazaría a Él ya Su visita. Vino a traerles el regalo de la salvación eterna. Lamentablemente, algunos ignoraron a Jesús por indiferencia, mientras que otros se enfurecieron con él y buscaron su muerte.

En tercer lugar, Jesús no solo lloraba por Jerusalén. También lloraba por todas las personas, especialmente por las de su futura familia de fe. Lloró, en particular, por la falta de fe que podía ver que tenían tantos. Jesús estaba muy consciente de este hecho y le entristeció profundamente.

Reflexione hoy sobre la seria tentación que todos enfrentamos de ser indiferentes a Cristo. Es fácil para nosotros tener un poco de fe y volvernos a Dios cuando nos conviene. Pero también es muy fácil permanecer indiferente a Cristo cuando las cosas en la vida parecen ir bien. Caemos fácilmente en la trampa de pensar que no necesitamos rendirnos diariamente a Él de la manera más completa posible. Arraiga cualquier indiferencia hacia Cristo hoy y dígale que quiere servirle a Él y a Su santa voluntad con todo su corazón.

Señor, te ruego que elimines toda indiferencia de mi corazón. Mientras lloras por mi pecado, que esas lágrimas me laven y me limpien para que pueda hacer un compromiso total contigo como mi Divino Señor y Rey. Jesús, en Ti confío

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