Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Buscando una señal
20 de julio de 2020
Lunes de la decimosexta semana de lecturas del tiempo ordinario
para hoy
San Apolinar, obispo y mártir: Memorial opcional
"Maestro, deseamos ver una señal tuya". Él les respondió: "Una generación malvada e infiel busca una señal, pero ninguna señal será dada, excepto la señal del profeta Jonás". Mateo 12: 38-39
Jonás era la señal. Pasó tres días y noches en el vientre de una ballena. Ciertamente fue presumido muerto por quienes lo arrojaron por el costado del bote. Pero la ballena actuó como un instrumento de la voluntad de Dios, ya que trajo a Jonás a Nínive para predicar el arrepentimiento. ¡Y se arrepintieron y cambiaron sus vidas! La oscuridad del vientre de la ballena, al final, se convirtió en una bendición y una señal para los siglos venideros.
Avancemos rápidamente de la historia de Jonás a la historia anterior cuando los seguidores de Jesús buscan una señal de él. Quieren algún tipo de "prueba" de quién es Él. O tal vez solo son curiosos y quieren ser "entretenidos" por un milagro. Cualquiera sea el caso, Jesús deja en claro que la señal que dará es la señal de Jonás.
Claramente, la historia de Jonás es una prefiguración de la muerte de Jesús; Sus tres días en la tumba y su resurrección. Esta es la señal que Jesús ofrecerá y la señal que continúa ofreciendo. Es un signo de gran esperanza cuando lo percibimos correctamente.
Sin embargo, muy a menudo podemos caer en la misma tentación que los seguidores de Jesús en la historia anterior. Muy a menudo también queremos una señal diferente a las señales que Jesús nos dio. Queremos alguna otra prueba de Dios de su voluntad. Queremos que hable alto y claro. Pero eso no siempre sucede. Más a menudo lo que experimentamos es lo que parece ser el silencio de Dios. Podemos preguntarnos: “Señor, ¿dónde estás? ¿Por qué no me hablas? Pero Jesús nos hablará de la misma manera. Él nos recordará gentilmente su vida, muerte y resurrección. Él nos recordará que debemos creer en todo lo que ha hablado, e incluso si sentimos que estamos en el vientre de una ballena o muertos en una tumba, la esperanza no se pierde. Dios está presente en todas las cosas y está activo y presente incluso cuando parece estar en silencio.
Reflexione, hoy, sobre cuán fuerte es su fe a pesar de que es posible que no obtenga la señal del cielo que puede desear. Debes recordar que el Padre te habló claramente a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús, y esta es la forma en que Él continúa hablando hoy. Escucha esa lección y abraza las verdades que proclama. Incluso si siente que está en una tumba o que Dios está en silencio, sepa que no lo está. Él te está hablando todo el tiempo. Solo necesitas discernir Su voz.
Señor, ayúdame a creer en ti aunque no vea milagros o señales del cielo. Ayúdame a creer en ti a pesar de cualquier duda o debilidad que tenga en la vida. Dame una fe firme para responder a tu llamado en mi vida. Jesús, confío en ti.
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