Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
65 días con santa Faustina
Reflexión 212: Superando la duda
¿Qué es la "duda"? Dudar es carecer de fe, y carecer de fe es carecer de confianza en la revelación perfecta y el plan de la Voluntad de Dios. En primer lugar, una duda, resultante de la falta de fe, significa que no estás escuchando. Cuando dudamos de Dios, de su plan y de todo lo que nos revela, nos quedamos solos. Pero cuando escuchamos, escuchamos, entendemos y creemos, estamos cubiertos en la protección de Su Misericordia a causa de la fe que manifestamos. La fe significa que sabemos con certeza todo lo que Dios dice y quiere. La fe no es solo creer en algo que esperamos sea verdad, es saber y creer todo lo que es verdad (Ver Diario # 1101).
¿Dudas a veces? ¿O tienes fe? Esta es una pregunta excepcionalmente importante para reflexionar. Comience haciéndose estas preguntas: ¿Escucho la Voz de Dios? ¿Escucho que Dios me habla y entiendo todo lo que dice? Sin estos primeros pasos, la fe es imposible. Escucharlo hablar solo puede venir a través de la oración. Y la forma de oración que necesitamos podría llamarse "oración de remojo". La oración en remojo es una forma de oración mediante la cual nos permitimos sumergirnos diariamente en la Voz de Dios que revela Su Santa Voluntad. Nos habla todo el día, todos los días. Poco a poco escuchamos, comprendemos y respondemos. Esto produce el don de la fe y esa fe guiará tu vida. Reflexione sobre este proceso en su vida y renueve su compromiso de comenzar desde el principio para que el Señor lo guíe paso a paso.
Querido Señor, deseo oírte hablarme. Ayúdame a abrir los oídos para escuchar para poder conocerte y discernir Tu Voluntad perfecta para mi vida. Deseo ser guiado cada día solo por ti y confiar en la gentil guía de tu santa voluntad. Jesús, confío en ti.
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