martes, 2 de junio de 2020

Navegando las trampas de la vida


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Navegando las trampas de la vida
2 de junio de 2020
Martes de la novena semana de
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Santos Marcelino y Pedro, mártires: Memorial opcional



“Maestro, sabemos que eres un hombre sincero y que no te preocupa la opinión de nadie. No consideras el estado de una persona, sino que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad ". Marcos 12: 14a

Esta declaración fue hecha por algunos de los fariseos y herodianos que fueron enviados a "atrapar" a Jesús en su discurso. Actúan de una manera astuta y astuta para atraer a Jesús. Están tratando de hacer que hable en oposición al César para que pueda meterlo en problemas con las autoridades romanas. Pero curiosamente, lo que dicen de Jesús es bastante cierto y es una gran virtud.  

Dicen dos cosas que resaltan las virtudes de humildad y sinceridad de Jesús: 1) "No te preocupa la opinión de nadie"; 2) "No tiene en cuenta el estado de una persona". Por supuesto, luego trataron de engañarlo para que infringiera la ley romana. Jesús no se deja engañar por su truco y al final los engaña.

Sin embargo, estas virtudes son buenas para que reflexionemos porque debemos esforzarnos por tenerlas vivas en nuestras propias vidas. Primero, no debemos preocuparnos por las opiniones de los demás. Pero esto debe entenderse adecuadamente. Claro, es importante escuchar a los demás, consultarlos y tener una mente abierta. Las ideas de otras personas pueden ser cruciales para tomar buenas decisiones en la vida. Pero lo que debemos evitar es el peligro de permitir que otros dicten nuestras acciones por miedo. A veces las "opiniones" de los demás son negativas e incorrectas. Todos podemos experimentar la presión de grupo de varias maneras. Jesús nunca cedió a las falsas opiniones de los demás ni permitió que la presión de esas opiniones cambiara su forma de actuar.

En segundo lugar, señalan que Jesús no permite que el "estado" de otro lo influya. De nuevo, esto es una virtud. Lo que tenemos que saber es que todas las personas son iguales en la mente de Dios. Una posición de poder o influencia no necesariamente hace que una persona sea más correcta que otra. Lo importante es la sinceridad, integridad y veracidad de cada persona. Jesús ejerció esta virtud perfectamente.

Reflexione, hoy, sobre si estas palabras también podrían decirse sobre usted. Esforzarse por aprender de la declaración de estos fariseos y herodianos; esforzarse por vivir una vida de integridad y humildad. Si lo hace, también se le dará una participación en la sabiduría de Jesús para navegar por las trampas más difíciles de la vida.

Señor, quiero ser una persona de honestidad e integridad. Quiero escuchar los buenos consejos de los demás, pero no dejarme influir por los errores o las presiones que también pueden aparecer en mi camino. Ayúdame a buscarte siempre a ti y a tu verdad en todas las cosas. Jesús, confío en ti.
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