Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Nuestra motivación para el amor
26 de junio de 2020
Viernes de la duodécima semana de
lecturas del tiempo ordinario para hoy
San Josemaría Escrivá, Sacerdote — Memorial opcional
Su lepra fue limpiada de inmediato. Entonces Jesús le dijo: “Mira que no se lo digas a nadie, pero ve y muéstrate al sacerdote, y ofrece el regalo que Moisés prescribió; eso será una prueba para ellos ". Mateo 8: 3b-4
Se produce un milagro sorprendente y Jesús simplemente le dice a la persona curada que "no se lo diga a nadie". ¿Por qué Jesús dice esto?
Primero, debemos comenzar reflexionando sobre lo que hizo Jesús. Al limpiar a este leproso, le devolvió la vida entera a este hombre. Vivía como un paria, separado de la comunidad; Su lepra, en cierto sentido, le quitó todo. Pero tenía fe en Jesús y se presentó al cuidado y la misericordia de Dios. El resultado fue que se recuperó y recuperó su salud.
Jesús a menudo les decía a los que fueron sanados que no se lo contaran a nadie. Una razón para esto fue que los actos de amor y misericordia de Jesús no se hicieron para su propio beneficio, sino que se hicieron por amor. Jesús amaba a este leproso y quería ofrecerle este precioso regalo de curación. Lo hizo por compasión y, a cambio, solo quería la gratitud del hombre. No necesitaba hacer de esto un espectáculo público, solo quería que el hombre estuviera agradecido.
Lo mismo es cierto con nosotros. Necesitamos saber que Dios nos ama tanto que quiere levantar nuestras pesadas cargas y sanar nuestras debilidades simplemente porque nos ama. Él no lo hace primero porque lo beneficiará, sino que lo hace por amor a nosotros.
Una lección que podemos aprender de esto tiene que ver con nuestros propios actos de amor y misericordia hacia los demás. Cuando hacemos todo lo posible para mostrar amor y compasión, ¿estamos bien sin que nadie lo sepa? Con demasiada frecuencia queremos ser notados y alabados. Pero la naturaleza de un acto de amor y compasión es tal que debe hacerse simplemente por amor. De hecho, hacer algo amoroso y compasivo que nadie nota, nos ayuda a crecer en amor y compasión. Purifica nuestras intenciones y nos permite amar por amor.
Reflexiona hoy sobre tu motivación por los actos de bondad que haces. Ore para que también pueda desear actuar de manera oculta imitando a nuestro divino Señor.
Señor, puedo crecer en el amor de los demás y expresar ese amor de una manera pura. Que nunca me motive un deseo de elogios vanos. Jesús, confío en ti.
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